Periodista Félix Maldonado, desde adolescente ejerce la noble profesión

 

Félix Maldonado: Un valerano que ejerce el periodismo desde su adolescencia.

Félix Maldonado, oriundo de la ciudad de las 7 Colinas y quien por consiguiente celebra doblemente este mes por todo lo alto: el día de San Juan Bautista a quien está encomendado y el día del periodista. Nació entre las rotativas del Diario El Tiempo de Valera (su padre, se cuenta entre los fundadores junto a don Luis Mazarri). Ejerce el periodismo en Boconó, desde 1990, antes de ser periodista, pero siempre con el deseo de estudiar como en efecto lo hizo y ahora es un comunicador de mucha garra, para quien “el periodismo es libertad y también democracia”.

Es interesante desde el punto de vista sociológico, interpretar al menos, la importancia de la profesión del periodista en la realidad actual de la sociedad venezolana, tomando en cuenta el ataque sin piedad de la élite política de turno en los recodos del poder, por cierto, sin entender que las sociedades son dinámicas y que no obedecen a simples parámetros personalistas de grupúsculos, que se apoderan sin ser elegidos, en una democracia frágil.

 

Va sin frenos

Desde más de 28 años sin patente y luego con ella, he ejercido la más noble profesión, lo califico de noble, por cuanto no es necesaria una calificación académica, para entender la necesidad de la gente de poseer un canal para expresar sus posiciones, todas legítimas. Pero sesgadas por intenciones politiqueras, que se distancian de la realidad. Es la experiencia compartida la que se puede demostrar – y continua porque va sin frenos- es interesante repito, ser de alguna manera tomado en cuenta por una sociedad admirada como la boconesa, en el ámbito de comunicador social, con la experiencia no solo de teclear digital o mecánicamente una máquina, sino de conocer desde los talleres editoriales como los “verdaderos duendes” construyen la noticia que informarán a todos sin distingos. El decano de la prensa regional, desde adolecente, me abrió sus puertas para hacer honor a su nombre, con el aval de sus directivos por intersección de mi amantísimo padre, para tener la oportunidad de aprender, trabajar y aportar las premisas de la Comunicación Social: Informar, educar y entretener.

Reconozco que también el Diario de los Andes, hoy Semanario Los Andes, se convierte en un espacio, que nunca se ha agotado, a pesar de los intereses mezquinos, aquellos que “dicen tener la razón” y que además administran los recursos del Estado “sin ser elegidos” con el bálsamo que fabrican para controlar la sociedad que los vio nacer y aportó la oportunidad de ser gobernantes.

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