Eduardo Viloria
La especulación con el costo de los principales alimentos de la dieta diaria, se ha desatado en los municipios del eje panamericano, donde cada quien vende los productos al precio que mejor le parezca, no habiendo gobierno local, llámese alcaldes o concejales, menos fiscales del Sundde o de otro organismo y si los hay no se dan por enterados del sufrimiento de los consumidores que dan vueltas y vueltas en busca de los productos a los mejores precios, pero estos no se encuentran, pues en la mayoría de los casos, los costos son impuestos por los negocios que tienen los alimentos y los venden como les viene en gana a sus dueños.
El kilogramo de carne, según dijo un vecino, está ya por los 900 bolívares soberanos en casi todos los municipios, Miranda, Sucre, La Ceiba y Bolívar, no obstante que en las localidades existen rebaños de vacunos, un moderno matadero que abarataría los costos, sin embargo la mayoría de la carne que se consume en la zona procede de mataderos clandestinos, sin ningún tipo de control sobre la salud de las reses sacrificadas.
El arroz amaneció ayer a 200 bolívares soberanos el kilo en algunos negocios porque en otros llegan a pedir hasta 250 bolívares soberanos, igual alza se nota en las legumbres, especialmente en las caraotas.
De la harina precocida ni se diga, esta no se encuentra y si la hay es a precio ajustado a la especulación, que al fin y al cabo son los que mandan sobre los costos.
En cualquier negocio o puesto que se monta en la calle, no es para favorecer el consumidor, sino para especular, dijo el vecino al despedirse del periodista.