POR GILCELY LINARES
Propios y turistas realmente aman al pollo asado o a la brasa preparado en el municipio Trujillo del estado Trujillo. Es uno de los platos emblemáticos acompañado del tradicional mojo, cuajada, picante y arepas, en otrora eran de maíz pilado, ahora de harina precocida.
Dependiendo de los gustos hay quienes les suman servicios de caraotas fritas, ensalada mixta, patacones, entre otros.
Los pollos asados son parte de la identidad gastronómica local y regional, con amplio reconocimiento nacional e internacional.
Un verdadero deleite, incluso para los paladares exigentes, aparte es una extraordinaria opción de compartir con los seres queridos durante fechas especiales o cualquier día de la semana.
Según datos recaudados entre conocedores de la materia el primero que vendió pollos asados en Trujillo, ya pasadas unas seis décadas, fue Eladio Castellanos, idea imitada por los Bastidas y los Ojeda.
Sin embargo, tales negocios ya no funcionan, pero permanecen en la memoria colectiva sobre todo de los adultos mayores. Cada restaurante posee su propia receta, que por cierto atesoran como uno de sus mejores secretos, siendo lo común preservar lo jugoso del ave.
Tradición
Al hablar de tradición y perseverancia en el ramo es necesario nombrar a “Pollos La Nena”, anteriormente “Restaurante Conticinio”, ubicado diagonal a la plaza Medina Angarita.
La iniciativa emprendida por María de la Paz Cabrera y José Benito Briceño ya tiene 53 años de labor ininterrumpida, con un arraigo de tres generaciones.
Colocar un brasero no estaba en los planes de los Briceño Cabrera, pero las reuniones entre amigos llevaron a ello, pues quedaban fascinados con las comidas servidas.
Hoy día no se arrepienten de haber consolidado la propuesta y se sienten orgullosos por ser uno de los restaurantes más antiguos vendiendo pollos asados en la entidad.
Juana Briceño Cabrera relata que la constancia, paciencia y amor son las claves para mantener abierto el negocio familiar. Insiste que su progenitora es un extraordinario modelo de trabajo honrado y humilde a imitarse sobre todo en tiempos adversos.
“Jamás desistimos, unidos superamos las dificultades. Mi madre –María de la Paz Cabrera- sigue al pendiente de cada detalle para garantizar platos de alta calidad. Ella cocina y de no hacerlo gira instrucciones precisas, es decir, existe una entrega absoluta, de la misma manera, un gran compromiso hacia nuestros clientes”, señala.
Con más de cinco décadas de trayectoria visualizan efectuar una remodelación de la infraestructura, así como consolidar una sucursal en Valera.
Agrega que “Pollos La Nena” tiene continuidad con Conticinio Coffe & Bar, dedicado a los postres y comida rápida.
En el reconocido establecimiento también practican la acción social mediante ayudas a la Diócesis, Cáritas Trujillo y Seminario “Sagrado Corazón de Jesús”.
A lo natural
Otro de los lugares simbólicos es el “Restaurante Aroma de Campo”, popularmente conocido como “Pollos Sarcos”, vía Monumento a la Paz.
Sus propietarios Rafaela Briceño y Víctor Hugo Villegas “Sarcos” refieren que comenzaron las labores en abril de 1984, ofreciendo un servicio de calidad, signado por exaltar los aliños naturales en los pollos, condimento que han perfeccionado y agrada a los comensales.
Uno de los atractivos del lugar son las alturas andinas, su hermosa flora y fauna. Sin duda, predomina la tranquilidad, una excelente atención y una apoteósica vista a la ciudad portátil.
Movidos por la pasión a favor de la naturaleza y el comer sano, sentaron las bases de uno de sus proyectos de vida, el restaurante. Querencia y compromiso que inculcan a sus hijos en procura de darle prosecución al legado.
Los propios dueños hacen los platillos con mística y dedicación. En “Pollos Sarcos” el mojo trujillano tiene una particularidad, es dulce, agradando con énfasis a los consentidos de la casa.
Y al hablar de ensaladas mixtas una de las mejores de la localidad allí es preparada, su aderezo es insuperable. “A todos les encanta el pollo a la brasa, por eso es una de nuestras especialidades, sin usar ningún producto procesado, respetando el tiempo de cocción, con un sazón casero y calor familiar”, coinciden.
A lo anterior adicionan que “ya son 39 años trabajando por y para Trujillo, no nos cansamos hasta formamos una Escuela de Asadores Profesionales. El amor por lo que hacemos a diario es la llave del éxito”.
“Pollos Sarcos” tiene por meta inaugurar a corto plazo el área de postres, convertir su terraza en un espacio ideal para veladas musicales, mientras que a futuro construir una posada.
Personalidades y alternativas
Personajes políticos, militares, empresariales y de la farándula han disfrutado de las exquisiteces de ambos restaurantes. Los trujillanos migrantes anhelan volver a comer cada una de sus delicias, tal como lo reseñan en las redes sociales.
Siempre el pollo asado trujillano será una alternativa para almuerzos o cenas, inclusive ya ha traspasado las fronteras de la capital, pues en municipios cercanos como Pampanito y Pampán existen locales que los ofrecen, en su mayoría ubicados en La Concepción y Mucuche.
Al igual que en Trujillo capital los menú incluyen el exquisito pollo asado, parrillas, costillas de cochino y en algunos sitios pollo a la bbq o a la broster.
En materia de pollo a la brasa no pueden dejar de mencionarse los vendidos en Quebrada de Cuevas, Urdaneta, de la mano de las deliciosas carabinas (hallaquitas de caraotas). La ciudad comercial o de las Siete Colinas asimismo cuenta con restaurantes de pollo asado.
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