Rurales de Cubita / Por Luis Huz

La extensión de terreno donde hoy luce imponente “la Urbanización Ramón Ignacio Camargo” mejor conocida con el nombre de “Rurales de Cubita” así como las espacios geográficos de Cuba, Sabana de Cuba formó parte de “La Hacienda de Los Urdaneta”, mejor conocida como ”Hacienda Cuba”, propiedad de Ezequiel Urdaneta Morantes, asentada entre los siguientes linderos: “En Y, desde La Horqueta de Carvajal hasta el Zanjón de Chipuén, colindando con los Mora Gabaldón en lo hondo del Río Motatán, a lo profundo del Zanjón de Chipuén y su cauce con los Araujo Carrillo de Trujillo, al fondo con el Río Jiménez, pasando Dos Sabanas, donde en lo actual están el Aeropuerto, Cubita y Cerro Pelón hacia el Jiménez, limítrofe y en parte Pie de Sabana de La Cejita. Fue heredada por Ezequiel Urdaneta Maya, después de su fallecimiento, en el año 1933 sus herederos convinieron dividir la hacienda desde la curva de La Hoyada en una poligonal oblicua en línea recta hasta el río Jiménez en dos partes, aun cuando esta planicie sufría de permanente escasez de agua, hasta principios del pasado siglo XX, estuvo cubierta de maderas finas. A raíz de la crisis cafetalera de 1927, extendida por varios años, algunos campesinos que ocupaban terrenos propiedad de los Urdaneta Braschi en las montañas vecinas, principalmente en los Cañaverales, La Macarena, Sabaneta, San Lázaro y otros fundos colindantes, solicitaron permiso para instalarse como arrendados en dichas tierras, aun cuando ya existía uno que otro rancho esparcido en el camino, allí fue cuando formalmente se inició el poblamiento de la zona, incluida el área espacial que ocupan Campo Alegre, Cubita, Cuba y el terreno donde luce imponente el Aeropuerto Antonio Nicolás Briceño que se enajenó al Estado venezolano, en el transcurrir del tiempo, en la década de 1950, las otras porciones comenzaron a transformarse en los grandes piñales de todos conocidos, más tarde en los años de 1960 se efectuó la venta de algunas parcelas que hoy se cubren de viviendas e instalaciones culturales, educativas, deportivas, salud, talleres diversos, múltiples panaderías, pequeñas empresas de servicio entre otros”.

Conversaciones con el abogado e historiador Ramón Urdaneta Bocanegra

“Provenientes del Llano de Melendres llegamos a Campo Alegre en el año 1944, de aquella época recuerdo que desde la salida de la peladora de arroz situada diagonal al algarrobo, hasta la entrada de Cerro Pelón, toda el área de lo que en lo actual es conocido como Cuba, Cubita, Sabana de Cuba y Chipuén, estaba poblado por cinco casas que eran ocupadas por las familias Cacique, Hidalgo, Infante, Rondón y Rubio. Todo esto era un chivirital que mostraba árboles centenarios madereros y gran cantidad de lagunas y charcas, unas eran producto de nacientes naturales, y otras de aguas de lluvia estancada, estas circunstancias le convertían en potencial caldo de cultivo, como área endémica para la propagación del paludismo, terrible enfermedad que en ese momento afectó a muchos lugareños. En antaño en toda la geografía de la actual parroquia Campo Alegre hizo presencia una epidemia conocida popularmente como “La Buba”. Igualmente acá por estos lados, al igual que en el resto del país, en el transcurrir del año 1957 se presentó un pequeño brote de la Gripe Asiática sin consecuencias que lamentar”.

Entrevista a Eduardo Valderrama, viejo poblador local

“En tiempos pasados estos terrenos hoy ocupados por las localidades de Cuba, Cubita, Sabana de Cuba sirvieron como pequeñas haciendas o fincas plantadas de café, cambures, plátano, yuca, caña, tabaco, algunas cabezas de ganado vacuno, aves de corral, además de otros animales caseros, siendo la hacienda más extendida y próspera de estas la de Salvador Urdaneta; después en todas sus laderas se cultivaron las más dulces y exquisitas piñas del país, posteriormente apareció el poblamiento no planificado y desaparecieron las piñas, pareciera que el pueblo se las comió todas de un tragón. Entre sus productores entre otros se recuerdan los nombres de: Hortensio Ojeda; Rufino Hidalgo; Víctor Cifuentes; Rafael Simancas; Tiburcio Moreno…
Desde siempre sus pobladores son aficionados a las riñas de gallos, práctica que despliegan durante todo el año, recordando la existencia de galleras de nombradía a nivel nacional”.

