Los partidos políticos en Venezuela lidian con la deslegitimación de la sociedad, a falta de financiamiento, el miedo de su militancia que se aparta y la persecución que derivó en la detención de alrededor de 300 miembros de las principales organizaciones de oposición del país.
Caracas. La judicialización de los partidos políticos, las reformas a leyes que los regulan, las amenazas de que deben firmar documentos y suscribirse a acuerdos si quieren participar en elecciones y la detención de alrededor de 300 activistas opositores marcan la agonía de las organizaciones de esta índole en el país, obligadas a reinventarse en un ambiente en el que la disidencia es silenciada.
Solo entre los principales partidos políticos de oposición Vente Venezuela, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular y Encuentro Ciudadano, se cuenta la detención de al menos 200 dirigentes nacionales y regionales privados de libertad en la ola de represión previa y posterior a las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
Dirigentes de varios partidos consultados por Crónica Uno coinciden en que “da miedo” hacer política en Venezuela en el contexto actual, pero que se sostienen para intentar evitar la desarticulación de las organizaciones políticas en Venezuela.
“Antes a uno le daba orgullo decir: ‘yo formo parte de Un Nuevo Tiempo (UNT)’, pero ahora más bien da miedo pensar que tan solo por congeniar con las ideas de una organización opositora puedes ir preso”, dijo a Crónica Uno un militante zuliano de esta tolda que prefirió no identificarse.
Como él, muchos sienten ese miedo aunque trabajan con cautela. Mientras que otros han tomado la decisión de renunciar a las filas de sus partidos y romper todo nexo que los pueda identificar con el trabajo de la oposición previo a las elecciones presidenciales, para evitar el acoso de las autoridades policiales y dirigentes del chavismo en sus zonas.
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Viviendo la represión
De acuerdo con datos recabados por Crónica Uno los partidos y organizaciones opositoras con fines políticos cuentan poco menos de 300 detenidos que figuran como militantes o colaboradores de sus filas. Esto sin contar a simpatizantes opositores que no están relacionados directamente con alguna organización de este tipo.
La lista es encabezada por el partido de la líder opositora María Corina Machado, Vente Venezuela, con 97 detenidos; seguido de Primero Justicia (PJ), 49 militantes privados de libertad.
En tercer lugar se ubica UNT, con 30 detenidos según fuentes dentro de la organización; seguido de Voluntad Popular, con 21 militantes encarcelados en la actualidad y Encuentro Ciudadano que computa cuatro detenciones en este momento.
Un dirigente de Voluntad Popular consultado por este medio refirió que actualmente tratan de reagruparse y vencer el miedo de la militancia para seguir trabajando, pese a la persecución a la disidencia que se ha recrudecido en los últimos meses, y ha sido ampliamente documentada y señalada por organismos internacionales como la oficina del Alto Comisionado para DD.HH. de ONU, la Organización de Estados Americanos, Amnistía Internacional, entre otros.
Limitados
El politólogo y miembro de Primero Justicia Ángel Medina, explicó a Crónica.Uno que ante la compleja dinámica actual el reto para su partido y para el resto ha sido mantener conectada a la militancia y obviar las actividades de calle, el activismo político y la presencia en sectores que son las principales acciones ejecutadas por las organizaciones.
“Más que mantener a las bases activas, porque estamos en un momento sumamente complejo, sumamente difícil, se trata de mantener las bases conectadas, a las bases informadas y a la dirigencia política en permanente discusión y debate, porque evidentemente se ha limitado de manera importante la actividad de los partidos políticos”, señaló.
Aunque Medina admitió que en el seno de PJ hay muchas dudas que tratan de ser resueltas por la dirigencia y otras a las que por el momento no les encuentran solución, aseguró que el esfuerzo está concentrado en mantener activas las conversaciones internas constantes de las que vive el partido.
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“Procuramos que esa discusión no se termine, que no se pierda esa conexión, sea como sea. Que no se pierda esa conexión con las bases, y eso es una forma de mantener la vigencia de las estructuras políticas”, dijo.
A las limitaciones, prosigue Medina, se suman también las bajas generadas en los partidos políticos como consecuencia de la migración, el temor a las detenciones y amedrentamiento y la “desactivación” o salida de miembros que optan por volver a sus actividades profesionales y descartan la actividad política.
“La primera baja que tuvimos fue migración, una cantidad importante de cuadros políticos municipales, regionales, incluso a veces nacionales se tuvieron que ir del país (…) obviamente se mantenían militantes, se mantenían identificados, pero desde el exterior ya no es la misma actividad, ya no es la misma intensidad, ya no es la misma presencia”,
dijo Medina
Agregó que otros miembros de PJ, por miedo, “se desactivan, otros deciden pues bueno ya este no es momento para hacer política, la política se transformó para algunos en una actividad demasiado peligrosa (…) Y luego está todo el tema del clima político hoy que hace que no haya actividad plena”.
Por la reinvención
Medina, también politólogo, insistió en la necesidad de las organizaciones políticas de reinventarse para sobrevivir en el ecosistema actual de Venezuela y bajo condiciones que, considera, no permiten el libre ejercicio del derecho a ejercer y hacer política.
“El problema no es la existencia de los partidos, el problema es cuál es la calidad de los partidos políticos y cómo están ejerciendo o no su rol más importante que es el de intermediación entre los institucionales, la gente y la sociedad. Y ahí es donde están los graves problemas que presenta hoy el sistema político venezolano”, sentenció el especialista.
Para Medina, la deslegitimación de los partidos en Venezuela por parte de la sociedad que no confía en las organizaciones, sumado a la falta de financiamiento y la persecución a los líderes políticos “ha mermado las capacidades de intermediación que debería tener un partido político o el sistema de partidos políticos”.
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Ante ello, consideró vital la necesidad de establecer un debate sobre “cuál es el modelo de partidos políticos, si es que los partidos políticos son el modelo, y cuál es el modelo del nuevo formato de unidad, si es que tiene que venir un nuevo formato de unidad”.
“Aceptemos que tenemos que pasar de lo electoral a hablar más de las ideas, porque las ideas nunca se agotan, lo electoral se puede votar en una elección, como siempre pasa, pero las ideas nunca se agotan y las ideas te permiten pensar, no solamente en la coyuntura, sino pensar también a largo plazo”, concluyó.