Moscú/Leópolis, 5 dic (EFE).- La región de Zaporiyia puede convertirse en uno de los frentes más activos durante los cruciales meses de invierno a la vista de los continuos ataques rusos contra la infraestructura civil en esta provincia y otras zonas de Ucrania, que hoy dejaron al menos dos muertos.
El aumento de la tensión en Zaporiyia coincide con una nueva oleada de ataques rusos en Ucrania que afectó a varias regiones del país.
Debido a los bombardeos, se quedó interrumpido el suministro de agua y luz en Odesa (sur) y también desapareció la electricidad y la calefacción en Krivói Rog (centro), y en Mykolaiv (sur) se produjo un corte de emergencia mientras se activaron las alarmas antiaéreas.
Según el operador de la red eléctrica de Ucrania, Ukrenergo, el país sufrió hoy el octavo ataque masivo contra sus infraestructuras energéticas, que comenzaron en octubre.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo en un breve vídeo colgado en su Telegram que las defensas antiaéreas ucranianas han logrado derribar gran parte de los misiles lanzados por Rusia.
Según indicó en la misma red social la Fuerza Aérea de Ucrania, se derribaron más de 60 misiles rusos de los 70 que el enemigo lanzó desde los mares Negro y Caspio, y la región rusa de Rostov sobre el país este lunes.
SUBE LA TENSIÓN EN ZAPORIYIA
Zaporiyia fue una de las regiones golpeadas por los bombardeos rusos.
«Esta vez, los ocupantes golpearon con sus misiles malditos la infraestructura industrial y energética de la ciudad de Zaporiyia», escribió el Telegram el alcalde en funciones de la capital regional, Anatoliy Kurtev.
Más tarde las autoridades locales denunciaron varios ataques más en la región sureña, que dejaron al menos dos muertos.
El representante de las autoridades prorrusas de la región anexionada por Rusia, Vladímir Rogov, afirmó a su vez que «fueron golpeados almacenes con armas y munición», así como «objetivos de infraestructura utilizados por el régimen de (Volodímir) Zelenski».
Rogov ya adelantó hace unas semanas que el frente de Zaporiyia podría ser prioritario tras la retirada rusa del norte de Jersón.
Este lunes, el prorruso aseguró que la intensidad del fuego de artillería en la línea de contacto entre las partes es «mayor que de costumbre».
Rusia controla las partes sur y central de Zaporiyia, que componen cerca del 70 % del territorio de la región, pero no ha podido tomar la capital de la provincia.
De acuerdo con el alcalde ucraniano de Melitópol, Iván Fedorov, en la última semana las fuerzas ucranianas han destruido «al menos 20 bases» rusas en el frente de Zaporiyia, en particular, en las localidades de «Melitópol, Polohi, Mikhaylovka, Vesele».
INCERTIDUMBRE SOBRE CENTRAL NUCLEAR
A la vez, continúa la incertidumbre acerca de los planes rusos en la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en la ciudad de Energodar que las tropas de Moscú controlan desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Según el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestóvich, el enemigo entiende que tiene que abandonar la zona de la planta para evitar un cerco ante el avance ucraniano.
Arestóvich aseguró que cuando las tropas de Kiev lleguen a Melitópol, a unos 120 kilómetros de Energodar, las fuerzas rusas quedarán incomunicadas y no podrán recibir nuevos suministros.
«No tendremos ni que luchar (por la central). Llegamos, rodeamos, esperamos, ellos se mueren y nosotros tomamos la planta calentita y sin destrucciones», dijo.
Según Arestóvich, los rumores sobre la posible retirada de los rusos de la central de Zaporiyia no anticipan un «gesto de buena voluntad» por parte de Moscú, sino que hablan del deseo de los dirigentes rusos de «evitar una emboscada» para su tropas.
El asesor de Zelenski cree no obstante que Rusia intentará «regatear» para conseguir algo a cambio de su salida de la mayor planta nuclear de Europa.
Moscú ha negado planes de retirada de Zaporiyia, pero ha confirmado conversaciones con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para crear una zona de seguridad alrededor de la central.
AGUANTAR EL INVIERNO
Con todo, para Ucrania ahora la principal tarea consiste en sobrevivir el invierno, tal y como lo dijo el presidente de Ucrania.
Zelenski pidió en su alocución diaria a los ucranianos que aguanten el invierno, que «será difícil» pero «por duro que sea», les acerca «a la victoria».
«Vale la pena percibir este invierno no como una prueba, sino como un tiempo, un tiempo que nos acerca a lo principal, a la victoria. Cada uno de estos 90 días de invierno», afirmó.
Según el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), las fuerzas ucranianas planean continuar las operaciones ofensivas durante el invierno para capitalizar los recientes éxitos en el campo de batalla y evitar que las fuerzas rusas recuperen la iniciativa de los primeros meses de la intervención militar.
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