Hace unos años, en conversación familiar de mesa, llegó el tema del nombre del río que atraviesa el valle de La Puerta y Mendoza, y es topónimo de este. Mi hija mayor, recordó que estudiando bachillerato en el Colegio Parroquial de La Puerta, una de sus compañeras preguntó en clase a una profesora ¿qué significaba valle de Momboy?, haciendo énfasis en la “M”. La profesora, para no reconocer que la sorprendieron con la interrogante, se alisó la blusa, pensó unos segundos, y le respondió:
– Les voy a relatar de dónde viene ese nombre. Las estudiantes le prestaron mayor atención. La profesora en tono magistral, continuó con el siguiente cuento.
– Hace muchos años, un señor de nombre Ramón, que vivía por Los Barriales, puso un puentecito de tabla, para pasar el río y poder ir al pueblo. Tenía un niño pequeñito. Un día, el hombre atravesó el puentecito y estando del otro lado del río, el chinito le gritaba: ¿MOM VOY? ¿MOM VOY? Y la profesora, como toda una catedrática seria, le agregó finalmente al cuento:
– Y, a ese hecho se debe el nombre del río y del valle.
Como han percibido, tiene su jocosidad y ocurrencia la respuesta de la vivaz docente, ante un asunto que debería ser del interés y conocimiento de la colectividad, sobre el lugar donde se vive y se labora, y mucho más de quienes enseñan a nuestras siguientes generaciones.
Es bueno aclarar este asunto, porque se persiste en el desliz de esconder el nombre autóctono, peculiar y distintivo de nuestro río: Bomboy, y el de esta comunidad que fue Valle de indios de Nación Timotes del Bomboy; posteriormente, el nombre o advocación religiosa, asignado por los curas y conquistadores europeos fue el de: Pueblo de Doctrina Nuestro Señor San Pablo Apóstol del Bomboy.
Los castizos documentos de Encomiendas de Trujillo, que se conservan en el Archivo General de la Nación, informan que uno de los grupos o pueblos primitivos instrumentalmente clasificados, son los “Indios de Nación Timotes en el Valle del Bomboy”, (Olmo, Elisael José. San Miguel de Burbusay. Pags. 192 y 193). Ahora bien, en relación a este topónimo, la designación y uso del nombre originario y dado por los aborígenes, viene confirmado cronológicamente por varios documentos oficiales y públicos, entre ellos los siguientes:
El primer dato histórico sobre el nombre de este sitio, está en el documento que reposa en el Archivo General de Indias, mediante el cual, el Gobernador de Venezuela Alonso Arias Vaca, menciona al capitán portugués Tomé Dabuyn, como primer beneficiario de la encomienda denominada “Valle de Vomboy”, y de la que hizo dejación el 26 de marzo de 1601, fecha cierta, con que se cuenta hasta el momento, como de inicio del proceso de conformación del pueblo colonial de indígenas de La Puerta (Zambrano: 42). Sumamos a esto, la Encomienda del grupo indígena <<San Pablo de Bomboy>>, aunque pueda sorprender, ubicada en el lado norte de este valle, otorgada primero a Francisco Botello y luego a Cristóbal Hurtado de Mendoza, en 1630 (Zambrano, p. 11).
El siguiente dato histórico, es de 18 de julio de 1611, en que el Gobernador de Venezuela Sancho de Alquiza, por documento (AGI), confirmó la encomienda de “Valle de Vomboy”, en el hijo de Tomé Dabuyn, el capitán Juan Álvarez Dabuyn. Esta encomienda de “Valle de Vomboy”, junto con la de “Quebrada de Comboco” y la de “Lomalla de Busandi”, fue a su vez confirmada, el 10 de enero de 1620, por el Consejo de Indias en Madrid (Zambrano: 42).
Otro dato histórico interesante, es el proceso de reordenamiento y neo-poblamiento llevado desde la Iglesia, en el espacio territorial de Trujillo, entre 1607 y 1610, por el Obispo Fray Antonio de Alcega, la organización de Pueblos de Doctrina, en la que se incluyó (en la 7ma. Doctrina) en las primeras Encomiendas, una de las más extensas, con la mayor cantidad de indígenas Timotes, al colono y capitán conquistador “…Juan Álvarez Daboín (o Dabuim), en Bombay, 408 indios…en lo que es hoy jurisdicción de los Municipios Mendoza y La Puerta, y parte de Timotes…” (Briceño Perozo, Mario. Historia del Estado Trujillo. pág. 57 y 59. ANH. Caracas 1984); lo que permitió el fortalecimiento irreversible de dichos pueblos.
El siguiente asiento histórico y religioso acerca de este valle y su pueblo, es de 1636, informe de la visita pastoral del Obispo. El escritor trujillano Mario Briceño Perozo lo resume: “En 1636, en la Gobernación de Francisco Núñez Meleán y obispado del Dr. Juan López Agurto de la Mata, las doctrinas habían aumentado lentamente en Trujillo a 12… y los curas doctrineros del partido eran los siguientes: …padre Salvador de Carmona, quien sucedió al padre Antonio Montero, San Pablo de Bomboy…” (Briceño Perozo: 59 y 60). Este mismo autor, al comentar algunos encomenderos y las características geográficas de La Puerta, hace hincapié y entre paréntesis la siguiente aclaratoria: “en las viejas escrituras se escribe Bomboy” (Briceño Perozo: 257); a pesar de eso, en los siguientes párrafos al referirse a Mendoza y La Puerta, no utiliza este topónimo auténtico, ancestral, legal y religioso.
Otro asiento instrumental histórico, es el que nos informa el historiador trujillano, Amílcar Fonseca, cuando se refiere a nuestra comunidad originaria o pueblo indígena, de la siguiente forma: “…Bomboy: San Pablo de Bomboy: pueblo a orillas del río de ese nombre, fundado en 1670 por don Nicolás de Reina y Mateo de Párraga…” (Fonseca, Amílcar. Orígenes Trujillanos. Vol. I. Pág. 313. GET. Trujillo. 2005). Sobre la fuente documental de esto, en la nota de autor N° 45, de Dialectología, asentó Fonseca lo siguiente: “45 protocolo de Wilchez y Narvaes del Registro Subalterno…” (Fonseca. 337).
Igualmente, ratifica y sostiene lo anterior, la documentación histórica de 1796, cuando es abierto el primer Libro de Bautismos eclesiásticos de La Puerta, por el cura Francisco Rosario, quien con su propia letra, asentó que pertenece al pueblo <<San Pablo de Bomboy alias La Puerta>> (Archivo Histórico Diócesis de Trujillo).
Como se señaló, los documentos de Encomiendas de Trujillo, son determinantes, que el nombre que se le puso es Bomboy o Bomboi, así lo denominaban los aborígenes, que significa río de aguas de espuma, y asimismo, lo asentaron los conquistadores y colonizadores europeos de aquellos tiempos, y no como errática y consuetudinariamente se le ha venido cambiando y desfigurando por el de Momboy. En la investigación histórica, se tiene como fuente irrefutable de primer orden al documento; igualmente, en el campo jurídico, los abogados tienen una expresión axiomática, que, frente a la fuerza del documento, no hay testimonio, ni alegato, ni argumentación que valga. Por eso, seguiré llamándolo Bomboy.