Rafael Jordá, fundador y máximo responsable de Open Cosmos, reconocido recientemente con el Premio Princesa de Girona. El precio medio de un satélite convencional ronda los 500 millones de euros y su fabricación y lanzamiento está sólo al alcance de multinacionales, gobiernos y agencias espaciales -y en la mayoría de los casos de alianzas entre ellos-; los nanosatélites, del tamaño de un microondas, pretenden democratizar el espacio y que sectores o administraciones que nunca se plantearon acceder a soluciones satelitales puedan ahora hacerlo de una manera más rápida y asequible.- EFE/ Ballesteros