(Parte II)
La semana pasada tomamos como referencia la gran posada indígena ubicada en el paso de los españoles o camino de piedra de los Vitichas, su ubicación geográfica permitía el encuentro de varios caminos entre ellos: el viejo camino de Cheregüé, Mimbós, (lado izquierdo) y por el lado derecho, el viejo camino de Tierra e´ Loza que bordea la playa el Toro y nos conecta con el Valle del Motatán, por allí bajaban los Cuicas y todos los indígenas de la zona alta de Boconó, Burbusay, Chejendé y Chevendé, Turagual, Cuicas, Carachy, allí está la gran importancia de esta posada en 1609 en tierras de los Vitichas (Sabana de Mendoza).
Un año después, el 30 de junio de 1610, se conforma el Mayorazgo de los Cornieles, cuya demarcación geográfica queda demostrada en el trabajo de historia de la Dra. Zulay Rojo, cuando establece el mayor número de estancias y lo corrobora el historiador trujillano Américo Briceño Valero, como se inició este gran movimiento económico en la etapa prehispánica en el Bajo Trujillo. En 1639 se crea otro ámbito económico llamado “Dividivi”, autorizado por el Rey para Don Diego Trejo Panigua. (Para la Historia de los Ejidos de Monay y la llanura interminable y fecunda. Las primeras compras de tierra. Rafael Ramón Castellanos).
La tierra de los Vitichas (Sabana de Mendoza) y del Bajo Trujillo se fortalece aún más con las Encomiendas y con la división política territorial emanada de la corona española, ya que dependíamos de la alcaldía instalada en Santa Ana como capital de pueblo de doctrina bajo la tutela del Fray Ambrosio de Amaya. En el año de 1685, tuvo lugar la primera venta de tierras realizada por un indígena (Fonseca Amílcar. Orígenes trujillanos. Pag. 375) y se constituyen los conventos de unidad económica (Regina Angelorum y Jesuitas) con hatos de ganado vacuno, hacienda de cacao, yucal y platanal, cuyo frutos eran parte del sustento diario internos para los religiosos.
La tierra de los Vitichas cambia de nomenclatura con el nuevo orden territorial de las encomiendas y se empieza a llamar La Sabana de los Mendoza generándose conflictos legales por la tenencia de la tierra y las herencias ya que su inmensa riqueza en la agricultura y la ganadería y el pago de los impuestos por su producción era apetecible para los grupos económicos de aquella época, allí se debe que la Corte de Santo Domingo en un juicio que comienza en 1673 hasta el año 1680, siete años de litigio, resuelve el fallo a favor de Juan Pacheco de Mendoza, aunado a esta decisión jurídica, seis años después, en 1686 se instala la aduana en Barbacoa de Mapaure (Moporo) como unidad recaudadora de los impuestos para la Corona Española, cuyos productos generados en el Cenizo, Sabana de los Mendoza cancelaban su alícuota de exportación para todos las islas de las Antillas y de la propia España.
En 1777 cuando se crea la Capitanía General de Venezuela la Sabana de los Mendoza (Sabana de Mendoza) crece en mayor importancia económica a tal punto que 1787 envían a la zona del Bajo Trujillo al pensionista de la reina Don Juan de López para que labore la topografía de una Carta Plana de los sitios de mayor producción y estancias económicas, y es donde aparece, claramente los Llanos del Cenizo y un poblado llamado Sabana de los Mendoza. Hasta hoy, y en dos entregas, hemos demostrado históricamente la gran importancia que ha tenido Sabana de Mendoza en la época prehispánica desde el punto de vista económico y como una aldea indígena, al principio, se abrió paso en los intercambios comerciales y en los niveles de organización; es una muestra más del valor que representamos desde nuestros ancestros hasta nuestros días.
En las próximas entregas será de la época hispánica desde 1777 hasta 1830 y el papel fundamental que jugó está población en la etapa económica de la independencia cuando pertenecíamos a la Gran Colombia y donde Sabana de Mendoza siempre ha sido el epicentro económico de la zona baja o de los que denominaban en la época de la Corona Española, el Bajo Trujillo. (continúa)