Madrid, 24 jun (EFE).- El Gobierno ha aprobado este jueves el decreto que modifica la ley de la nueva normalidad y devuelve el público a los estadios de fútbol y a los pabellones de baloncesto a partir de la próxima temporada pero con el aforo que decidan las comunidades autónomas y con mascarilla.
Así lo ha relatado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario donde ha dado cuenta del contenido del decreto ley que elimina la obligatoriedad de llevar mascarilla en exteriores, a partir del sábado, si se respeta la distancia de seguridad de 1,5 metros si bien considera «conveniente llevar siempre encima» un cubrebocas para cuando no se den estas circunstancias.
La sorpresa de decreto ha sido para el público en los estadios. Aquí la ministra ha informado de que se suprimía el artículo 15.2 de la ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la pandemia aprobada en marzo para «volver a la normalidad en los estadios de fútbol, de la Liga profesional y de baloncesto de la ACB».
«Suprimimos este artículo y volvemos a la normalidad para el comienzo de la Liga» ha dicho la ministra, que se ha mostrado convencida de que será una noticia «muy bien recibida para todo el deporte y para este país».
El citado artículo delegaba en el Consejo Superior de Deportes, previa consulta al organizador de la competición, al Ministerio y a las comunidades, el establecer las medidas de prevención e higiene en la Liga del Fútbol y de la ACB, que iban del aforo a la desinfección, prevención o control para evitar las aglomeraciones.
También la ministra ha avanzado que el Gobierno aspira a modificar el acceso a los aeropuertos, donde, hasta ahora, sólo se permite la entrada de quienes van a viajar, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y personal del aeropuerto.
La modificación será a través de un acuerdo de Consejo de Ministros y a propuesta del titular de Transportes, José Luis Ábalos, para que se pueda flexibilizar el acceso a las instalaciones aeroportuarias.
En la rueda de prensa, Darias ha insistido en que las medidas aprobadas, en especial la eliminación la mascarilla al aire libre, «nos acerca a la normalidad y nos da una alegría colectiva. Las sonrisas volverán de nuevo a nuestras calles».
La ministra ha considerado que las medidas aprobadas «dan a la ciudadanía lo que se merece», la mascarilla dejará de estar presente pero ha apelado a «llevarla siempre encima para cumplir lo que establece el decreto», y poder usarla cuando no se respete la distancia de seguridad.
Respecto a posibles multas por un mal uso de estas medidas, Darias ha recordado que salvo los artículos modificados, el resto permanece igual por lo que las sanciones que se puedan imponer son las vigentes.
Darias ha querido transmitir a la ciudadanía un mensaje «comprensible y sencillo» y ha defendido un tratamiento de la mascarilla «uniforme y homogéneo» en todo el territorio español.
Y en relación a las comunidades autónomas y a sus hojas de ruta, Darias ha insistido en el «marco común» porque de esta «crisis salimos juntos, y tiene que seguir siendo así».
El decreto, tal y como transmitiera la ministra ayer al Consejo Interterritorial, también contempla que la mascarilla siga siendo obligatoria en espacios cerrados públicos, como por ejemplo una biblioteca, o espacios cerrados de uso público, como una farmacia o un supermercado, y en los transportes públicos tanto en avión, autobús o metro.
También lo será en eventos multitudinarios, como un concierto, pero, si ese evento es sentado y se respeta el metro y medio de distancia, no será obligatoria.
Sin embargo, según consta en el decreto ley, la mascarilla dejará de ser de obligado uso en residencias y espacios institucionalizados donde el 80 por ciento de la población esté vacunada, pero sí será obligada para los trabajadores de esos centros y las visitas.
Lo mismo ocurrirá en servicios esenciales, como por ejemplo un parque de bomberos, que no tendrán que llevarla en sus guardias si el 80 por ciento está inmunizado.
No será obligatoria para los pasajeros de barco y buque en su camarote y tampoco cuando estén en cubierta y se pueda mantener la distancia de seguridad.