POR EVER GARCÉS
En Venezuela tenemos figuras asociadas al terror, que no son precisamente quienes nos gobiernan. A continuación, te dejamos con los espantos más conocidos que según leyendas populares y ancestrales se aparecen en Semana Santa:
El Silbón
Es el fantasma de un joven que asesinó a su padre, luego de que este último acusara a la mujer de su hijo como una “mujerzuela” y la asesinara. Finalmente, el joven fue castigado, maldecido por su abuelo con latigazos, mordido por perros y condenado a penar con un saco que contiene los restos de su progenitor. Cuando está al acecho emite un silbido cuya intensidad aumenta cuando está lejos y disminuye cuando está cerca.
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La Llorona
Dicen que fue una española que vivió en tiempos coloniales y tuvo amoríos con un indígena, dejando como fruto de ese romance a varios niños. Los hermanos de la mujer, al enterarse de aquella relación prohibida para aquel entonces, mataron a todos sus sobrinos. Desde ese momento, la joven vaga por los llanos venezolanos llorando a sus hijos. Asusta a cualquiera que se atraviese por delante, tanto a niños como a adultos.
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La Sayona
Es quizás el espanto más famoso. La historia se origina en el hogar de una ama de casa llamada Casilda, que mató a su madre y a su marido por la sospecha que tenía sobre un romance entre ambos. Su mamá, en medio de la agonía, la maldijo para siempre. Se le aparece a los hombres infieles y mujeriegos que siempre andan en busca de una aventura. El fantasma los atrae con su encanto y después los mata del susto.
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El Enano de la Catedral
Desde tiempos coloniales, el Enano de la Catedral aparece después de la medianoche, al lado de la Plaza Bolívar de Caracas, para matar de un infarto a quien se atreva a pasear por esas calles. Tiene un aspecto bastante amable y divertido, es más, es capaz de mantener una charla amena con la víctima, pero en lo que se descuida, el pequeño se transforma en el demonio que realmente es.
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El Ánima Sola
Este es uno de los más espeluznantes, tiene como finalidad el hacer daño por efecto psíquico u otros medios de manipulación de terceros, el Anima se encarga de castigar el olvido de aquellas personas que acostumbran a pedir favores a los muertos a cambio de prenderles una vela en un altar, es decir, aquella persona que reciba el favor y no prende la vela, recibe un recordatorio tenebroso.
La Chinigua
La Chinigua es el espíritu condenado de una mujer, que valida de su belleza, coqueteó en el mundo con los hombres y a ninguno le entregó su corazón y cuando murió no fue recibida en el cielo y fue devuelta a la tierra para que se enamorara de verdad. Por eso la Chinigua anda por el mundo buscando novio, enamorándose de los hombres jóvenes y buenmozos, para cumplir su penitencia.