El pasado 7 de octubre se realizó el foro: “Prevención de suicidio en personas LGBTIQ+” organizado por el Movimiento SOMOS en las instalaciones del Teatro César Rengifo en la ciudad de Mérida. El panel de profesionales estuvo liderado por el Dr. Luis Rivera, psiquiatra del Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes; Richard Morán, educador y orientador escolar y Anaís Quintero, directora del Centro LGBTIQ+ de Mérida y coordinadora regional del movimiento SOMOS. El Foro tuvo como objetivo visibilizar las realidades y demandas de salud mental por parte del colectivo LGBTIQ+ y profundizar en cómo entornos homofóbicos y transfóbicos y los discursos de odio representan factores de riesgo para el suicidio en esta población, especialmente en jóvenes.
El Dr. Luis Rivera destacó que la Organización Mundial de Salud señala que “la discriminación, descalificación y el rechazo continuo a personas que tienen orientaciones sexuales e identidad de género no hegemónicas representan un factor de riesgo para el suicidio”. Subrayó que actualmente no existen cifras oficiales sobre suicidios en Mérida que, históricamente, ha sido el Estado con mayores tasas de suicidio en el país. Aunado a eso, tampoco existen mecanismos de recolección que permitan determinar cuándo una persona LGBTIQ+ decide quitarse su vida por razones de odio, discriminación o autorechazo.
Por su parte, el profesor y orientador Richard Morán destacó la importancia de ambientes escolares seguros y libres de discriminación no solo para el reconocimiento de las infancias LGBTIQ+ como sujetos de pleno derecho sino también para proteger su desarrollo y calidad de vida y, muy especialmente, su salud mental.
“Las instituciones escolares en Venezuela no cuentan con manuales ni protocolos de actuación y resguardo a NNA de la población LGBTIQ+, tampoco existen programas de formación a personal educativo en estos temas. En ocasiones, el personal docente no sabe cómo responder ni se siente obligado a actuar antes hechos de discriminación por orientación sexual o identidad de género en las aulas por falta de herramientas, que se resumen en una ausencia de políticas educativas para la protección e inclusión de infancias diversas”
En el foro se subrayó que la discriminación y el acoso escolar por homofobia o transfobia son cotidianos y dejan heridas profundas en las vidas de las personas LGBTIQ+, lo que representa un factor de riesgo para la ideación suicida y el suicidio en el colectivo.
Anaís Quintero, directora del Centro LGBTIQ+ de Mérida, compartió datos recolectados de la plataforma de acompañamiento psicosocial #NoEstásSolx de SOMOS sobre las realidades de la salud mental en la población LGBTIQ+, siendo la ideación suicida o las experiencias asociadas al suicidio la tercera razón por las que las personas LGBTIQ+ acuden al grupo de apoyo en Mérida. “Destacamos la presencia de ansiedad, rasgos depresivos y tristeza en muchos casos, asociadas a discursos de odio religiosos o seudocientíficos en hogares, escuelas, medios, iglesias y espacios públicos”. Esas situaciones están marcadas por presencia en entornos familiares violentos y LGBTIQfóbicos en un 62%. En el caso de las personas trans y no binarias que han acudido a grupo de apoyo el 100% ha manifestado querer suicidarse o ha pensado en algún momento de su vida hacerlo. Para las personas trans se suman otros factores como la discordancia de género y la ausencia de políticas públicas y recursos económicos que les permitan acceder a una reasignación de sexo de forma oportuna. A todas estas realidades se suman las deficiencias de servicios de salud mental públicos, colapsados por la Emergencia Humanitaria, y las brechas de acceso a la salud mental por homofobia y transfobia en servicios privados y públicos.