RUL, amor a primera vista | Por: Ramón Rivas Sáez  

Raúl Díaz Castañeda.

Raúl Díaz Castañeda.

Raúl Díaz Castañeda, médico y poeta como William Carlos Williams, Francois Rabelais, Alberto  Girri, Francisco Lazo Martí, Carlos Contramaestre y los surrealistas André Breton y Louis Aragon, entre tantos, compartieron la escritura con la ciencia de Esculapio, y en ambos campos destacaron por sus notables méritos. RUL, el seudónimo de Díaz Castañeda, -Barquisimeto, 24 de agosto de 1935-, apenas egresó de la UCV, radicó en Valera, ciudad de la cual se enamoró perdidamente; no hubo ningún argumento que valiese para que este humanista se desprendiera de la comarca custodiada de cañamelares y el suave viento que desciende de las altas montañas andinas.

El poeta Díaz Castañeda arribó a la pequeña urbe e inmediatamente se soldó a sus encantos, sobre todo a la bonhomía de su gente, a la hospitalidad local e hizo grandes amistades, sobre todo con sus poetas y artistas. De Allí nació su acercamiento con Adriano González León, Eladio Muchacho Unda, Antonio Pérez Carmona y tantos intelectuales que han destacado a través de una obra sólida, forjadora de una comunidad laboriosa, emprendedora, que ama la libertad, la democracia, la tolerancia.

Era la época de los famosos médicos Rubén Jonkher, Rómulo Aranguibel, Pedro Emilio Carrillo, Rafael Isidro Briceño, Rodolfo González Gil, Ramón Vielma, Esteban Toro, Fernando Battoni, y tantos más que hicieron de la medicina un apostolado, en cambio RUL, llegó con la antorcha helenística,  el médico que se distinguió por su escritura, ganador del concurso de cuentos de El Nacional; cofundador del diario de Los Andes, columnista y caricaturista de fuste; miembro de la Academia Nacional de Medicina,   en 1976 publicó el poemario Cantos rodados con el cual ganó el premio literario Antonio  Bonadíes del Colegio de Médicos del estado Miranda, con las crónicas Tierra casi nube, obtuvo la mención del mismo premio un año después; asimismo en 1977 obtuvo una mención del concurso de cuentos del diario El Nacional, con el texto  Tres muertes y un perro, y en 2004, el primer premio con Viaje a Tongolele, publicado en cuentos que hicieron historia 1964-2004. Este año fue galardonado con el premio Alí Ramos otorgado por la liga de Beisbol Profesional de Venezuela.

En 2014 publica su primera novela, José Gregorio Hernández, un milagro histórico, pero antes en 2006, publica  el  Romance de los setenta, dedicado a su hermano, Tulio Díaz Castañeda, también artista y cuentista. Un poemario del cual publicamos el siguiente fragmento ° Zagaletones de orilla  entones éramos todos. El barrio con sus recodos un mundo de maravilla. Barquisimeto una villa de sosiego parroquial. Y el Turbio un fresco raudal que a sus anchas y sin prisa con sonorosa ceniza bañaba el cañaveral°. Estuvimos en la casa de la calle 15 entre carreras 18 y 19, N 18-44, donde nació esta familia de artistas; vimos la bondad de los alrededores y evocamos el abra que le bañaba la frente a estos muchachos deslumbrados por la bondad de los días de entonces.

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