Conversa con el ingeniero e historiador Francisco Omar Araujo

De cara al presente

Para hablar de Las Rurales de Cubita es obligante conocer parte del andar y la obra del presbítero José Humberto Contreras Omaña, su promotor principal. Hijo de los esposos Heraclia Omaña y Benjamín Contreras nace el 21 de diciembre de 1903 en el poblado El Tabacal, en el presente territorio anexo de la parroquia Santa Cruz de Mora del municipio Antonio Pinto Salinas del estado Mérida, consumó su educación primaria en su lar nativo, los estudios eclesiásticos en el Seminario Conciliar de Mérida, de allí partió a terminar su formación clerical a la Universidad Gregoriana de Roma, su ordenación sacerdotal se cumple a los 23 años de vida, el día sábado 5 de febrero de 1927, oficiando su primera al siguiente día domingo, en la parroquia eclesiástica -Nuestra Señora del Carmen- en el Valle del Mocotíes de Santa Cruz de Mora, Iglesia esta, en la que se desempeñó durante tres años como vicario cooperador hasta que en 1930 Monseñor Acacio Chacón Guerra, Arzobispo de la Diócesis de Mérida lo nombra párroco y le asigna al estado Barinas.

Era un joven enérgico que apenas frisaba los 31 años de edad cuando el 18 de junio de 1934 es investido cura y vicario de otra parroquia. Por lo debe hacer maletas y viajar hasta la ciudad de Valera en reemplazo del padre Guillermo Parra, iniciador de la construcción del templo -San Juan Bautista-, al que arribó el día domingo 22 de julio de 1934 y en su primera presentación pública asume ante las autoridades y congregación católica presente el compromiso de trabajar tenazmente hasta culminar su edificación, compromiso que al momento entregar la parroquia el 17 de septiembre de 1953 ya había consumado.

Fueron 28 años continuos de presencia y lucha a favor de los niños desamparados con quienes impulso un proceso de formación cristiana y educación para el trabajo práctico y productivo alcanzando integrar un grueso número de ellos una vez educados, a la familia y sociedad valerana en general. Igualmente a través de la prédica y práctica del evangelio fue bienhechor de necesidades reales y sentidas de su feligresía y la gente necesitada. También marcó pisada como propulsor del progreso de Valera, en este accionar lleva a la práctica su filosofía de justicia social: Funda El Orfanato de Santa Teresita; construye las barracas para tuberculosos en el viejo Hospital de Valera; crea la Cooperativa de Crédito y Vivienda; edificó la urbanización -Lazo de La Vega-; estableció e instituyó el Colegio Cultural -Lazo de la Vega- totalmente gratis; además continuó la Iglesia -San Juan Bautista- hasta su terminación; inició la edificación de los templos -San José-, -San Pedro- y -Virgen del Carmen- esparcidos en distintos lugares de la ciudad de Valera. Igualmente promovió y puso en funcionamiento el Movimiento de Acción Social Independiente (MASI) fundación sin fines de lucro destinada a promover la construcción de viviendas tipo rural en unos terrenos donados por la sucesión Urdaneta Chuecos en la localidad de Cubita, perímetro geográfico de Municipio Foráneo San Rafael de Carvajal adscrito al Distrito Valera, una vez estas terminadas fueron asignadas a la gente pobre, su huella todavía perdura en el corazón y la mente de quienes de una manera u otra conocieron y compartieron sus sueños e inquietudes de ver un mundo mejor, sin odios, ni guerras, colmado de amor y bondad entre el prójimo.

Prédica y acción

El Movimiento de Acción Social Independiente creado y liderado por José Humberto Contreras Omaña, dio comienzo en forma silenciosa a una obra de máxima importancia para la gente pobre necesitada de un techo propio en Cubita. Este proyecto contemplaba el desarrollo urbanístico de un extenso complejo habitacional con 70 viviendas unifamiliares que una vez terminadas de construir serían destinadas a suplir esta necesidad real, de familias de escasos recursos económicos. Su área interior tendría instaladas tuberías para garantizar el suministro de agua potable, otras para uso de las cloacas, servicio eléctrico y telefónico domiciliario, amplias, espaciosas avenidas y calles asfaltadas con drenaje y aceras dotadas de servicio de alumbrado público, dispensario, escuela, biblioteca pública, parque infantil, plaza, estadio, canchas deportivas y una iglesia. Su asignación se haría por sorteo supervisado por un notario público y el colectivo presente en dicho acto como garantes de la pulcritud del mismo. Los beneficiarios tendrían facilidades para cumplir el pago de estas, mediante el cobro de accesibles y módicas cuotas mensuales, en un financiamiento a largo plazo debidamente subsidiado.

