Anggy Polanco
Camisas, pantalones, zapatos, juguetes y hasta artículos de ferretería que en otras épocas eran desechados por los tachirenses, son vendidos en un mercado de objetos usados que crece a lo largo de una acera a las afueras del terminal de San Cristóbal.
Sobre la malla de Hidrosuereste se observa desde trajes de flux hasta ropa para bebé, usados, y en la orilla de la acera exhiben calzados de diversas tallas, modelos y colores.
Otros ofrecen bultos escolares algunos ya desteñidos por el uso, así como repuestos de ferretería como llaves, mangueras y otros objetos extendidos sobre plásticos, mientras que por un lado transitan los sancristóbalenses que sin dudar consultan los precios de los artículos exhibidos.
“Lo más caro cuesta 5000 pesos en ropa de caballero, en ferretería cuesta 5000 pesos y lo más económico 1000 pesos. Se reciben también bolívares”, narró la vendedora Daisy Rivas, una vendedora que se desplazó desde Yaracuy al estado Táchira e inició el negocio de prendas usadas desde enero de 2019, con otras tres personas.
Daysi ha visto crecer el negocio, ya la cuadra está ocupada por completo y se extiende. Las prendas que más vende son camisas y pantalones para hombres.
Muchos tachireses les venden a ellos la materia prima, que son los objetos que ya no desean más pero que de pronto pueden sacar algún provecho económico, transan un precio y luego estos vendedores los ofrecen en un precio estimado basado en el peso colombiano para también ganar un porcentaje.
“Muchos no pueden acceder a los productos de las tiendas que ya están dolarizadas, y prefieren buscarlas usadas en vez de nuevas. Lo que más se vende es la ropa de caballero, la de ropa de bebé y prendas para mujeres embarazadas”, expuso Rivas.
En la acera los vendedores ofrecen “zapatos por 2000 pesos”. Una prenda de vestir puede costar entre 1000 y 5000 pesos, dependiendo del estado de la blusa o pantalón.
“No podemos comprar zapatos nuevos”, expresó un hombre que se acercó a preguntar los precios de los calzados.
“Qué hace la pobre gente si no tiene para comprar un pantalón nuevo, un par de zapatos cuesta 600.000 y un pantalón 1 millón de bolívares. Esto es una alternativa, yo no compro ropa desde hace 20 años”, manifestó Leopoldo Moreno.