Como siempre sucede en este tipo de reuniones, se llevó a cabo de manera amena y cordial esta primera clase, dedicada, por el eximio pedagogo Pedro Frailán, a la presencia contundente e histórica del Padre Libertador Simón Bolívar a su paso por este noble y acogedor rinconcito trujillano, todo visto desde la perspectiva acuciosa de don Mario Briceño Iragorry.
Gabriel Montenegro
gabymonti59@gmail.com
«Simón Bolívar no solo dedicó gran parte de su vida a emprender y luego consolidar la libertad de su patria, sino fue mucho más allá, recorriendo largas y extenuantes distancias, en épocas donde un caballo o arreo de mulas era el modo más moderno de transporte.
Recorrer Venezuela en su gesta emancipadora no fue tarea fácil, pues no solo encontró enemigos, divergencias y constantes obstáculos en su largo transitar libertario, sino mucha gente incrédula y atemorizada por la retaliación letal y cruel que la corona española emprendió contra los cabecillas de quienes consideraba la Real Audiencia como conspiradores y traidores.
Trujillo fue uno de los pocos bastiones iniciales donde el Libertador encontró respaldo decidido y muestras de reconocimiento, fue acogido con respeto y hasta se encontró personalmente en las postrimerías de su lucha, con uno de los máximos jefes militares de la Madre Patria, en esta capitanía americana, en posesión de la corona.
Esa presencia determinante de Bolívar en nuestra región, ha sido motivo de orgullo a lo largo de nuestra historia regional, y don Mario Briceño Iragorry se ha encargado de resaltar magistralmente con ese máximo orgullo nacionalista que siempre le caracterizó» .
Así describe el profesor Pedro Frailán e interés manifestó de Iragorry por destacar la presencia del genio de América en suelo trujillano.
Por supuesto que destaca, entre muchas otras vivencias de Bolívar, su llegada a la casa del padre Francisco Rosario en Carmania, aquel 13 de junio de 1813 en plena Campaña Admirable, su célebre redacción del «Decreto de Guerra a Muerte», la noticia de la ejecución de Antonio Nicolás Briceño, su respuesta igualmente contundente contra el ejército español y por supuesto la visita a Sabana Larga dónde sembró un hijo del » Samán de Guere», sin olvidar su llegada a Trujillo de los Mukas para la ratificación y firma de su escrito, el paso por el «Jardín de Venezuela» y siete años después su encuentro con el general Pablo Morillo, en una entrevista marcada por el deseo del cese a la crueldad bélica.
A todas estas aristas, Mario Briceño Iragorry dio suma importancia como escritor de manera marcada, para que las nuevas y futuras generaciones conocieran sobre los hombres y momentos estelares que nos dieron la libertad como nación soberana.
Presencia regional se mantiene
La primera clase interactiva de la Cátedra Mario Briceño Iragorry, a decir de la profesora Libertad León (coordinadora), tiene como finalidad no solo analizar y debatir sobre los pormenores de los acontecimientos que el ilustre trujillano destaca con ahínco, sino se basa en el hecho fundamental del conocimiento sobre nuestra historia patria y esencialmente la historia regional.
Para la catedrática y reconocida educadora, Iragorry expresaba que Bolívar era una especie de Filósofo Social y quiso plasmar en su obra el sueño bolivariano para arraigarlo al conocimiento colectivo.
Algo parecido expresó la moderadora de esta primera clase, licenciada María Vivas Araujo en representación de la Universidad Simón Rodríguez- Núcleo Valera, quien por su parte destacó también las virtudes investigativas del expositor principal Pedro Frailán, quien es un acucioso hombre de letras e historia nativa.
En el salón de conferencias de Acoinva, estuvo presente además un selecto grupo de personalidades, la mayoría integrantes de la Cátedra Libre Mario Briceño Iragorry, entre ellos la licenciada Thaís Valero, doctores Dalis Valera, Alexis Rojas, el joven Juan David, Hugo Rivero, la Nena Medicci, Álvaro Quintero, Wilfredo Álvarez, los integrantes de la Línea de Investigación, Literatura y Arte, además de la siempre activa Marlene Briceño, en representación de los promotores principales de este evento, el Ateneo de Valera.
El propósito fundamental de la Cátedra Mario Briceño Iragorry, además de hacer conocer las cualidades literarias y humanísticas de este gran trujillano, es hacer conocer la profundidad de su obra, manifestada de una manera diáfana y muy distinta, partiendo de sus propias experiencias personales y profundizando sobre lo más significativo de nuestra historia patria, para plasmar ese conocimiento en favor de las generaciones futuras y dar a conocer con la certeza documental la esencia de nuestro desarrollo social y cultural a través de los tiempos.
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