Táchira/ José pide una vivienda de techo y paredes, no de papel

José Valera vive en el sector Santa Elena parte alta junto a su hija de condiciones especiales. Su vivienda esta fracturada producto de los deslizamientos de tierra, y a pesar de que a su esposa le aprobaron en Miraflores la asignación de una vivienda, solo quedó en papel

José Alfredo Valera Bonilla vive junto a su hija con condiciones especiales en una vivienda fracturada en Santa Elena. Foto: Carlos Eduardo Ramírez

José Alfredo Valera Bonilla tiene 58 años de edad. Vive desde hace 19 años en el sector Santa Elena parte alta con su hija de 26 años, quien padece de esquizofrenia y retardo mental. Ambos tienen temor, pues el techo, las paredes y los pisos de la casa están fracturados, producto del deslizamiento del terreno, que empeora con las lluvias.

Hace 13 meses falleció su esposa, quien en septiembre de 2013 fue a Miraflores y consiguió una postulación de vivienda, por ser militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), pero a pesar de tener su carpeta en orden en la Gobernación de José Gregorio Vielma Mora no se los avalaron, y murió esperando una respuesta.

 

Foto: Carlos Eduardo Ramírez

En el año 2000 funcionarios de Protección Civil les pidieron que desalojaran, pero la opción era irse a vivir en un refugio, a lo que se negaron porque no había posibilidad de tener vivienda y les daba temor someter a su hija con condiciones especiales a ese ambiente.

“El peligro que se nos caiga la casa, está toda cuarteada, partida, en cualquier momento se nos va, y yo no tengo para comprar una casa, y con el trabajo que yo tengo gano muy poco. Dicen que son terrenos movedizos y esto es como puro relleno, y estamos como en alto riesgo”, expresó.

José Alfredo trabaja en el Club de Leones en San Cristóbal en donde gana 130 bolívares, dinero con el que medianamente se alimenta y paga para que le cuiden a su hija mientras labora. El comedor de Alimenta la Solidaridad los apoya con una comida al día, por tratarse de un caso especial y de extrema pobreza.

 

Foto: Carlos Eduardo Ramírez

Producto de los deslizamientos de tierra, su hija se cayó y se fracturó un codo. Tiene que hacerle una tomografía que cuesta 80 dólares y no cuenta con el dinero. También hay que hacerle una operación.

Se sienten abandonados por las autoridades. Al alcalde de San Cristóbal, Silfredo Zambrano, no lo conocen en la zona. “Cuando hay elecciones que han venido unos dos del chavismo, prometen y un tal Tapia vino y dijo que no tenía para donar nada”, dijo.

Mientras tanto la hija de José guarda en su habitación la carpeta que hizo su mama solicitando vivienda. No pierde la esperanza de que alguna autoridad se apiade y haga valer lo que consiguieron hace años, una vivienda, que quedó solo en papel, porque no llegaron los bloques.

Foto: Carlos Eduardo Ramírez

Como ellos hay al menos 30 familias más en Santa Elena parte alta, quienes no tienen a dónde irse y habitan en viviendas que están a punto de derrumbarse, por los constantes deslizamientos de tierra.

 

Foto: Carlos Eduardo Ramírez
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