Rusia no quiere que fracasen las negociaciones entre Juan Guaidó y Maduro. Rusia quiere que la crisis tenga una salida política. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, ha dicho en otra ocasión que “se necesitan dos para bailar un tango” en referencia a Estados Unidos y Rusia. Y es hacia donde quiere apuntar ahora Rusia respaldando las negociaciones que cuentan con la mediación del gobierno de Noruega.
Lavrov viaja a Cuba. Pero también habla de Venezuela. Lo hace en una entrevista con Russia Today. Y tiene que hablar de Venezuela porque Rusia, Cuba y Venezuela conforman un triángulo. Lo hace porque las negociaciones han entrado en otra fase. En fase de decisiones. Y Rusia y Cuba son fundamentales en lo que se pueda acordar. Rusia quiere aparecer como el factor que ayudó a recomponer la situación en Venezuela, que ayudó a la solución electoral. En tal sentido, y de cara a las negociaciones, afirma que “empieza prevalecer el sentido común en Venezuela”. Y señala que “nunca detenemos el diálogo sobre la situación del país”.
Un sentido común que compete a la misma Rusia cuyos voceros afirmaban que con la oposición de Guaidó sólo había habido un contacto de ida y vuelta; es decir, una comunicación y ya. Pero ahora el canciller Lavrov reconoce otro tipo de relación. Comenta el medio ruso que Moscú mantiene contactos “con todos los representantes del terreno político” del país, tanto con el Gobierno como con la oposición, y que explica a los partidarios de Juan Guaidó que se ponen en contacto con Moscú que “son inadmisibles sus intentos de solucionar sus problemas provocando una intervención desde el exterior”