Un numeroso grupo de vigilantes privados, funcionarios de organismos como Cuerpo de Bomberos, Protección Civil, Policías del estado, trabajadores de Alimentación, Farmacología y Comunicadores Sociales quienes cumplimos horarios obligatorios y exigentes, manifestaron su inconformidad y total rechazo al maltrato recibido por parte de algunos “supervisores” de la empresa Bus Trujillo, quienes han optado por enviarlos a la “cola de los particulares” sin tomar en cuenta que arriban al terminal tras el cumplimiento de extenuantes y agotadoras jornadas de trabajo.
Los afectados, en su mayoría ciudadanos que realizan importantes roles laborales en horarios nocturnos y diurnos, tanto en el período de radicalización semanal como en la flexibilización del 7×7, subrayaron que han sido excluidos arbitrariamente del respaldo que deberían recibir de parte de los personeros de la empresa de transporte socialista, quienes argumentan que “solo el personal de salud tiene preferencia para ingresar de primeros en las unidades sin cancelar monto alguno del pasaje y sin esperar mucho tiempo para abordar las unidades”.
¿Quién cambiaría las órdenes?
Recalcaron los denunciantes que: “efectivamente, meses antes, por deferencia y cortesía especial del ciudadano gobernador del estado Trujillo G/J Henry Rangel Silva, en razón a la priorización de sectores esenciales de la vida económica y social, se hacía la cola junto a los trabajadores de la salud, quienes desde luego tienen especial atención por su arduo y meritorio trabajo y no había problema alguno, sin embargo de una cola de 20 o 30 personas de este sector, apenas cuatro o cinco llegan de cumplir realmente un horario en algún hospital, mientras la mayoría, generalmente de permiso o ya cesantes, se coloca su uniforme, su credencial y salen mayormente a los comercios a realizar compras personales y esto lo saben muy bien los supervisores y operadores de unidades”.
En el caso de los priorizados, bomberos, vigilantes, policías y comunicadores, salimos de nuestro diario trajinar cansados y con la premura de retornar a nuestros hogares, para regresar al otro día a laborar nuevamente y así sucesivamente.
Preferencias y amigos sin problemas
Pero por otra parte, resulta muy extraño y cuestionable, que en varios casos los supervisores más exigentes se hacen los “locos” cuando llega algún amigote de ellos o conocido de alguna empresa, pasajeros éstos que suben a las unidades como “Pedro por su casa”, lo que contraviene la supuesta “orden” dada por el ingeniero Darwin Pérez en excluir a los priorizados de la colaboración para trasladarlos a cumplir su misión o retornar a sus hogares.
“Entendemos que el sector salud por el grave problema del Covid-19 tiene la mayor de las prioridades y se les debe facilitar el transporte sin miramiento alguno; sin embargo, nosotros también somos priorizados y vamos a ciudades como Valera y Trujillo no precisamente a jugar o a hacer turismo”- dijo el vigilante privado Luis Colmenares, quien recordó que el socialismo implica inclusión, respeto, igualdad y solidaridad; solo que para algunos supervisores de Bus Trujillo (algunos son muy respetuosos), solo cuenta su arrogancia y prepotencia a la hora de maltratar a quienes, como ellos, nos levantamos muy temprano a cumplir con nuestro deber de trabajar, aún en tiempo de severa cuarentena”. Es más, a Bus Trujillo y su personal, siempre lo hemos respetado, pero ahora recibimos de ellos solo maltrato y discriminación”- agregó.
Se pregunta Colmenares…¿Entonces para qué se nos otorga un salvoconducto cuando nos “patean” para la cola de los particulares?
Los afectados hacen el llamado al gobernador Henry Rangel Silva, ya que al parecer el ingeniero Darwin Pérez, según expresan los propios supervisores, fue quien dio la orden de discriminar abiertamente a estos sectores laborales de la vida ciudadana en la región, algo que nos negamos a creer… ¡Cosas veredes Sancho!