Templo San Juan Bautista Orientador de la vida comunal

Es el icono e identidad del gentilicio de la ciudad de las Siete Colinas. Es la iglesia más alta de todos los Andes venezolanos.

 

 

Elvins Humberto González

elvins2020@hotmail.com

La Casa de Dios, como presencia de la Iglesia, ha sido la arquitectura decisoria en la formación de aldeas, villorios, pueblos y ciudades de Venezuela. La organización social está marcada profundamente por la acción del párroco que preside la modesta capilla en los inicios de cualquier comunidad. Las ciudades son la representación de cuanto lleva el hombre en su espíritu. Su fe, un fondo teológico y moral. Su cultura, una visión personal y colectiva de la vida. Valera es producto de esa prehistoria que llevaban los hombres que la pensaron, la proyectaron y la llevaron a cabo lentamente a través de los siglos, todo producto biológico y social de la cultura europea, mediterránea, árabe y española: lo que se llama la cultura hispánica. Valera no es producto espontáneo, como la mayoría de los pueblos venezolanos vertidos por La Conquista.

La Valera de 1920 según dice Don Luis González, al fondo observa el templo con una sola torre, luego fue derribada en 1926.

Valera nace durante los estertores de La Colonia, cuando el país está sofocado por la guerra de Independencia, donde ya hay un hiato entre estas tierras americanas y las Cortes de Castilla y Aragón. Cuando Gabriel Briceño de la Torre, un hombre de origen godo, hacendado y rico, ligado a los principales apellidos de los mantuanos locales, le solicita tierras a Doña Mercedes Díaz de Terán, dueña de la hacienda Santa Rita que ocupa el centro de la terraza, rodeada de otras haciendas y trapiches, y le presenta un proyecto de pueblo a fundar, además de explicarle las maravillas de que Dios presida tal fundación, si hay espacios para fabricar la capillita que se erigió a comienzos de 1818, donde oficiara la primera misa el padre Fajardo en 1819, un año cardinal en la historia de Venezuela, pues el 15 de febrero, en Angostura, Bolívar pronuncia su famoso discurso en el que se establece Colombia La Grande.

Doña Mercedes Díaz era una mujer analfabeta. Murió en 1814. Pero sus hijos -diez en total- conocían el proyecto de ciudad de Don Gabriel Briceño de la Torre, hijo del doctor Antonio Nicolás Briceño, avecindados en Mendoza. El territorio de Valera es jurisdicción de Escuque.

 

Capillas oratorias

Su construcción se inició en el año 1927 y culminó 26 años más tarde, en 1953.

 El “sitio” de Valera como se le llamó a esta comunidad de haciendas cuando fuera parte de la encomienda de Marcos Valera, tuvo en 1783 una capillita en el fundo San José, propiedad de los Briceño, donde una vez al año allí se celebraba la misa, cuando bajaba de Escuque o Mendoza el cura para llevar a cabo los oficios a los que asistían los trabajadores y sus familias de las haciendas de cacao, caña, tabaco, café y añil de las vecindades inmediatas. Esa capilla la registra en sus libros de memorias el Obispo Mariano Martí, una gran crónica del país, producto de sus viajes por la Venezuela adentro dando cuenta del crecimiento de los fieles, del progreso de los pueblos y de los problemas de los párrocos en sus entornos, en la que también narra la «historia secreta» del cuerpo social vecino de la que no escapan las liviandades del cura de la parroquia.

Un oratorio fue construido en Agua Clara, al lado de Carmania, por la familia Espinoza en 1848 que bendijo el Obispo de Mérida. También, en 1914, el Papa autorizó otro oratorio en la hacienda del caudillo local José Manuel Baptista, llamada La Esperanza, padre del doctor y general Leopoldo Baptista. La Valera de hoy, en pleno siglo XXI, cuenta con más de cuarenta iglesias entre La Puerta, al sur y San Luis, al norte.

El templo

La capillita de palma, piso y paredes de tierra bruta fue pasto de un incendio en 1821. Fue construida otra de mejor estructura y de una sola torre en 1873 por el padre Enrique María Castro que duró hasta 1927 cuando la derriba el padre Guillermo Parra, zuliano, médico y profundo baquiano de las ciencias de la arquitectura. La iglesia que se levanta es de estilo gótico, y se afirma que es una copia de otra levantada en Sabana Grande de Caracas. La concluye en 1933 el padre José Humberto Contreras, de gran belleza.

La Plaza Mayor

Para 1910 la tercera iglesia de San Juan vivía sus últimos momentos. La plaza principal ya se llamaba plaza Bolívar.

 La Iglesia San Juan Bautista de Valera impresiona por su figura dominadora del entorno: La Plaza Mayor, que fuera mercado durante la vida colonial, en cuyo alrededor se establecen las casas de gobierno, la cárcel, el cuartel, las mansiones de los ricos y los hijodalgos. En torno al templo y a la piara se instituye lo que se llama la cuadrícula histórica, que es el centro de la ciudad en torno a la que gira la vida política y social de los pueblos. Sitio de encuentros y reencuentros. En todas las plazas venezolanas está la presencia de Bolívar y en su vecindad la Casa de Dios, donde el hombre se encuentra con Él para confiarle sus cuitas, solicitarle, contrito, consejo, además de rogarle ayudas y milagros.


 

El cooperativismo olvidado

Por esa Iglesia San Juan, el Bautista y también el que nos dejara el Apocalipsis, han pasado sacerdotes de notable espesor moral y cívico, como Parra, Contreras y Andrade, quien librara nobles jornadas por la democracia el 19 de enero de 1958 con su «rogativa por la libertad» llamada Abajo Cadenas. Del padre José Humberto Contreras nunca podremos olvidar sus experiencias cooperativistas, las primeras en el país, entre 1938 y 1950, cuando construye urbanizaciones, levanta la Casa del Obrero, la Sopa del Niño, la Escuela de Niñas, un colegio de primaria y bachillerato en esa Valera lejana que hoy nadie recuerda. Contreras fue, sin la menor duda, un adelantado de la teología de la liberación cuando, por su riesgo y cuenta, asumió la opción por los pobres de la que hablaran en 1962 los Concilios de Puebla y de Medellín, cuando el Papa critica a una Iglesia dormida y en los brazos de los ricos y de los poderosos porque ha olvidado las pastorales de Jesús, sin la menor duda, de naturaleza socialista, que no es otra cosa que el compartir, ver al «otro» con el que nos hemos de solidarizar en la búsqueda de la armonía. Amén. (Referencias: Luis González y Raúl D. Castañeda)


 

En Detalles

19

Su altura interior es de 19 metros en los sitios más elevados, por 20 de anchura y 40 de largo

 

45

Las torres tienen una altura de 45 metros. En la fardada y las naves están los detalles de la arquitectura gótica, como se estilaba en los antiguos templos de Auvergne, en Francia, donde tal estilo cobró un esplendor en Europa entre los siglos XI y XJX.

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