Rurales de Cubita

El martes 15 de mayo de 1962, cinco días antes de la bendición y entrega de las primeras cuatro casas construidas por el Movimiento de Acción Social Independiente -MASI- en Valera y todo Carvajal circuló una hoja volante con el siguiente contenido.

-Hacia Cubita, hacia Cubita todos, el domingo 20 a las 10 de la mañana: Haga suya esta iniciativa y secúndela. Ayude a resolver a una familia pobre el trágico problema de la vivienda.
DÌA DE GRAN REGOCIJO con motivo de la Demostración y Bendición de las Cuatro Primeras Casitas de la Urbanización -ANTONIO IGNACIO CAMARGO-.

Primera Etapa

Tal como estaba programado ese domingo 20 de mayo de 1962, en sencillo, pero significativo acto social, cumplido en medio de aquel paraje oloroso a piña y pasto en flor, animado por detonaciones pirotécnicas, variedad de exquisitas comidas, bebidas espirituosas, refrescos, golosinas, conjuntos musicales etc., etc. Destacando la presencia de la representación de personas pertenecientes a todas las esferas sociales entre otros: los poderes públicos, profesionales y técnicos de Valera y el poblado, estudiantado, magisterio, comercio, empresarios, gremios, sindicatos de obreros campesinos y demás fuerzas vivas en general, se cumplió con la exhibición y bendición de las primeras cuatro casas ya terminadas, de setenta que conforman este proyecto habitacional que en memoria del primer Obispo de Trujillo, se le asignó a esta urbanización el nombre de -Monseñor Antonio Ignacio Camargo- como epónimo.

Entre las personalidades que asistieron a este acto se pudo notar la presencia de Luis La Corte, gobernador del estado Trujillo y Jacob Sénior, presidente del Concejo Municipal del Distrito Valera, Astolfo Valero Sierra, siendo notoria ausencia física de Monseñor José Humberto Contreras, su promotor principal, quien al momento se encontraba delicado de salud en Caracas; sin embargo, el ambiente de repente fue invadido por el mágico trino de gran variedad de pájaros y el revoletear de azules mariposas en medio de un radiante sol, esto fue asumido colectivamente como señal de su presencia espiritual, así fue el nacimiento de lo que todos conocemos como las Rurales de Cubita. Ha transcurrido más de medio siglo de la desaparición física de Monseñor José Humberto Contreras, hombre de prédica y práctica del evangelio, su partida al encuentro del Señor, ocurrida en Caracas el 21 de diciembre de 1962 truncó los sueños a gente pobre que él tanto amó y protegió de ver concluido este ambicioso plan habitacional en Cubita.

Segunda etapa

Desde su origen, el proyecto de este extenso desarrollo urbanístico tenía previsto la construcción de 70 viviendas de interés social para albergar fundamentalmente a familias sin vivienda de esta localidad y sitios vecinos, debido a la importancia que este representaba para el colectivo familiar de Campo Alegre, hombres con responsabilidad dirigencial política en Carvajal, Valera y Trujillo, entre los que se recuerdan a Ramón Sosa, Jacob Sénior; Luis La Corte, Astolfo Valero Sierra retoman esta acción, diligencian y gestionan por escrito ante Rómulo Betancourt su inclusión en el plan de obras para el estado Trujillo, con respuesta positiva que señala la asignación de recursos para el iniciar la construcción de 30 nuevas viviendas, las que una vez terminadas son inauguradas y entregadas en 1964 por el presidente de la Republica Raúl Leoni, quien públicamente durante este acto asumió el compromiso de dar continuidad al ideal de Monseñor José Humberto Contreras.

