Se solicita personal, para dirigir la MUD

Qué difícil es reconocer la derrota. Sobre todo, si esta deja sin esperanzas al derrotado. Hay quienes afirman que, por lo menos en política, la derrota es huérfana; por lo tanto, deja muertos insepultos. Aunque, algunos han logrado resucitar, pero el viacrucis para lograrlo ha sido largo y tortuoso. Se requiere mucho talento para recuperar el liderazgo perdido. Y, precisamente, de esto es de lo que más carece la dirigencia oposicionista de nuestro país.

Cada día demuestra con mayor notoriedad que, la falta de talento, es su mayor precariedad. Por ello, como un mal jugador de billar, “ni en un sobrero hace carambola”. Es tan errática que, ni las victorias las ha sabido administrar.

El libreto para explicar los resultados electorales, de cada una de las veintitrés elecciones que se han realizado en estos diecisiete años, es el mismo. Hasta cuando ganaron el Referéndum Consultivo del año 2007; así como, en las elecciones parlamentarias del 2015, gritaron FRAUDE.

Éste es su adjetivo preferido. Al coro se le unieron nuevos concertistas. Para el proceso electoral del 15 de octubre pasado, el gobierno estadounidense, el canadiense, la Unión Europea y las “meninas” latinoamericanas que comenzaron siendo diecisiete y se han reducido a once, han asumido el control de la “banda”. Donald Trump y Luis Almagro, vestidos de frac y de levita son sus “capos”. Creen que pueden sustituir a Gustavo Dudamel, en nuestro Sistema de Orquestas Sinfónicas; pero, no saben ni siquiera que es una “retreta”.

No había terminado la Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Rectora Tibisay Lucena, de anunciar los resultados electorales de dicho proceso, cuando el inefable Enrique Capriles, quien se resiste a dejar de ser el principal dirigente del oposicionismo (cosa que hace rato dejo de ser) anunció el fraude. ¿Y cómo lo sabes?, le preguntó Ramos Allup, quien quería seguir siendo el anunciador oficial del mismo. A lo cual, Capriles respondió, es la directriz que me dió Rex Tillerson, el Secretario de Estado de los Estados Unidos. En tono de burla, le comentó al oído a Julio Borges, le gané al viejito con velocidad. Mano zurda, aces en la manga, zancadillas, exclusiones, pero sobre todo, puñaladas por la espalda, son las principales prácticas empleadas, entre ellos, por los dirigentes del oposicionismo.

Fredy Guevara, quien al igual que “Robin”, quiere ser distinto a su “Batman” Julio Borges, en un acto de incomparable erudicción sobre el conocimiento de nuestra historia anunció de que “el 15 de octubre se realizó el proceso fraudulento  más grande de nuestra historia», poniendo como prueba que en una cola de un centro de votación, cercano a La Lagunita Country Club, un “niche”, caddy del papá de Leopoldo López, se había “coleado” en la fila.

Y dando muestra de su enorme sapiencia, afirmó que el presente es un «fraude moderno», el cual define como la suma «de elementos que en el fondo lo que genera es la imposibilidad de que la voluntad del pueblo pueda ser expresada en los resultados electorales». Llora Cantinflas en su aposento.

Lo cierto de todo esto es que, la dirección del oposicionismo, ante este nuevo fracaso, ante esta nueva derrota, actúa como si nada hubiera pasado. Como, en los veintitrés procesos electorales realizados en estos dieciocho años, la culpa de dicha derrota es por “la mala suerte”.

A Ramón Guillermo Aveledo, dicen que se le oyó decir la noche del domingo quince pasado, que había que llamar a Licitación Pública la designación de los nuevos dirigentes del saldo que quede de la MUD.

Dulce: El domingo quince triunfó la Paz.

Amarga: Los enfrentamientos al interior de la MUD son tan grandes que ojalá, y le rogamos a Dios, no vayan a quemarse vivos entre ellos y que la sangre no corra en su seno.

@hugocabezas78

 

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