Washington, 5 abr (EFE).- El Tribunal Supremo de EE.UU. dio este lunes la razón a Google al considerar que no violó las leyes federales de derechos de autor cuando usó partes del código de programación Java, creado por una empresa adquirida por Oracle, para desarrollar su plataforma Android.
El fallo supone una gran victoria para Google, que llevaba años envuelta en un litigio con Oracle por los derechos del código Java.
De los nueve jueces del Tribunal Supremo, solo evaluaron el caso ocho, ya que la conservadora Amy Coney Barrett no formaba parte de la corte cuando se produjeron los argumentos orales. En concreto, seis magistrados votaron a favor de Google, mientras que dos lo hicieron en contra.
El caso se remonta a 2010, cuando Oracle denunció por unos 9.000 millones de dólares a Google, que pertenece al conglomerado Alphabet, por desarrollar su software de Android utilizando partes del lenguaje Java, creado por una firma adquirida por Oracle, Sun Microsystems.
Desde entonces, se han celebrado tres juicios, el último de ellos en 2018, cuando la Corte de Apelaciones del Circuito Federal de EE.UU. resolvió que Google utilizó de forma «injusta» el código de programación Java al desarrollar su plataforma Android y dio así la razón a Oracle.
La empresa de Mountain View (California, EE.UU.) decidió recurrir la decisión y la disputa llegó finalmente al Supremo, que celebró una audiencia para estudiar el caso en octubre del año pasado.
Durante todo este tiempo, Oracle ha defendido que Google copió interfaces de programación de aplicaciones (API) de su código Java, unas 11.500 líneas, para desarrollar su sistema operativo Android, que es utilizado por la mayoría de teléfonos móviles del mundo; y, por eso, cree que debía haber pagado una licencia o escrito su lenguaje.
Google, por su parte, ha asegurado que obró de forma lícita y, en el pasado, su entonces presidente ejecutivo, Eric Schmidt, que dejó el puesto en 2017, dijo creer que su empresa podía usar libremente Java, porque él personalmente dio a conocer el lenguaje de programación en 1995 cuando era un alto ejecutivo de Sun Microsystems.
El fallo de este lunes del Tribunal Supremo podría tener consecuencias en el desarrollo de software de las «startups», ya que podrían llegar más demandas por usos no autorizados de API, algo que en este caso Google argumenta que vio «justo» y no creyó requiriera permiso de Oracle.