Gilcely Linares CNP 15.221. Texto y fotos.
Cansados de los constantes racionamientos, cortes y fluctuaciones eléctricas están los habitantes de los municipios Trujillo, Pampán y Pampanito.
Varias son las interrupciones del servicio a diario, lo cual trastoca la normalidad de las actividades cotidianas, ya sean personales, laborales, académicas, comerciales, empresariales, industriales, de una atención adecuada en centros de salud, entre otras.
A lo anterior se suman los daños parciales o totales que provocan en los aparatos del hogar y tecnológicos. En ocasiones al día no hay electricidad en las mencionadas localidades entre dos o cuatro horas.
No obstante, algunas veces permanecer a oscuras puede extenderse seis horas, tal como ocurrió el pasado 24 de octubre en el circuito que comprende sectores de Trujillo capital y Pampanito, como Tres Esquinas, El Prado, La Peñita, Villa Universitaria y La Concepción.
Sin razones expuestas públicamente, esa fecha el servicio de energía artificial quedó suspendido desde las 3 p.m. hasta las 9 p.m. Al día siguiente, ocurrió lo mismo entre las 9 a.m. a 1 p.m., acompañado de fluctuaciones nacionales a las 2 p.m. y 3 p.m.
Otro experiencia fue la registrada el 10 de los corrientes en Flor de Patria, Pampán, cuando no hubo energía de 7 a.m. a 9 a.m., luego a las 11 a.m. cortaron el servicio cinco minutos, algo similar ocurrió a las 12 m. y para finalizar la oscuridad volvió a ser la invitada de 9 p.m. a 10 p.m.
La falta del servicio resulta más engorrosa con las altas temperaturas registradas las últimas semanas, lo cual impide el uso de aires acondicionados o ventiladores, para disipar el calor, especialmente en niños, personas de la tercera edad o enfermos.
Lo anterior son solo unos ejemplos de las calamidades vividas por los trujillanos, quienes abogan por prontas mejoras en el servicio eléctrico, garantes de una apropiada calidad de vida.
Para conocer el sentir social y vecinal, Diario de Los Andes pulsó la opinión ciudadana, obteniendo las declaraciones de Geovanny Rosales, Isabel Cruz, Oscar Linares, Carolina Rivas y Miguel Villegas.
Servicios en declive
De acuerdo al reciente informe de Monitoreo de Servicios del Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad, basado en encuestas a 2.300 personas junto al seguimiento de 25 medios de comunicación digitales y tres redes sociales, las fallas en los servicios de electricidad y agua potable se incrementaron durante el mes nueve del año 2023.
El economista Raúl Córdoba coordinó la recaudación y sinceración de la data, arrojando como resultados que: el 66% de los consultados comunicó que durante septiembre empeoró la calidad del servicio eléctrico, debido al aumento en la cantidad de fallas o apagones, mientras que el 53% aceptó el inicio del Plan Borrón y Cuenta Nueva, a cargo de Corpoelec, aunque creen que no es la estrategia para solventar de fondo el problema, es necesario optimizar el servicio y rediseñar las tarifas.
El 48% de los entrevistados aupó la necesidad de diseñar un programa de compensación de daños por averías.
Voces Trujillanas
Carolina Rivas, residente del sector La Morita en Trujillo: Tenemos años soportando y aguantando las fallas eléctricas, situación que afecta la calidad de vida. Desconocemos la inversión realizada en el sistema eléctrico nacional porque los problemas siguen y parecen empeorar. Preocupa la conservación de alimentos, no poder usar equipos para refrescarse del agobiante calor y sobre todo el impacto en la salud. Las multas del Plan Borrón y Cuenta Nueva son exageradas ante los bajos sueldos de las mayorías, sumado al pésimo servicio prestado.
Geovanny Rosales, habitante del sector Ferruccio Battistoni en Pampanito: Por el bienestar de las comunidades, empresas, comercios y demás instituciones urge acciones fehacientes de inversión y mantenimiento en el sistema eléctrico nacional. Vivimos con cortes del servicio de unas cuatro horas diarias más los populares bajones que dañan una serie de artefactos. Los descansos diurnos y nocturnos de las personas, así como las labores productivas resultan perjudicadas al no haber electricidad. Lo mismo ocurre con los sistemas de bombeos.
Oscar Linares, habitante del sector San Rafael de Flor de Patria en Pampán: Estar sin electricidad es una experiencia desagradable y preocupante porque Venezuela, ante la falta de mantenimiento e inversión, sumado a la alta demanda en el consumo y poca capacidad de respuesta, está propensa a un nuevo apagón. Las fallas del sistema y las fluctuaciones conllevan a un estilo de vida con elevados niveles de estrés, interfieren en las actividades del hogar, estudio, trabajo, comercios, empresas e industrias.
Isabel La Cruz, residente de la urbanización La Orquídea en Pampanito: Al menos cuatro horas contabilizan las comunidades trujillanas sin electricidad a diario, pocas veces hay servicio todo el día. Todos resultamos afectados, al no tener gas licuado y no hay luz, es imposible usar cocinas eléctricas. Existe un calor muy fuerte, pero tampoco se cuenta con electricidad, no podemos utilizar ventiladores ni aires acondicionados. Una licuadora y un modem de Internet se me quemaron con las fluctuaciones. Asimismo, se perturba lo laboral, comercial y productivo.
Miguel Villegas, vecino de la urbanización Carmona en Trujillo: Lamentablemente no se anuncian los horarios de racionamiento para tomar previsiones y existe un gran temor a un nuevo apagón nacional. Tras las fluctuaciones, la electricidad regresa con alto o bajo voltaje, dañando los aparatos. Adquirir una planta eléctrica no es fácil, por su elevado costo. Es propicio controlar el funcionamiento de las fotoceldas del alumbrado público, las vemos funcionando día y noche en las principales calles y avenidas del estado Trujillo.
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