Gabriel Montenegro.- La temible Quebrada de Escuque vuelve a ser noticia en los principales titulares de los portales comunicacionales de la región, y es que de nuevo desde hace varios días la crecida de este flujo acuífero aumentó de manera significativa y hasta derrumbó buena parte de la cancha deportiva del barrio Simón Bolívar, información dada por nuestros compañeros Mayra Linares y Alexander González.
Paralelamente, los personeros de Protección Civil y el gobierno regional han advertido a la ciudadanía, a fin de tomar las más urgentes medidas previsivas del caso, ya que el Inameh prevé más precipitaciones pluviales en los próximos días, lo que podrá agravar aún más la ya delicada situación.
Topografía propicia un riesgo mayor
En el caso de los Valles Altos Trujillanos, en las carreteras hacia Mendoza del Momboy, Los Cerrillos y La Puerta, Boconó, Carache, Santa Ana, también es necesario estar alertas y en el caso de Valera, en la vía que va desde El Milagro hacia El Cumbe- Villa Mercedes, Jajó, La Mesa y Timotes, ya los derrumbes y deslaves comienzan a ocasionar problemas al tránsito automotor y comunidades involucradas.
Hay que entender que la topografía del terreno en muchas zonas de la geografía trujillana es de alto riesgo, al igual que la mayoría de las poblaciones de la Cordillera de Los Andes, caracterizada por zonas de impacto montañoso con muchas nacientes de manantiales, cuyos caudales, como es de esperarse, se elevan en la temporada de lluvias.
Como ya lo hemos reseñado, existe en la actualidad una “vaguada” que se ha estancado en la denominada Zona de Convergencia Inter-tropical, especialmente en el occidente del país y norte de Santander colombiano, lo cual propicia severas lluvias y mal tiempo por un espacio, en esta oportunidad, más prolongado según los expertos en meteorología.
El llamado es a los habitantes de las comunidades antes nombradas, especialmente a quienes viven cerca de este afluente que tiene sus nacientes en las altas montañas escuqueñas, alimentadas por otros riachuelos, para estar alertas ante cualquier eventualidad.
Las autoridades recomiendan no lanzar basura o escombros al lecho de la quebrada, tampoco ocupar espacios cercanos a su cauce y evitar a toda costa que los niños se acerquen a esta peligrosa torrentera en momentos que se encuentre crecida.
Hay que recordar que el impacto negativo de las crecidas de la Quebrada de Escuque en la historia cercana ha dejado su estela de amenaza y destrucción, incluso se ha llevado la vida de personas conocidas.
Gráficas: Alexander González