Rodolfo Hernández Suárez, de 77 años, ingeniero de profesión, es un exitoso empresario de la región de Santander, en el noreste colombiano. El exalcalde de Bucaramanga, es también conocido como «el viejito» de TikTok.
Hernández nació en 1945 en Piedecuesta (Santander), en el seno de una familia de clase obrera, y se hizo millonario en los años 90 gracias al negocio de la construcción de viviendas de interés social.
Arrancó su carrera política en Bucaramanga, capital del departamento de Santander, donde fue alcalde entre 2016 y 2019 hasta que la agresión a un concejal opositor le supuso la suspensión de su cargo. Ya en esa campaña que lo catapultó a la alcaldía hizo del vocablo «ingeniero» un inseparable de su nombre, precisamente tratando de dar la imagen de que como ya era rico, no necesitaba robar de las arcas públicas para engrosar sus bolsillos. Algo que le funcionó y le ha acompañado en su carrera a la presidencia.
Este magnate ha abanderado su condición de «outsider» para tratar de llegar a la presidencia de Colombia. El candidato del movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción o el «Trump colombiano», como algunos se refieren a él, no se define políticamente, aunque sus propuestas tienden más al populismo. Su discurso populista se ha basado en la lucha contra la corrupción, aunque sin muchas medidas concretas que propongan cómo combatirla. Y a pesar de la falta de concreción, el discurso anticorrupción ha calado entre la ciudadanía. Asimismo, acusa a los políticos tradicionales de todos los males que padece el país.
A diferencia del resto de candidatos, Rodolfo Hernández no ha girado por el país en mítines en plazas públicas sino en reuniones pequeñas con simpatizantes. Al mismo tiempo, sigue con una campaña presidencial con fuerte presencia en las redes sociales. Si llega a la presidencia, Hernández no contará con un partido en el Congreso, algo que le podría conllevar dificultades a la hora de gobernar.
El empresario reconvertido a político que se ha hecho popular por su personalidad ha protagonizado numerosas polémicas por su forma de expresarse, sin tapujos, llegando a la chabacanería en ocasiones. Por ejemplo, recientemente aseguró en una entrevista que admiraba a Adolf Hitler.
Con información de: AGENCIAS | EITB