Tercera Etapa

Es en 1969 durante el gobierno de Rafael Caldera, cuando por iniciativa de los dirigentes locales del partido Social Cristiano Copei, entre otros: Ramón Contreras, Moisés León; Pedro Barrios; Francisco Omar Araujo contando con el visto bueno de Ramón Beltrán Espinoza desde el Concejo Municipal de Valera y Alejandro Sánchez Cortés en la Gobernación del estado es que a través de Malariología se construyen otras sesenta y cinco nuevas casas tipo rural, siendo estas asignadas en el año 1971 por Alejandro Sánchez Cortés y Ramón Beltrán Espinoza a grupos familiares sin vivienda.

Lucha Social

La alegría por la obtención de una vivienda digna para mejorar su calidad de vida tuvo corta duración en el rostro de los beneficiarios, ya que desde el primer día de ocupación hallan innumerables deficiencias requeridas para la subsistencia humana: sin suministro de agua potable; ausencia de un sistema de aguas servidas; no existencia de dispensario; escuela; liceo; biblioteca pública; parques; plazas; canchas o instalaciones deportivas; servicio eléctrico; telefónico y aseo urbano público y domiciliario; nula vigilancia y seguridad policial; así mismo el transporte público era inoperativo por la inexistencia de asfaltado, aceras y cunetas en la vialidad para su debida utilidad; recordando que en aquel tiempo atreverse a trasladarse en cualquier tipo de vehículo automotor hasta Campo Alegre abajo; Cuba; Cubita; Sabana de Cuba; Mesa de Chipuén era correr el riesgo de dañar cualquier pieza útil a su normal rodamiento y quedar accidentado en cualquier parte del recorrido, sin posibilidad de auxilio, el estado de la vía era tan deplorable que el parque automotor de la línea de transporte público Carvajal-Valera y viceversa sólo alcanzaba llegar hasta la vieja casona donde antaño funcionó con éxito productivo una peladora de arroz. Sólo Luis Ramón –Coquino Paredes que era el conductor oficial de un autobús propiedad de la antes señalada organización de transporte; Luis Ramón -El Negro- Huz, Agustín Matheus y Jesús –Parrita- Parra, propietarios y socios de las unidades vehiculares adscritas a la misma, además pobladores, que eran quienes a determinadas horas del día eventualmente se atrevían a circular por esta ruta, esto lo hacían de manera casi obligada ya que habitaban en este lugar junto a su familia, para tener el privilegio de agarrar puesto en el turno alguna de estas unidades los usuarios debían llegar temprano a la parada en Valera, hacer una cola aparte y correr con suerte para agarrar puesto en el turno de cada una de estas unidades y así evitarse hacer el recorrido “un ratico a pie y otro caminando», ante esta impresionante realidad los vecinos comienzan a organizarse y entre los pobladores empiezan a asomar dirigentes comunitarios naturales donde entre otros más resaltan los nombres de Juan Martínez; Antonio –Aguacil- Marín; Agustín Matheus; Germán Jaramillo; Alejandro -Tamakum- Castillo; Jorge -El Sobandero- Contreras; Luis Ramón –Coquino- Paredes; Francisco –Pancho- Briceño; Luis Ramón -El Negro- Huz; Ramón –El Barbero- García; Antonio –Churrasco- Abreu; Rafael Barrios; Luis –Bigote- Montilla, juntos al resto de los habitantes del naciente poblado inician un duro y largo batallar con incansable dedicación, mística, perseverancia, que en el devenir del tiempo produce resultados positivos a la solución a estas ingentes carestías.

La religión, ideología, color, siglas de esta gente y sus luchas eran la solución de problemas puntuales existentes en la comunidad, específicamente en las áreas de cultura, educación, salud y servicios públicos, siendo preciso el nombramiento de comisiones de trabajo entre ellos mismos con el objetivo de pedir audiencia antes de visitar a las instancias correspondientes, para anteponerles la urgente necesidad de mejorar la calidad de vida de todos al solventar entre otros el suministro de agua potable, posteriormente la instalación de las cloacas, logros alcanzados a corto tiempo en las primeras de cambio, siendo relevante en este punto mencionar el apoyo y solidaridad incondicional de periodistas y locutores amigos, que para esa época laboraban en Diario El Tiempo, Vespertino El Trujillano, Semanario La Razón, Diario de los Andes, Radio Valera y Radio Turismo, Radio Andina, medios de comunicación que siempre mantuvieron abiertas sus puertas la dirigencia comunitaria que lideraba esta justa causa, este gesto de identidad y apoyo fue vital pues a través de la palabra impresa, la imagen y las ondas hertzianas se daban a conocer ante la opinión pública y representantes gubernamentales necesidades reales y sentidas de este conglomerado, a tiempo que se llamaba a reflexión a las autoridades respectivas para que se abocaran a solventar tantos problemas.

