Por más sílice que se le eche, por más químicos que se le apliquen, o en general por más esfuerzos que ahora se le hagan, la verdad es que preocupa el estado del gramado “José Alberto Pérez” del polideportivo “Luis Loreto Lira”, sede acostumbrada del Trujillanos FC para el fútbol profesional nacional. No sólo al Director Técnico del TFC, el argentino Horacio Matuszyczk debería inquietarle el estado del terreno de juego.
Es que falta poco para iniciar el Torneo Aperura de la temporada 2018. El amarillo y marrón con una plantilla discreta, más allá que el presidente del equipo le tenga tanta fe hasta el punto de darlo como próximo a clasificar a copa internacional, no tendrá precisamente al JAP como su mejor aliado. Lo más triste es que el descuido que sufrió durante este receso desde la campaña 2017, hizo que se perdiera un trabajo de mantenimiento anterior.
Hoy por hoy no hay otro responsable sino la propia divisa del TFC, ya que es la encargada de mantener en buenas condiciones el campo de fútbol. Además los alrededores, que incluye antes que las tribunas, la pista de atletismo “Pedro Callejas”, también entristecen a cualquiera que los mire por su evidente deterioro. Hay que decirlo.