La situación con el combustible en la ciudad de Mérida pareciera no tener una solución definitiva. Desde hace más de dos meses persisten las largas colas en las afueras de las estaciones servicio para que los conductores de vehículos particulares y choferes del transporte público puedan abastecerse de gasolina.
El equipo de prensa de Diario Los Andes realizó nuevamente un recorrido por varias estaciones de servicio del municipio Libertador y la realidad es la misma, largas colas de vehículos para intentar llenar los tanques de gasolina.
Las fallas en el suministro de combustible también se repiten en otros municipios como Campo Elías, Tovar y las jurisdicciones que conforman la zona Panamericana, limítrofe con el estado Zulia.
Aun cuando los conductores no quisieron declarar sobre esta situación por razones de seguridad, ya que actualmente las estaciones de servicio son custodiadas por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, se observaban bastantes indignados. Al preguntárseles el tiempo que destinaron para colocarle combustible a sus vehículos, algunos expresaron que tardaron al menos hora y media, mientras que otros aseguraron que demoraron hasta más de tres horas para surtir de combustible.
Sin pronunciamiento
Las largas colas en las gasolineras se hicieron costumbre en la entidad merideña.
El gobernador del estado, Ramón Alexis Ramírez, o el jefe del Gabinete de Seguridad y Paz (Gsyp), Coronel Oscar Aponte Landaeta, no se han pronunciado al respecto; la última versión oficial fue anunciada por el mandatario regional el pasado lunes 14 de agosto del presente año, según un boletín de prensa emanado desde la oficina de prensa del Gsyp asegurando que esa misma semana se normalizaría el servicio de combustible, ya que para esa fecha Pdvsa “había despachado 27 gandolas de combustible al estado andino para poder recuperar el suministro y normalizar el servicio en los próximos dos días” detalla la información.
Sin embargo, a pesar de la “preocupación” del gobernador Alexis Ramírez para ese momento, luego de un mes se observa como la situación se agravó. Ahora los conductores deben destinar un día de su trabajo para hacer la cola y poder surtir de combustible sus vehículos, sin la garantía que haya en existencia gasolina de 91 octanos o 95 octanos, esta última conocida como la “sin plomo” y la más demandada por los usuarios.
Solo propaganda
Mérida en otrora se destacaba por ser el principal destino turístico, con los mejores servicios públicos y calidad de vida, incomparable a otros estados tanto por su clima, gente, como por los entretenimientos que ofrecía.
Actualmente, Mérida es un estado sumergido en el pésimo servicio eléctrico, en propaganda política, fallas en la distribución de gas, la severa escasez de alimentos y cuando hay son largas las colas para comprar una harina pan, a esto se le suman las dificultades por las que atraviesan los conductores para poder surtir de gasolina.