Aunque el deseo más grande de todo padre, madre o sostén de familia, es que la situación económica en Venezuela mejore, actualmente parece que se complica más y más, porque la gente no sabe qué comer; ante el control que el Gobierno está ejerciendo sobre varios rubros de la canasta básica, específicamente los cárnicos y los lácteos, no se consigue, pollo, carne de ningún tipo, huevos, queso; sin mencionar los carbohidratos, que son de poco acceso, y cuando se consiguen hay que hacer tremendas colas y pagar altos precios para poderlos llevar a la mesa del trujillano.
Ayer, en un recorrido por las calles de la ciudad capital, los viernes cuando en el centro de la ciudad se instala el mercado popular, donde antes se venía de todo, hoy día es muy poco lo que ofrecen, pero el pescado es la mejor opción para los trujillanos ante la falta del pollo y la carne, porque no los hay ni siquiera caro. La gente opta por el pescado, un kilo puede costar 40 mil Bs. pero hay que pagarlo, mitad efectivo y mitad por punto, la gente dice que es una muy buena opción el pescado, pero extrañan la carne y el pollo para variar el menú. El clamor es que se encuentren los productos y el dinero alcance, porque ya no se sabe qué comer.
Intensa búsqueda
Ahora no sólo las mujeres son las que se encargan de resolver las comidas en casa, sino que los hombres también deben sumarse a la búsqueda de cada producto, sobre todo, porque el dinero no alcanza para lo que se necesita, hay gente que afirma, a veces “sólo hacemos dos comidas diarias”, otros aseguran, que “aguantan hambre”, porque no alcanza el dinero, y a esto se suma, el problema del efectivo, hay lugares donde sí hay los productos, sobre todo en la economía informal, pero muy costosos y hay que cancelar en efectivo.
VOCES DE LA GENTE
Nadie sabe, dónde vamos a parar
Zenón Suárez “hay días que paso con hambre porque cargo cobres pero no hay productos, o lo que tengo no me alcanza, porque si cargo 30 mil Bs. y voy a comprar un kilo de queso que cuesta 50 mil, no lo llevo”.
Xiomara Quintero “esto está horrible cada día más, ya uno no sabe que comprar; compré dos bolsitas de pollo y me salió en 38 cada bolsa, con los precios uno no sabe a donde va a parar”.
María Lemus: “hoy por lo menos compré pescado, porque hay que comer una proteína y los demás días, arreglo la comida con vegetales, granos, huevos, ahí nos inventamos porque la verdad es que no se consigue ni carne ni pollo, pero hay que comer”.
Magali Peña: “estoy comprando poco a poco para que me rinda la plata, comida sí se encuentra pero a veces la plata no le alcanza a uno para comprar lo que necesita, y hay que arroparse hasta donde llegue la cobija”.
José Bastidas: “estamos en la cola para comprar pescado, pero este es un problema de todos, es colectivo, la empresa privada ataca demasiado al pueblo, la Constituyente está resolviendo y esperamos que siga trabajando”.