Para esta fecha, en años anteriores, varios colores de pintura estaban escasos porque las ventas superaban las expectativas de las ferreterías. Las fachadas e interiores de las casas, sobre todo en Boconó, lucían una “cara” bonita y limpia; pero este 2017 no es así.
Rayados, manchados y llenos de propaganda política se ven la mayoría de los hogares del Jardín de Venezuela. Unos que otros son retocados con el mismo color o con el invento de sus dueños: mezclas de cal, sal, maicena, pintura al frío y agua.
Un galón, un sueldo mínimo
La tradición de pintar las casas para recibir el nuevo año se desvanece con la crisis económica que agobia a los venezolanos. Un galón de pintura, depende de la marca y el color, sobrepasa el sueldo mínimo que se devenga actualmente. De 200 hasta 480 mil varían los galones, un cuarto de pintura en aceite 200 mil, mientras que los cuñetes llegan fácilmente al millón.
Según los comerciantes, solo un 20% de la población boconesa está comprando pintura y clase C para retocar sus viviendas, puesto que tampoco hay despachos de pintura con regularidad desde hace seis meses. Las empresas no tienen plástico para la elaboración de envases; de hecho los colores más ofertados son blanco o marfil y no de la misma calidad de antes.
Inaccesibles
Las brochas también están costosas, una de cuatro pulgadas cuesta 75 mil, pero hay otras por las que fácilmente piden 180; por eso es común quitarlas prestadas a los vecinos y amigos. Incluso se corroboró que gran parte de las personas que retocan, solo lo hacen en fachadas y de media pared hacia bajo en interiores; desde hace dos años.
Los precios se “dispararon”
Un comerciante que prefirió el anonimato describió en cifras el brutal aumento de precios. En el 2016 con 33 millones de bolívares compró 4.740 potes de pintura y, para este año, con esa misma cantidad de dinero solo pudo adquirir 300. En mayo de 2017 un galón de pintura costaba 9 mil y un cuñete 37 mil. Hoy por hoy el primero llega a 480 y el segundo al millón.
Ellos comentan
Eleana Montilla: “Retocaré las paredes de mi casa de la mitad hacia bajo, el frente y la sala todo con el mismo color porque para mi es imposible comprar otro en más de 200 mil. Las brochas me la prestarán”.
Martín Manzanilla: “Pinté del mismo color blanco brillo de seda la sala y el frente nada más. Hice una inversión de 800 mil, esto con sacrificio para no perder la tradición, porque la inflación nos está consumiendo todo”.
Olivia Delgado: “Voy a retocar el frente de la casa porque está muy feo, adentro no porque las pinturas están carísimas y necesitaría mínimo tres galones. Antes cambiaba el color pero ahora no se puede”.