Hace 20 días Willy Moncada, un joven del sector de Barrancas, municipio Cárdenas del estado Táchira, emprendió camino hacia Estados Unidos para cumplir el sueño americano, pero nunca imaginó que mientras estaba en esa travesía, el gobierno de los Estados Unidos, adoptaría una nueva medida migratoria para los venezolanos.
Se encuentra en México, en el estado de Chiapas y junto a unas 600 personas más, la mayoría venezolanos, sigue su camino para tratar de llegar a Estados Unidos; está arrepentido de haber tomado esa decisión y ahora quisiera retornar a Venezuela.
Confiesa que la experiencia ha sido muy dura, pues ha recibido malos tratos, ha sido robado y ha comido muy mal, solo pide un mejor trato humanitario.
Moncada narró que atravesó la selva del Darién donde vio personas muertas y padres que tenían que soltar a sus hijos por la fuerte corriente del rio. Luego de pasar la selva llegó a Panamá y de ahí lo sacaron en un vehículo hasta Costa Rica, en donde asegura les entregaron dos bollos de harina y una salchicha para comer. Al pisar tierra hondureña le entregaron un salvoconducto y pasó a Nicaragua donde no tuvo ningún tipo de problemas.
Indicó que la situación empezó a ser más difícil al llegar a Guatemala, “ahí desde que pisamos la frontera hasta que se sale, si los policías no montan unas 200 alcabalas y le quieren quitar al venezolano de a 200 quetzales, el que le ven plata en la cartera se la roban; eso vienen siendo 30 dólares por alcabala para poder pasar; ya cuando uno llega a la frontera de Guatemala con México ya uno no lleva dinero”, contó.
Aseguró que en México junto al grupo de personas con las que camina, les ha tocado mendigar comida y agua; y si algún mexicano de buen corazón, les quiere dar agua, la policía del país azteca, los corre. En los últimos dos días solo ha comido pan con agua. Dijo que, si algún venezolano se monta en un vehículo para poder avanzar, la policía o la guardia los baja, le quitan el dinero y se los llevan detenidos por unos cuatros días y lo pueden deportar para Guatemala.
Moncada está en compañía de un amigo, salió de Venezuela para darle un mejor futuro a su hijo, quien se quedó en el estado Táchira y dijo que, si no logra ingresar a Estados Unidos, prefiere que lo envíen a Venezuela y no a Guatemala.
Todavía le queda mucho camino por recorrer, tiene que caminar dos días y dos noches para llegar a una población que se llama San Pedro, en donde le van a entregar un permiso que le permite estar por 15 días en la población de Tapachula, sin embargo, sabe que si algún policía lo agarra le puede romper el permiso y sacarlo de ese país.
Pidió que una ONG los apoye con comida y con atención médica, pues está caminando con personas que están enfermas, mujeres embarazadas, niños deshidratados, personas mayores, “aquí no hay una ONG que vele por el migrante”, expresó.
Reiteró que no tiene problema en regresar a Venezuela, pero ya casi no le queda dinero y por eso le da miedo que lo envíen a otro país. Agregó que el dinero que perdió en esa travesía lo puede recuperar trabajando.
Willy Moncada seguirá el camino para ver hasta dónde puede llegar, le pide a Dios fortaleza para aguantar esa dura experiencia y entendimiento para tomar una decisión que le permita estar en el lugar, en donde le pueda ofrecer un mejor futuro a su hijo.
Por: Zulma López DLA