A tres días del “fin del mundo”, anunciado por varios teóricos e intérpretes aficionados de El Apocalipsis, los valeranos permanecían inmersos en sus pequeñas catástrofes diarias. Hacían fila en algunos supermercados, del centro de la ciudad, donde había llegado arroz. Otros, con sus rostros cubiertos a la sobra de un cartón, esperaban en cola su entrada a los bancos, en busca del escaso efectivo.
Algunos de ellos respondieron al Diario de Los Andes de manera tajante: “solo Dios sabe cuando se acaba este mundo”. Decían fieles a las palabras de Jesús a los discípulos, quienes luego de cuestionarlo acerca del fin de los tiempos, le oyeron decir que no se alarmaran, nadie sabe ni el día, ni la hora. Únicamente el Padre tiene la fecha anotada.
Caso de todos los años
Todos los años hay una profecía nueva inspirada en los pasajes bíblicos. Este 2017 corresponde al impacto inminente del “Planeta X”, este 23 de septiembre. La idea surgió de un documental llamado “The Sign” (La Señal), en el cual se asegura que este planeta se estrellará con la tierra. Esto debido a la supuesta culminación de la alineación de Mercurio, Venus, Marte y Júpiter.
El documental fue producido por Josh Turnbow y Robert Dvoran, quienes incluyen pasajes bíblicos y profecías que avalan la destrucción de nuestro único hogar. Por otro lado, los científicos de la Nasa explican que el “Planeta X” es una hipótesis. Además desestiman un futuro choque planetario, pues de ser cierto se detectaría de inmediato.
Calentamiento global
Finalmente, los recientes fenómenos naturales (huracanes, sismos y vaguadas) son las supuestas señales del apocalipsis. Los ambientalistas asumen otra posición. Estos fenómenos son una respuesta de la tierra ante el impacto de la contaminación atmosférica, que causa el calentamiento global.
Eso es embuste