Durante su visita al estado Táchira el rector de la Universidad de Los Andes (ULA), Mario Bonucci, se pronunció sobre la situación económica de dicha casa de estudios e informó que el déficit docente es del 25,45% desde el año 2022, ante los bajos salarios que perciben, que son complementados con bonos.
Recordó que en el año 2016 llegaron a tener 2.887 profesores activos y un número similar de jubilados, mientras que para el año 2022 había 2.152 profesores.
“Esa caída se mantiene, hay una disminución del número de profesores. Probablemente en algunas facultades o escuelas no disminuye el número de profesores, pero disminuye el número de personas con formación de alto nivel, es decir, alguien que es doctor, que tiene mucho que ganar, se va para el extranjero, se va para otro sitio a ganar mejor sueldo. El otro profesor que está emigrando con mucha rapidez es el recién egresado, que no tiene nada que perder”, explicó.
Precisó que las carreras que presentan mayor déficit docente son las del área de la salud y las científicas, aunque las del área de la salud son las que tienen menor deserción estudiantil.
En cuanto a deserción estudiantil el rector Mario Bonucci agregó que en el año 2016 la ULA contó con 43.526 estudiantes y al 2021 llegamos a tener 15162 estudiantes, perdimos el 65% de los estudiantes.
Elecciones
Sobre el proceso electoral que fue suspendido el pasado 21 de marzo por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), manifestó que está empeñado en lograr la renovación de las autoridades académicas.
Destacó que, en reunión con la ministra de Educación Universitaria, Sandra Oblitas, le propuso tener un reglamento transitorio que sea respetado por todas las partes para hacer un proceso electoral lo más rápido posible, pues está convencido que las nuevas generaciones pueden tener visiones distintas de cómo manejar la situación, pero la respuesta que recibió fue: “he tomado nota de su comentario”.
Bonucci aclaró que probablemente con las nuevas autoridades la universidad no va a tener más presupuesto, ni mejores salarios, pero tendrá una nueva visión. Asegura que un proceso electoral constituye un proceso de entrenamiento político para todos los universitarios, para que reflexionen temas como libertad, democracia, autonomía, libertad de cátedra, entre otros.
“¿Cuál es la sensación que yo tengo?, que están imbuidos en un proceso electoral presidencial que les está impidiendo atender otros asuntos, pero tengan ustedes la seguridad de que este rector, este vicerrector de núcleo, estas autoridades, estamos empeñados en que tenga que haber un proceso de renovación de autoridades”, expresó.