Madrid, 30 abr (EFE).- Junto a Adolf Hitler, un grupo de oscuros personajes tuvieron un papel relevante durante el Tercer Reich y una participación activa en las atrocidades cometidas hasta 1945 por los nazis.
Estos son ocho de los principales protagonistas de aquella etapa negra de la historia de la humanidad:
HEINRICH HIMMLER (1900-1945)
Fue el número dos del régimen nazi y es considerado «el arquitecto del Holocausto». Como jefe de la SS y de la Gestapo fue el máximo responsable de la represión interna y de la organización de los campos de concentración.
En los últimos días de la guerra trató de negociar con los aliados a espaldas de Hitler y, al ser descubierto, tuvo que huir. Se suicidó tras ser capturado por los británicos.
HERMANN GÖRING (1893-1946)
Göring estuvo ligado a Hitler desde mucho antes de la llegada al poder y ya en él creó la Gestapo, la policía encargada de la represión de todos aquellos considerados peligrosos para el régimen.
Fue muy popular como comandante en jefe de la Luftwaffe, la poderosa aviación alemana, pero perdió influencia en los últimos años del régimen. Condenado en 1946 en el proceso de Nuremberg a morir en la horca como criminal de guerra, se suicidó horas antes de la ejecución.
JOSEPH GOEBBELS (1897-1945)
Ministro de Propaganda e Información de Hitler fue el responsable del armazón intelectual y cultural del Reich: Sus tácticas de control de masas y difusión de los principios antisemitas y belicistas, fundamentalmente a través de la radio, han pasado a la historia de la manipulación política.
El 1 de mayo de 1945, refugiado en el mismo búnker en el que Hitler se había suicidado un día antes, se quitó la vida junto a su esposa, Magda, después de asesinar a sus seis hijos.
RUDOLF HESS (1894-1987)
Antes del inicio de la II Guerra Mundial, Hess era el colaborador más cercano a Hitler, su asistente personal que participó en la redacción del “Mein Kampf” (el texto firmado por Hitler y que se considera la piedra angular del ideario nacionalsocialista), pero cuando Alemania comenzó el conflicto perdió rápidamente influencia.
En 1941 protagonizó uno de los episodios más rocambolescos de la guerra al lanzarse en paracaidas sobre Escocia tras un vuelo en solitario a Gran Bretaña cuyo objetivo nunca estuvo claro. Fue condenado a cadena perpetua en Nuremberg y el 17 de agosto de 1987 se suicidó ahorcándose en su celda de la prisión de Spandau, donde permanecía completamente solo desde 1966 custodiado por guardianes de cuatro de las potencias vencedoras en la contienda, EEUU, Reino Unido, Francia y URSS.
MARTIN BORMANN (1900-1945)
Bormann sucedió a Hess como secretario personal de Hitler, que le nombró líder del partido. Su control de la agenda del Führer le dio un enorme poder entre los dirigentes nazis.
Estuvo presente en el suicidio de Hitler y Eva Braun y, aunque fue condenado en ausencia en el proceso de Nuremberg ya que se le creía huído, su cadáver apareció accidentalmente en 1972 durante unas obras en Berlín donde probablemente estaba enterrado desde 1945.
ADOLF EICHMANN (1906-1962)
Fue el responsable logístico de la «solución final», nombre de la operación de extermino de los judíos durante el Tercer Reich. Organizó las deportaciones, los trabajos forzados y las ejecuciones.
Tras el final de la guerra huyó a Argentina donde permaneció oculto hasta que fue localizado y secuestrado por un comando del Mossad que lo trasladó a Israel para ser juzgado. Murió ahorcado en 1962.
RUDOLF HÖSS (1900-1947)
Himmler dio la orden de «la solución final», Eichmann la organizó y Rudolf Höss, nombrado comandante del campo de Auschwitz en 1940, la ejecutó al frente del mayor centro de exterminio nazi, en el que fueron asesinadas más de un millón de personas.
Höss, que implementó medidas para aumentar la capacidad del campo para asesinar judíos y aumentar la eficiencia con cámaras de gas y crematorios, fue juzgado en 1947 y ahorcado cerca de Auschwitz.
JOSEF MENGELE (1911-1979)
«El ángel de la muerte», responsable de los experimentos seudocientíficos de los nazis en el campo de Auschwitz-Birkenau, llevo a cabo prácticas de extrema crueldad con los prisioneros, muchos de ellos niños, con el objetivo de crear individuos superiores.
Huyó a sudamérica tras la guerra y vivió en varios países con identidades falsas hasta que murió en Brasil en 1979.