«Nos la pasamos rezando para que llueva y agarrar agua, porque sin gasolina los camiones cisternas no trabajan para comprar agua».
Este es el testimonio de la señora Carmen Montilla, habitante del sector La Montañita de Valera, quien cuenta que hace meses no cuenta con servicio de agua potable. Explica que Hidroandes está haciendo unas pruebas con «unas mangueras», pero a la fecha no ha resultado.
Muchas comunidades trujillanas se quejan de la carencia del vital líquido, del cual – en medio de la cuarentena por el Covid-19 – no cuentan ni para lavarse las manos.
Ana Contreras comenta que en la urbanización Santa Cruz de Valera, el agua llega una vez a la semana y en horas de la madrugada. «Uno se tiene que levantar a llenar los peroles, porque aunque el agua se va al medio día, uno debe aprovechar igualito», añade.
Habitantes del municipio San Rafael de Carvajal califican el servicio de Hidroandes como «pésimo». José Abreu señala que «si acaso» el agua les llega una vez a la semana en sectores como Campo Alegre.
«A veces una vez cada 10 o 13 días. Zonas de Carvajal como San Genaro, Corozal tienen ya con ese problema desde hace meses y zonas muy pequeñas, años; por ejemplo en Las Mesetas nunca hay agua», lamenta.
Es común ver a algunos ciudadanos desplazarse en moto – generalmente – para dirigirse al llenadero de Santo Domingo (Valera) para llenar recipientes con agua aunque sea para cocinar. Muchos alegan no disponer de tanques que les permitan «paliar» la crisis.