Liderazgo Social

Juan Martínez, el segundo de 5 hijos de Victoria Martínez. Según sus propias palabras. “Natural de Valera, pero criado, educado y hecho un palo de hombre en Campo Alegre”, a mediados de 1950 este personaje lideró e interpretó con visión de futuro la urgente necesidad de organizar empresarialmente a propietarios y conductores de las pocas unidades de transporte público existentes en el pueblo, responsables de la comunicación terrestre con Valera, alrededores y el resto del país hasta constituirse formal y legalmente en la Línea Carvajal-Valera, organización de la cual fue su primer presidente e igualmente ejerció con marcado éxito esta responsabilidad en varios periodos, entre estos pioneros son de alta recordación: Esteban Ruiz y su popular autobús -El Charro-; Jesús Dávila con -Santa Rosalía-; Leopoldo Pujol y -El Paladín-; Luis Alberto Pujol y -El Arca de Noé-; Pedro Matos con -El Coco-; Ramón Contreras y -El Ángel de la Guarda-; Silvio Valero, para sus allegados el Loco Silvio y su automotor -Brisas del Mar-; Francisco Montero y -Santa Rosa-; Antonio Quintero, Ángel Araujo, José León Briceño, Daniel Araujo, Isaías Galicia, Francisco González, Manuel Quintero, Pedro Peña, Pedro Álvarez, Tomás Salas. Del mismo modo, Juan Martínez emerge en primera fila dentro de los anales musicales del municipio San Rafael de Carvajal por ser fundador y propietario de la primera agrupación de aguinaldos y villancicos constituido en esta bendecida sabana -el Conjunto Alegría-, formado por los músicos y cantantes: Ernesto -Perro Lobo- Barrios Charrasca y vocalista; Estanislao –Lao- Barrios Cuatro; Carlos –Taparo-Martínez Los Palitos; Miguel -Doña Zorra- Calderón Guitarra; Ramón –Picure- Hernández Furro; Toribio –Toro- Olmos Maracas; Juan Martínez director y vocalista, su aparición ante el público se cumplió el 24 de octubre de 1959, día del excelso patrono San Rafael Arcángel. Además fue uno de los actores principales en el proceso de consolidación de la urbanizacion -Monseñor Antonio Ignacio Camargo- de Cubita.

