TRUJILLO EN EL MAPA DE LA CRISIS HUMANITARIA COMPLEJA DE VENEZUELA | Por: Francisco González Cruz

El mapa de la tragedia venezolana en la gran síntesis nacional y la específica en 15 estados y en el distrito federal, se muestra en toda su enorme magnitud, gracias el trabajo de HumVenezuela, que es una plataforma independiente desarrollada por la sociedad civil venezolana para el monitoreo, documentación y seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) que se vive el país desde 2016.

Si la situación promedio nacional es muy grave, la sufrida por la población en estados como Trujillo es gravísima. Allí están los datos que muestran una realidad que ni siquiera el desierto de datos que son las estadísticas oficiales, pueden ocultar.

La pobreza multidimensional no sólo es de ingresos, sino que acusa el déficit alimentario, de disposición de bienes y servicios, las carencias en salud y educación, la inseguridad, las penas que se sufren por el mal servicio de electricidad, agua y gas, el serio problema de la gasolina y el transporte, el drama de la emigración y demás elementos de un entramado que se agrava en su círculo vicioso.

Para junio del 2021 – cifras de HumVenezuela – la pobreza multidimensional alcanzó al 71 por ciento de la población venezolana, unos 22 millones de habitantes. En Trujillo esa cifra alcanzó el 92 por ciento, para un total cercano a 700.000 personas de los 767.000 que se calcula que somos. De cada 100 trujillanos solo 8 %, menos de 70.000, no son pobres. Nunca desde que se creó la provincia de Trujillo el 9 de octubre de 1810, habíamos caído tan bajo.

Los trujillanos que sabemos producir alimentos para satisfacer a gran parte de los venezolanos, ahora sufrimos las dificultades de acceso alimentario. En grave situación se ubicaron  311.500 personas – el 41 % de la población –  y el 53,7% llegó a perder sus fuentes de ingresos. El 18,4% de los trujillanos alguna vez se quedó sin alimentos, el 5,8% redujo comidas, 3,4% pasó días enteros sin comer y en 7,4% de los hogares migró la mayoría de sus miembros.

Al mostrar otros datos de esta investigación, de enorme valor para el gobierno, los políticos, la Iglesia, los académicos y la sociedad civil en general, se comprueba que el 99 % de los trujillanos tienen carencias de agua, y que más de la mitad es carencia muy severa. La paradoja de un territorio con tanta agua y su gente muerta de sed. La situación del resto de los venezolanos es parecida.

Cerca de la mitad de los niños trujillanos recibieron clases de manera muy irregular, sobre todos los más pobres, sin acceso a Internet. Entre 2014 y 2021, la matrícula se redujo en 41% por abandono y migración. El grave daño a la educación será muy difícil de reparar sin un serio y gigantesco esfuerzo.

A junio 2021 el Informe reporta que “Las debilidades para manejar la pandemia con un sistema sanitario público en colapso, aumentaron a 381,4 mil las personas con pérdida de servicios de salud. Los hospitales públicos reportaron servicios con 70% de inoperatividad. Las enfermedades afectaron a 63% de las personas y 29% con problemas de salud graves no tuvo atención garantizada. De ellas, 47% no recibió atención médica y 37% no accedió a las medicinas necesarias”.

La plataforma HumVenezuela, entidad asociada a la Plataforma de la Sociedad Civil Organizada de Venezuela SINERGIA A.C,  ofrece muchos otros datos sobre la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) y su información está disponible en su portal electrónico: https://humvenezuela.com/. Allí se  afirma con meridiana claridad que esta crisis es originada por factores políticos “que se gestan durante un largo período de inestabilidad que erosiona las estructuras jurídicas, institucionales, económicas y sociales de un país, hasta producir el derrumbe de las capacidades que se sostenían sobre esas estructuras para garantizar la vida, la seguridad, las libertades y el bienestar de la población”.

Esta crisis que sufren los venezolanos, y en este caso, los trujillanos, exige que se enfrente con gente seria y preparada, audaz y competente, que trabaje en equipo, que sea honesta y tenga un plan de trabajo acorde con el tamaño que esta realidad impone. Y que una a todos en torno a las ventajas que tenemos, sin discriminación y sin demagogia. No será fácil, al contrario, será complejo.

Trujillo y los trujillanos tenemos con qué salir airosos de este desafío, incluso salir fortalecidos, pero se requiere una acción concertada de gran alcance entre el sector político, la sociedad civil organizada, el sector empresarial, los sectores académicos, la iglesia católica y todos los trujillanos en general.

Dios y nuestro Beato Dr. José Gregorio Hernández nos ilumine a todos.

 

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