La Red de Abastos Bicentenario pasó a formar parte de las más de 1.700 empresas que el gobierno –primero con Hugo Chávez y luego con Nicolás Maduro– ha estatizado, pero que ahora están cerradas o a punto de clausura por su mala administración. “Debido a las políticas equivocadas, se adelantan los pasos para vender los Bicentenario a un grupo privado”, manifestó Jorge Lastra, directivo del sindicato de Rabsa.
El traspaso, señaló el sindicalista, es la razón de que actualmente 60% de los 42 locales del país estén cerrados. A esto se suma la providencia del Ministerio de Alimentación, publicada en la Gaceta Oficial 41275 del 9 de noviembre, sobre “la venta y permuta” de bienes públicos de la red de abastos.
Las memorias y cuentas del Ministerio de Alimentación revelan una caída de los beneficiarios de los abastos que pasaron de 2.915.685 a 2.394.115 entre 2013 y 2015 (última data oficial disponible).
En ese último año, la red manejó el triple de recursos (más de 9,9 millardos de bolívares) respecto a 2014, pero vendió solo 193.510 toneladas de alimentos y productos esenciales. Este volumen contrasta con los registrados en 2014 y 2013 de 199.722 y 206.127 toneladas, respectivamente.
Lastra precisó que hasta ahora los Bicentenario cerrados son los ubicados en Montalbán, Vargas, Valencia, Maracaibo y Bolívar. Los Gran Abasto en la Zona Rental, Macaracuay, Charallave y Terrazas del Ávila permanecen abiertos.
“Los últimos 18 meses han sido traumáticos: 6.000 de 9.000 trabajadores fueron despedidos injustificadamente sin importar que eran mujeres embarazas o en permiso de maternidad, enfermos ocupacionales, empleados de vacaciones y de reposo, y con fuero sindical”, denunció el dirigente.
Lastra recordó que cuando anunció la estatización en 2010 de las cadenas Éxito y Cada para transformarlos en los Bicentenario, el presidente Chávez garantizó la estabilidad a los trabajadores. La misma promesa la hizo Maduro en diciembre de 2016. El decreto 2.245 publicado en Gaceta Oficial del 22 de febrero de 2016 ordena la reestructuración de la Red de Abastos Bicentenario.
En diciembre del año pasado Maduro aseguró: “Abastos Bicentenario se pudrió, así lo digo”. Detalló que se convertirían en los centros de distribución directa de los mercados comunales.
Sin embargo, fuentes cercanas al gobierno indicaron que estas medidas obedecen a la estrategia de centrar la distribución de los alimentos a la población en las bolsas y las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.
Solo importados. Los Abastos Bicentenario que aún permanecen abiertos venden los mismos productos y al mismo precio que los establecimientos privados. En los anaqueles de las sucursales de Chuao, Las Mercedes y Plaza Venezuela solo se consiguen productos de
Brasil, Turquía y Alemania, mientras que los alimentos regulados los venden con menor frecuencia.
Eliseth Ruiz, ama de casa, afirmó que en el Bicentenario de Las Mercedes son contadas las ocasiones que venden arroz y pasta a precios regulados. Aseguró que esos productos son adquiridos por los revendedores. “Aquí no hay ni arroz ni pasta regulada y cuando venden algo los que compran son los bachaqueros”.
En los abastos situados en Chuao y Plaza Venezuela dos pasillos están llenos de la misma marca de espaguetis o pasta corta de 500 gramos.
Hace dos semanas costaban 28.000 bolívares y la semana pasada las vendían en 32.999 bolívares, lo que representa un aumento de 17,85 %.
Otro producto cuyo precio se incrementó fue el kilo de detergente que costaba 37.000 bolívares y actualmente 49.500 bolívares, lo que equivale a un alza de 33,78%. En la red venden el kilo de caraotas en 15.641 bolívares, los frijoles bayos en 6.975 bolívares y las arvejas en 10.000 bolívares.
En estas tiendas la botella de un litro de aceite de canola alemán cuesta 42.000 bolívares, mientras que las sardinas enlatadas, también importadas, van de 6.000 bolívares a 11.000 bolívares.
“Los precios aquí están superelevados. Compré un paquete de sal, 2 latas de sardinas, 2 bolsas de bebidas alimenticias para mi hijo y unas salsas para condimentar. En estos productos se me fueron 60.000 bolívares”, indicó Ronald Vera, consumidor que se encontraba en el Abasto Bicentenario de Las Mercedes.
Los productos de higiene personal, como el paquete de jabón de baño en barra importado de Turquía, está en 53.000 bolívares. Para comprar un paquete con 48 toallitas húmedas de bebés los padres que visiten la Red de Abastos Bicentenario tendrán que destinar 35.000 bolívares del presupuesto familiar.
En cuanto al expendio de carne de res solo había huesos rojos para sopa. Dentro de la sucursal de Chuao algunos clientes formaron una cola el martes pasado para esperar, sin ninguna garantía, a que alguno de los trabajadores del abasto colocara cortes bovinos de mejor calidad en el refrigerador. En el de Las Mercedes se observó una cinta de color rojo para evitar el acceso de los clientes a las neveras donde antes se exhibían proteínas y hortalizas.