Los Ángeles (EE.UU.), 15 abr (EFE).- Rosalía protagonizó una de las actuaciones más aclamadas este sábado durante la segunda jornada del popular Festival de Coachella 2023 tras revolucionar al público subiendo al escenario a su prometido, el reguetonero Rauw Alejandro.
«Esta vez es muy especial porque hace cuatro años vine a Coachella, pero lo hice sola (…) ¿Alguien ha escuchado «RR»?», preguntó la artista a los asistentes durante el último tramo de su esperado concierto en la ciudad desértica de Indio (California, EE.UU.).
Después de esto, el puertorriqueño apareció en escena ataviado con chaqueta negra y pañuelo del mismo color para interpretar «Vampiros» y «Beso», dos canciones que se incluyen justamente en «RR», el trabajo musical estrenado recientemente junto a su pareja.
«¿Dónde está mi gente latina?, ¿y los fanáticos del reguetón y del perreo?», expresó el artista entre tema y tema para alentar con un «Ella es Rosalía» a un público ya de por sí encendido.
Así se fue encaminando al final el espectáculo de la artista, que se prolongó durante más de una hora, y cautivó a gran parte de este festival internacional que reúne diariamente a más de 120.000 asistentes.
En el arranque, «Saoko» y «Bizcochito» fueron las dos canciones elegidas para plantarse ante un ejército de fans que llegaba con ganas de bailar con los temas de su álbumes «Motomami» y «El Mal Querer» tras una actuación vibrante en el mismo enclave por parte de la británica Charli XCX.
Pero la figura Rosalía en general y el fenómeno «Motomami» en particular fueron toda una sensación en sí mismos, ya que durante todo el fin de semana centenares de jóvenes desfilaron por el Festival de Coachella con ropa personalizada de la cantante natural de Sant Esteve Sesrovires (Cataluña, España).
Esa admiración se dejó notar desde que se subió al escenario junto a su ya reconocible elenco de ocho bailarines, los cuales volvieron a portar cascos negros de moto bajo un sonido atronador de motores como telón de fondo.
Lo que vino después fue una performance cargada de movimientos sensuales fusionados con retazos de bailes folclóricos, mientras vestía un top negro y una camisa larga con trasparencias que hicieron subir la temperatura en el desierto de Coachella.
«Vuestra presencia me llena el corazón. Yo vengo desde Barcelona y por eso estoy muy feliz de estar aquí. (…) It’s because of you that I’m here tonight («Por vosotros estoy aquí esta noche»)», expresó Rosalía intercalando español e inglés.
El show fue redondeando con sus habilidades al piano tocando las canciones «Hentai» y «Candy», además de con un exuberante juego de luces e imágenes en las pantallas gigantes que custodiaban el escenario y que mostraron con todo lujo de detalles cómo incluso llegó a mezclarse con el público.
Tras su irrupción en el Festival de Coachella 2019, Rosalía volvió al famoso evento musical estadounidense este sábado pero sin figurar como cabeza de cartel, algo que sí consiguió el puertorriqueño Bad Bunny este viernes.
Y es que la organización del festival, que tiene estipulado repetir distribución el fin de semana que viene en el mismo lugar, decidió que fuera el grupo surcoreano de k-pop Blackpink quien liderara la cita.