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La Sociedad Anticancerosa representa la cristalización de un logro, años de trabajo intenso para determinar las cifras exactas de mortalidad por cáncer y programar todo lo relacionado con la pesquisa y la prevención de esa enfermedad, tomando en cuenta que el estado Trujillo es uno de los más castigados por este mal.
La Sociedad Anticancerosa del estado Trujillo tiene un haber positivo. Ejemplo como experiencia de participación privada en la búsqueda de soluciones a un complejo problema de salud pública como lo es el cáncer, alta causa de muerte en el país y, desde luego, en el estado Trujillo, todo gracia a la iniciativa y perseverancia del doctor Rafael Isidro Briceño su creador-fundador.
La Sociedad Anticancerosa fundamenta su filosofía en «atender a personas sanas», eslogan que su fundador siempre colocaba como tarjeta de presentación. Se diseñó estructural y funcionalmente, para la atención de adultos sanos. La idea es determinar el tipo de patología que pudiera detectarse, en adultos aparentemente sanos y ser factor de riesgo para la salud a corto o mediano plazo. Algunas personas que se consideran con excelente salud, podrían ser portadoras asintomáticas de ciertas patologías incluyendo el cáncer.
La clave del éxito
El secreto del éxito para que hoy día esta Clínica de Pesquisa sea considerada un modelo de eficiencia a nivel nacional y latinoamericano, está, en la dedicación al trabajo, cariño por lo que se hace, comprensión para el paciente y con la obra que se realiza, así como la cooperación de todos los involucrados. Igualmente hay que trabajar con seriedad, dejando de un lado la improvisación y realizarlo todo planificadamente. La Sadet es un buen ejemplo de cómo se deben hacer las cosas.
Una sola palabra, prevenir
La institución se ha caracterizado por el uso menos medicina curativa y más medicina preventiva; dividiendo las acciones a seguir con prioridad a resolver los problemas primarios haciendo énfasis en las necesidades de la gente de más bajos recursos. Para esto hizo falta que se formara un equipo multidisciplinario para realizar planes que permitieran mejorar la calidad de vida, conformando un ambiente saludable.
El principal objetivo de la reconocida institución se centra en la unificación de esfuerzos comunitarios y sociales, principalmente en la ciudad de Valera, a fin de coordinar de manera objetiva y técnica la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación del cáncer, en el estado Trujillo y sus áreas de influencia.
Algo de historia
La historia de la Sociedad Anticancerosa del estado Trujillo (Sadet), se rememora desde 1982 cuando es fundada
por el Dr. Rafael Isidro Briceño como una Organización No Gubernamental, sin fines de lucro.
El Dr. Briceño logro contar con el apoyo irrestricto de un excelente grupo humano de hombres y mujeres, juntos se enfocaron en un objetivo: contribuir sistemáticamente en la lucha contra el cáncer del cuello uterino.
La ciudad de Valera sería el lugar idóneo para enarbolar tan loable iniciativa, la cual emergía por el índice alto de mujeres afectadas por dicha enfermedad y con escasos recursos económicos. La Sociedad nación para contribuir a palera y prevenir un grave problema de salud que se convirtió en un gran problema social.
Según rememora el Dr. Raúl Díaz Castañeda, médico que ha estado en la Sadet por espacio de esto 37 años de lucha, la actividad de la Sociedad comenzó a funcionar en la calle 10, en la antigua casa de la doctora María Pura Pérez, donde el Dr. Briceño y sus colaboradores entre ellas la señora Cuevas, con el objetivo de tratar el cáncer de cuello uterino.
“Existía la preocupación por estos casos, ya que tenía un profundo componente social, porque el cáncer de cuello uterino incide y crea morbilidad extrema, dolorosa y alta mortalidad en las mujeres multíparas que se tenía en Trapo.
“La Sociedad Anticancerosa, es una institución que es modélica en el concierto de las instituciones de salud que prestan servicio en Trujillo, es una organización en la que ha tratado de conservarse el espíritu que definió el Dr. Rafael Isidro Briceño”, compartió el doctor Raúl Díaz Castañeda, quien además resalta que sentirse satisfecho por su aportado en la institución durante todos estos años.
La Sadet se muestra como un ejemplo de que se pueden hacer grandes cosas en la ciudad.
La idea era crecer y así se hizo. Para el año 1993 en especial el día 24 de septiembre se cristalizó un gran sueño, el sueño dorado del Dr. Rafael isidro Briceño, se puso en funcionamiento la Clínica de Pesquisa con la inauguración de sus moderna y actual sede, sitio donde por muchos años sirvió como sede del Aseo Urbano de Valera.
La meta que una vez se trazó el Dr. Rafael Briceño, se había cumplido y recibió la bendicen de Monseñor José Vicente Hernández Peña, que con palabras alentadoras y oraciones al Señor bendijo las instalaciones de lo que hoy es para los trujillanos una verdadera y necesaria salida al mal negro, como lo es el cáncer.
Referencia
del desarrollo social
La Sadet, 37 años después sigue ofreciendo asistencia médica, implementa un proceso de educación continua, dirigido a las comunidades con el fin de crear una toma de conciencia colectiva, mediante la presidencia del Dr. César Ponce, quien ha mantenido el legando del Dr. Rafael Isidro Briceño, la Sadet, mantiene su principal objetivo, centrarse en la unificación de esfuerzos comunitarios y sociales que contribuye con el desarrollo social y colectivo de la urbe.
Hoy día, es una de las instituciones sanitarias de mayor prestigio en nuestra entidad, de referencia organizativa. Puntal de referencia obligatoria cuando de hablar de la salud regional se refiere
Afortunadamente, la clínica ha contado con lo necesarios para hacer un diagnóstico precoz de esta terrible enfermedad, para la cual existen medidas terapéuticas.
La Sadet se fue organizado y planificado para ejecutar las acciones pertinentes, siempre orientando hacia la prevención, no para acabar con el cáncer sino para bajar la incidencia de la enfermedad.
IDENTIFICACIÓN
PLENA CON
LA COMUNIDAD
Las instalaciones del Sadet se mantienen muy bien, y no solo porque exista una normativa de conducta o constante supervisión del comportamiento de los pacientes, sino que los usuarios se identifican con la Clínica, la ven con el orgullo que nos dan las buenas cosas nuestras.