Al respecto, Juan Martínez rememora algunas de sus tantas vivencias como dirigente social en Cubita: “Primero es importante explicar que la lucha social no produce beneficio distinto a la satisfacción que uno siente ante cualquier logro grande o pequeño alcanzado para el bien colectivo, en mi caso particular así lo sentí siempre, todavía recuerdo como si hubiese sido ayer, aunque sucedió hace muchos años en el primer periodo gubernamental de Carlos Andrés Pérez -1974-1978- cuando Hortensio Hernández era presidente del Concejo Municipal del Distrito Valera y por sugerencias de Pedro Díaz Ferrer el cuerpo legislativo municipal nombra a un profesional de la ingeniería nativo de Maracaibo, estado Zulia, recién graduado además para dirigir la Oficina de Ingeniería Municipal de Valera, este caballero del cual no recuerdo su nombre, desde el primer momento de su integración al equipo de trabajo, muestra una mística e identidad poco usual con su profesión, entre sus características destaca su adhesión incondicional a los diferentes proyectos sobre vialidad en ejecución o proceso para comenzar ser desarrollados por el gobierno municipal en conjunto con la dirección de Obras Públicas del Estado -OPE- y la Dirección Regional del Ministerio de Obras Públicas –MOP- hice esta referencia porque junto a otros connotados dirigentes comunitarios locales era quien presidía la comisión responsable de diligenciar ante las autoridades municipales competentes la nivelación y el asfaltado de la vía terrestre comprendida entre el tramo que se inicia frente al algarrobo plantado en la entrada a San Pablo de Jiménez en recto con entradas y salidas por calles y avenidas de la urbanización -Monseñor Antonio Ignacio Camargo- de Cubita, continuando hasta Sabana de Cuba en la entrada a Mesa de Chipuén y como ya nos encontrábamos en el interior del palacio municipal a la espera de ser atendidos por el profesional mencionado al inicio, cuando repentinamente este apareció ante nosotros y amablemente hizo su presentación invitándonos a pasar a su oficina, ya en el interior de la misma le planteamos con lujo de detalles la crítica situación de la carretera, realidad que hacía casi imposible el acceso del parque automotor público a nuestra comunidad una vez enterado del problema antes expuesto, asumió visitarnos, acompañado de la unidad técnica adscrita a la Oficina de Ingeniería Municipal para personalmente constatar in situ la realidad antes descrita, quedamos comprometidos a facilitarle un medio de transporte para su traslado. A los pocos días el compromiso fue cumplido de parte y parte. Ya concluido el recorrido de reconocimiento y hecho el informe preliminar sobre el mal estado de la vía, manifestó disposición de tramitar solución a nuestra problemática. Pasada una semana nos comunicó por escrito que luego de presentar el respectivo informe a la presidencia del Concejo Municipal, Hortensio Hernández le había autorizado a tener contacto con J.J. Muchacho Bertoni, gobernador del Estado, quien una vez enterado de las condiciones de la vialidad mostró voluntad política para solventar el problema, ordenando al arquitecto Gilberto Cañizales, director de Obras Públicas del Estado, acordar con Pedro Díaz Ferrer, director regional del Ministerio de Obras Públicas, realizar la movilización de personal, equipos y maquinarias requeridos en el movimiento de tierra que comprendió la compactación, nivelación del terreno más los desaguaderos y el asfaltado del trayecto vial, traslado de personal, maquinaria y materiales requeridos para la ejecución de los trabajos de rigor, desde el algarrobo frente a la entrada a San Pablo de Jiménez, hasta la entrada a la calle Miranda, incluidas calles interiores. Casi al finalizar el asfaltado, les solicitamos extender y concluir la obra hasta la Y que conduce a Sabana de Cuba y Mesa de Chipuén, explicándoles que los habitantes de esas importantes comunidades requerían ser incorporados a la civilización a través de esa ruta, cumplida la consulta a la instancia superior fue suscrita y hecha. Esta obra fue suscrita, inspeccionada y puesta en servicio por el mismísimo José de Jesús Muchacho Bertoni, gobernador del Estado, en este acto fue acompañado por Hortensio Hernández, presidente del Concejo Municipal del Distrito Valera; Pedro Díaz Ferrer, director del Ministerio de Obras Públicas y otras autoridades regionales y municipales del momento. Esto a grandes rasgos fueron los puntos de partida para avanzar e integrarnos formalmente al crecimiento y desarrollo de Campo Alegre; Carvajal y Venezuela. Después de estos resultados continuamos gestionando ante los organismos oficiales, y fueron mejorando las cosas, se consiguió la construcción de la escuela, el dispensario, servicio telefónico residencial y público, colocación de tuberías para aguas servidas y agua potable, una plaza, una cancha de usos múltiples, una casilla policial de corto funcionamiento, un liceo, el estadio de béisbol entre otros…”

Deportivo Cubita B.B.C.

El apego al deporte condujo a Juan Martínez al lado de Agustín Matheus; Germán Jaramillo el viejo, Alejandro –Tamakum- Castillo; Francisco –Pancho- Briceño Linares; Jorge -El Sobandero- Contreras, Luis –Bigote- Montilla, Luis Ramón -Coquino- Paredes, Luis Ramón -El Negro- Huz, Ramón -El Barbero- García, Carmen Zambrano, Antonio “Churrasco” Abreu; y un nutrido grupo de vecinos a fundar en el año 1974 -Deportivo Cubita BBC- divisa beisbolista donde por más de treinta años de accionar noveles jugadores locales y venidos de otras zonas se formaron, representaron y defendieron esta camiseta durante más de treinta años de acción, alcanzando incontables triunfos entre otros un campeonato estadal y representar como selección al estado Trujillo en un campeonato nacional clase –A-.

