Trujillo a puertas de un colapso general

En Trujillo no hay gasolina, lo que ha traído como consecuencia una parálisis casi total del transporte público y la zozobra se vive en las calles y paradas de la ciudad, la gran pregunta es ¿Qué planes tiene el gobierno regional antes esta contingencia?

Transporte se paraliza por falta de gasolina. Foto archivo

* Sin combustible la ciudad se paraliza

 

La falla que se ha venido registrando últimamente en relación al suministro de gasolina en el estado Trujillo, ocasionando problemas a quienes utilizan vehículos a motor para movilizarse, afecta en mayor grado al transporte público, cuando las bombas de gasolina no tiene en su mayoría combustible suficiente deben cerrar, lo que ha ocasionado nuevamente las largas colas en las distintas estaciones de servicio.

Esta triste realidad tiende a agravarse a raíz de lo dicho por el gobernador del estado Trujillo, Henry Rangel Silva en la conmemoración de los 462 años de fundación de Trujillo, en su programa “Al Día Con Rangel”, donde afirmó, “la escasez de gasolina es consecuencia de la guerra económica” y pidió al pueblo trujillano hacer el máximo ahorro del combustible “estamos en un momento muy crítico, adoptemos la cultura del ahorro de combustible”.

Pudiera interpretarse lo dicho por el Gobernador del estado que para Trujillo no hay gasolina, lo que ha traído como consecuencia una parálisis casi total del transporte público y la zozobra se vive en las calles y paradas de la ciudad, según uno de los transportistas que pidió resguardar su nombre “este es un problema que nos afecta notablemente a los transportistas porque no nos permite prestar el servicio con normalidad, como lo deseamos, al faltar la gasolina nos paramos”.

Qué planes tiene el gobierno

Ante esta situación lo más lógico sería que las autoridades regionales aplicaran un plan de contingencia, por lo mínimo dándole trato preferencial al transporte público.

Ayer en la ciudad de Valera se observaron largas colas en las paradas, mostrando los usuarios  su cara de angustia ante la imposibilidad de poderse movilizar a sus puestos de trabajo. La gente está enfocada en un único propósito, dar con el combustible. En las estaciones de servicio se podían observar colas, por “si acaso llega el carburante”.

Pero no solo son los transportes de pasajeros los afectados sino también los de carga que se desplazan por carreteras confiados en que en determinado lugar podrán surtir gasolina o   gasoil, y cuando llegan a Trujillo, se encuentran con la bomba cerrada, caso de las estaciones de servicio del eje vial.

Ante esta coyuntura, la ciudad de manera lenta pero segura se paraliza, sus habitantes no encuentran cómo trasladarse a falta del transporte público que al cierre de esta nota era inexistente en las calles de Valera.

Teresa Jiménez tenía dos horas esperando buseta para La Beatriz “no hay transporte público. Las camionetas ya no se ven en las calles y los taxistas están cobrando muy caro”.

Distribución en riesgo

 Otra consecuencia directa de la ausencia de gasolina en el estado es la afectación que produce al abastecimiento de alimentos, suministro que se ve amenazado con las limitaciones del transporte. Algunos  centros comerciales de la ciudad se mantuvieron  cerrados ya que los empleados no lograron llegar a sus puestos de trabajo. Los colegios también resultaron perjudicados, aunado a la huelga de maestros dada ayer tanto en públicos  como en privados.

 



A puertas de un colapso

En estos dos días, luego del exhorto del Gobernador, comienzan a reflejarse las consecuencias en la población: disminución de surtido de alimentos y medios de transporte en general, presencia de los vivianes, que hacen de las suyas con el cobro excesivo en vehículos particulares. ¿Qué planes tiene el gobierno regional antes esta contingencia? ¿Se permitirá la anarquía en la ciudad? Estamos a punto de un colapso de no dar respuesta al sector transporte.

 

 

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