Caracas, 13 oct (EFE).- El partido opositor de Venezuela Primero Justicia (PJ) reafirmó este domingo su compromiso con la defensa del «triunfo» que -insiste- obtuvo el antichavismo en las presidenciales del pasado 28 de julio, en las que, sin embargo, el mandatario Nicolás Maduro fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«Estamos comprometidos a consolidar y defender el triunfo electoral del 28 de julio, fortalecer la unidad opositora y ejercer presión interna y externa para que se respete la voluntad del pueblo venezolano, promoviendo una agenda democrática y transparente», expresó en X.
En ese sentido, indicó que, tras «largas horas de debate y trabajo» de su comité nacional, aprobó un «plan político estratégico» para «la defensa de la soberanía popular y el fortalecimiento de la unidad democrática».
El objetivo es mantenerse «cerca de las necesidades y exigencias del pueblo» y «formar parte de la solución y superación de la grave crisis humanitaria que padece» el país.
El plan contempla, como «líneas estratégicas», fortalecer «el liderazgo opositor», consolidar «la estructura de toma de decisiones», innovar en «la presión interna y externa», reforzar «la unidad» y defender la «soberanía nacional, la publicación de las actas y la auditoría transparente de los resultados del 28 de julio», agregó PJ.
El partido, que respaldó la candidatura del líder opositor Edmundo González Urrutia en los pasados comicios, aprueba este plan casi tres semanas después de que el dirigente antichavista Henrique Capriles anunciara su renuncia a la directiva nacional de PJ por «falta de unidad interna» y de «transparencia y rendición de cuentas de los administradores».
En una carta que publicó el pasado 23 de septiembre, el exgobernador aseguró que la junta «no tiene un plan claro ni una propuesta» en «tiempos de tanta turbulencia e incertidumbre», sobre todo, tras las elecciones y «el robo de la soberanía popular por parte de quienes están en el poder».
El dos veces candidato a la Presidencia señaló también que «algunos militantes» han sido «expuestos» a «bajezas» por parte del exdiputado Julio Borges -exiliado en España-, vicepresidente de Comunicación y Relaciones Internacionales de PJ.
Según Capriles, Borges prioriza «sus intereses particulares» y tiene una «larga historia en el uso pagado de redes y portales para atacar y desprestigiar» a opositores, «incluso a miembros de este partido».
Posteriormente, el partido rechazó la carta y aclaró que su «compromiso, foco y energía se concentran en la defensa de los resultados del 28 de julio, junto al presidente electo Edmundo González Urrutia» y la líder opositora María Corina Machado, principal valedora del excandidato.
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