Todo este accionar marcó positivamente a varias generaciones de dirigentes, peloteros y ciudadanos carvajalenses. Aquí fue que buena cantidad de buenos peloteros locales descubrieron y desarrollaron su potencial vistiendo el uniforme de -Deportivo Cubita BBC- siendo recordados: Antonio Marín; los hermanos Antonio y German Jaramillo; Antonio -El Zurdo- Rodríguez; Alberto –Churrero- Perdomo; Dixon -La Chupa- Rivas Aguilar; Francisco Graterol Vargas; Fernando –Palomo- Rendón; Gromer –Pelón- Ramos; Víctor Manuel Ojeda; José –Consio- Rendón; José –Chemo- Huz; José Trejo; Marcos la Cruz; Marcos Torrealba; Leobaldo –Lolo- Perdomo; Misael Camargo; Manuel –Chava- Peña; Mauro Paredes; Orlando Matheus; Raúl -Nica- Aguilar; Ricardo Perdomo destacando positivamente entre sus compañeros de equipo por su disciplina y solidaridad dentro y fuera del campo de juego los tocayos Antonio Marín y Antonio Rodríguez. Igualmente marcaron pisada por su aptitud e identidad con Cubita, los foráneos: Elvis Africano; Oscar Piñero Jr.; Claudio Morón; Enrique Segovia; Félix –Gato- Albornoz; Hernán Valera; Kelvin Salas; Hugo Díaz; Melvin Téllez; Rafael Verde; Edgar Silva; los hermanos William y José Briceño; Luis y Freddy Artigas; y un sinfín de nombres que escapan a la memoria, despuntando entre todos Elvis Africano por su humanismo e ímpetu competitivo.

Criollos de Cubita B.B.C.

-Criollos de Cubita B.B.C.- nace en el mes de febrero de 1980 en respuesta a la necesidad puesta de manifiesto por peloteros nativos a practicar béisbol dentro de un club de béisbol debidamente constituido, aun cuando en ese momento ya existía -Deportivo Cubita B.B.C.- divisa con su nómina de técnicos y jugadores completa, esta situación determina que un grupo de ellos tome la iniciativa de fundar otro equipo local, se reúnen y luego de unas tres horas de intercambio de ideas acuerdan nombrar una comisión conformada por los mismos peloteros, algunos vecinos, esposas, novias, familiares y amigos quienes en una nueva reunión cumplida cinco días después presenten un informe pormenorizado, sobre todo requerido para su conformación legal. En esta segunda reunión, luego de conocerse lo demandado por la ATBA para dar el visto bueno a su aprobación, Orlando Díaz propuso a los asistentes el nombre de -Criollos de Cubita B.B.C.- siendo aprobado el mismo, se nombran equipos de trabajo para iniciar de inmediato contactos con comerciantes, empresarios amigos y conocidos hasta conseguir patrocinio comercial que los dotara de uniformes, más todo lo necesario para desenvolverse con éxito, simultáneamente se efectuaron vendimias y rifas pro fondos para cubrir algunos gastos primarios ocasionados en su proceso de constitución. Entre sus colaboradores y dirigentes son recordados: Rafael -El Viejo- Lozada; Antonio Marín, Alberto Perdomo, Rafael Crespo y entre los peloteros: Alejandro Castillo; Danilo González; Edgar Morales; Geraldo González; Gustavo Linares; José Dolores Paredes González; José Huz; Mauro Paredes; Orlando Díaz; Orlando Zambrano; Pablo Zambrano; Rubén Morales; Manuel Salvador Peña más los que se fueron añadiendo en los entrenamientos e intercambios de fogueo, una vez inscritos como club ante la Asociación Trujillana de Béisbol se estrenan vistiendo camisa amarilla y marrón bajo el patrocinio de -Éxitos 99- iniciando a partir de ese momento recorrido para jugar béisbol por los diferentes campos y estadios diseminados en la geografía regional.

La inexperiencia organizativa de su dirigencia y falta de apoyo económico consintieron corta pero célebre y fructífera existencia, muchas fueron las alegrías y satisfacciones deparadas a sus fanáticos por los triunfos obtenidos y honda la huella dejada por sus constituyentes en la historia contemporánea del béisbol organizado del estado Trujillo en sus cinco años de accionar deportivo.

El Estadio

Constante y tenaz fue la lucha de Juan Martínez por la construcción del estadio de béisbol para Cubita, esta se materializó cuando César García, un poblador carvajalense fue electo diputado a la Asamblea Legislativa del estado Trujillo y asumió batallar en el parlamento regional hasta que se aprobaron los recursos económicos requeridos para terminar la ejecución de esta obra. Ver materializado el sueño, al cual entregó los mejores años de su vida fue una de las más grandes satisfacciones alcanzadas en vida por Juan Martínez, un hombre de pueblo, con olor a pueblo unido en matrimonio durante más de 50 años con Delfina –Pina- Paredes, estableciendo juntos una extensa familia formada por 9 hijos y la descendencia de una veintena de nietos… su legado perdurará por siempre en la memoria del carvajalense.