El constituyente Jesús Farías ha dicho que la crisis económica se resolverá luego de las presidenciales, confirmando así que la prioridad del Gobierno – “por ahora” – no es la economía, sino las elecciones. Es por ello que la consultora política de la empresa Datastrategia, Beatriz Fernández dice: “las perspectivas económicas son muy malas. El país entró en un proceso de deterioro muy agresivo de todos los indicadores que, además, van a empeorar. Mientras más tarde se hagan las elecciones (presidenciales), más difícil lo va a tener el Gobierno». Pero advierte que quienes hoy ostentan el poder, tienen “sus mañas” para no dejarse quitar la primera magistratura nacional
No se equivocó el reconocido periodista César Miguel Rondón, cuando en febrero de 2017 (en una entrega de #AltaPolítica) aseveró que el Gobierno buscaría la manera de inhabilitar la tarjeta de la MUD, para así tener unas elecciones al “estilo nicaragüense, es decir, solo el Gobierno contra él mismo”.
Carlos Subero, articulista del portal informativo Venepress, hizo mención a los resultados de “diálogo” entre el Gobierno y la oposición en República Dominicana. “Se están dando a conocer los documentos borrador que surgieron desde diciembre pasado en las negociaciones entre el Gobierno del presidente Maduro y cuatro de los partidos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD)”, cuyo contenido refleja – en cierta manera – el por qué es tan difícil ganarle al Ejecutivo de turno, la venidera elección presidencial a pesar del descontento popular ante la situación económica que padece la población.
Acuerdo improbable
Estos llamados borradores, ratifican que era muy improbable un acuerdo entre las partes por varias razones, pero en especial, las de corte electoral. “El Gobierno iba a esa negociación tentado por un acuerdo de paz, para parar o mermar las sanciones internacionales y de reconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)”, opina Subero.
Sin embargo cree que al ingresar a la discusión, el Gobierno tenía un límite para acceder a las peticiones potenciales de la MUD. “Lo que se aprobara allí no podía generar la reunificación de la MUD, ya que eso habría significado retrotraer la situación a la ecuación política de diciembre de 2015, cuando la oposición unificada le propinó al Gobierno una amplia derrota electoral. Ese era el margen de negociación que llevaba el Gobierno”.
Condiciones electorales
Para Subero, la MUD – por su parte – llevaba las aspiraciones de mejorar sustancialmente las condiciones electorales, asunto que les llevaría a competir de tú a tú con el candidato oficialista en las elecciones presidenciales de 2018, un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) además de la libertad de los llamados presos políticos, el canal humanitario y devolver las atribuciones a la Asamblea Nacional opositora. “El pacto debía ser de tal cualidad que reunificara a la dividida MUD y la dejara presta para ganar las siguientes elecciones”.
Ecuación quebrada
De esta manera se quebraba la ecuación: el mínimo que exigía la MUD no llegaba hasta el máximo de lo que el Gobierno estaba dispuesto a dar, para cerrar el trato sin quedar desguarnecido.
Prolongar la desunión opositora
Para el articulista, el Gobierno requería que, después del trato, la MUD continuara desunida para así garantizarse o tener la primera opción en las inminentes elecciones presidenciales. “El Gobierno cedía en algunos asuntos pero para la oposición no eran suficientes. En esa posición estuvieron José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente de Dominicana, Danilo Medina, para que la MUD aceptara con solo algunos avances logrados. Pero a la MUD no le servía eso, porque esos ‘logros’ o avances no garantizaban que se resolvieran los problemas internos de la oposición (…) además de todos aquellos electores que decidieron abstenerse en las elecciones de gobernadores, generando la derrota de la oposición”.
No iba a ceder más
A consideración de Subero, no se podía esperar que el Gobierno pasara un cuchillo por su garganta, cediendo más allá de lo que consideraba riesgoso. “Pero tampoco era lógico esperar que los delegados opositores se vinieran de Dominicana con solo un fajo de buenas promesas oficialistas, porque aquí en Venezuela entonces miles de opositores lo iban a rechazar. Eso hizo imposible el acuerdo”.
Realidad innegable
En otras palabras, como ya lo habíamos dicho en octubre de 2017 también en #AltaPolítica (luego de las elecciones regionales), el Gobierno de turno tras el fracaso del “diálogo” en Dominicana, aún cuenta con un núcleo duro de votantes que están con él pase lo que pase. Analistas señalan que la dependencia gubernamental era un vicio, pero ahora – con el agravamiento de la crisis – es un tema de supervivencia. Las elecciones presidenciales están propensas a darse en un clima de ventajismo a favor de Maduro.
El Gobierno desde el 2016, “inventó” un programa alimentario llamado Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), el cual ha sido señalado de crear clientelismo político, sumado a una serie de bonos económicos entregados a la población a través del Carnet de la Patria, otro instrumento calificado como “sistema de control”.
La presión sobre los empleados públicos sigue siendo un problema no resuelto. El éxodo masivo de venezolanos es otra desventaja, en promedio ronda los 4 millones, y estos – seguramente – no se fueron del país por estar de acuerdo con las políticas aplicadas por el mandatario nacional, y crece la incertidumbre sobre la posibilidad de negarles votar desde el exterior. Eso sin mencionar el descrédito que tiene el ente electoral. Por estas y muchas otras razones, es tan difícil – no imposible – ganarle a un Gobierno tan malo.
¿Está muriendo el Psuv?
Recientemente fue oficializado la creación del partido político “Movimiento Somos Venezuela”, conformado por representantes del gobierno de Nicolás Maduro, quienes renunciaron al Partido Socialista Unidos de Venezuela (Psuv), grupo que aseguran estará representado por todos los sectores sociales y lo “mejor del país”.
La nueva tolda política liderada por la presidenta de la cuestionada ANC, Delcy Rodríguez, ha sido impulsada por el mismo presidente de la República y se perfila como una alternativa renovada que aparentemente marca distancia del Psuv, partido conformado en el 2007 por el fallecido presidente Hugo Chávez.
“El partido Somos Venezuela está completamente legalizado. Hemos renunciado a nuestra militancia al Psuv para incorporarnos a Somos Venezuela. Estamos abriendo los registros para que los venezolanos se incorporen”, expresó Rodríguez.
El grupo impulsado por el presidente Nicolás Maduro nació en junio de 2017 como parte de un mecanismo social del Estado para la verificación de datos, confirmación de necesidades o requerimientos de las personas carnetizadas por el Carnet de la Patria, con la finalidad de optimizar el alcance y avance de las misiones socialistas.
Según cifras emitidas por el Gobierno, el Movimiento Somos Venezuela (MSV) tiene más de 150 mil miembros que se encargan de contactar a las personas registradas en el Carnet de la Patria, vía mediante la cual se han entregado beneficios económicos y materiales a familias inscritas en Hogares de la Patria, adultos mayores, personas con discapacidad, desempleados, entre otros.
El MSV recientemente constituido como un partido político para participar en las elecciones presidenciales de 2018, arroja en el aire muchas preguntas, porque deja entrever que dentro de la tolda roja las cosas no marchan del todo bien. Hay que tomar en cuenta que el Psuv fue fundado en marzo de 2007 por Hugo Chávez y nació con la intención de agrupar a todas las fuerzas políticas y sociales que apoyaban a la llamada Revolución Bolivariana, cometido que no logró y que ahora parece más difícil de alcanzar con una nueva organización política impulsada por el propio mandatario nacional, Nicolás Maduro. ¿Está tomando distancia Nicolás Maduro del Psuv? ¿Por qué?