Los apagones que se han registrado en el estado Táchira durante las últimas semanas, sobre todo los días viernes y sábado cuando la electricidad se fue por 17 y 9 horas respectivamente, han dejado a los comerciantes con pérdidas incalculables, y con el temor de perder los insumos cuando se trata de alimentos.
Vendedores de pan, carne, pollo y charcutería cambian sus formas de venta cuando ocurren esas contingencias, lo que no evitan son las pérdidas, pues en el momento que ocurren los apagones se apagan los hornos y los refrigeradores y algunas cosas se dañan, así tengan plantas eléctricas.
Jairo Useche trabaja en un frigorífico en la localidad de Barrio Obrero en San Cristóbal. Durante los días viernes y sábado se dañaron algunos productos, porque el refrigerador de 220 voltios no arranca con la planta. «Ha sido duro porque es un producto delicado que hay que saberlo manejar, porque los cuartos fríos trabajan con luz de 220 y las refrigeradoras no trabajan bien, porque la carga es mucha para poder que la planta trabaje bien. Sólo se refrigera una sola cosa, cuando llega la luz no llega la luz 220 bien, a cada rato se prende y se apaga», dijo.
Relató que por las fallas eléctricas a una charcutera se le dañó el motor, y les salió costoso. Decidieron no pedir muchos productos de charcutería, porque para almacenarlos tanto tiempo se dañan. Algunas cosas se les han dañado porque no pueden durar mucho tiempo sin el congelamiento, son pérdidas grandes pero no sabe cuantificarlas. Afirmó que disminuye la clientela porque la planta prende y el punto arranca, pero a veces se cae también el punto, en esos casos reducen las entradas de los clientes, y piden menos mercancía para poder vender la que tienen almacenada.
Thais Alviárez, es administradora de una panadería. Instalando planta eléctrica logran vender algunas cosas, pero decidieron cambiar los horarios de atención al cliente, anteriormente vendían hasta las 9 de la noche, ahora cierran a las 6 de la tarde, previendo algún asalto por la inseguridad y la oscuridad.
«En la mañana cuando no hay luz no se puede producir, porque las plantas son trifácicas y la planta que tenemos sólo cubre el punto y algunos puntos de luz, la maquinaria no se puede mover hasta que haya luz y no se puede producir… Generalmente guardamos una parte de la producción en nevera, pero si no hay luz de un día para otro también se daña».
Las ventas también han disminuido, en parte porque los precios del pan siguen en aumento, y también porque no hay mayor producción los días que se va la luz.
Génesis Cristancho, también labora en una panadería. Afirmó que han perdido pan porque se está cocinando en el horno cuando se va la electricidad y se daña. «Fuerte para nosotros porque de repente tenemos el pan en el horno, se va la luz. Tenemos planta, pero a veces no pasa el punto porque se va el internet. Producimos menos pan, al menos la mitad, y la clientela disminuye, ya de por sí había disminuido por el incremento de los precios», acotó.
Marlene Peña, estaba comprando pan en el mismo lugar. Manifestó que busca enfrentar los apagones con paciencia, porque está segura que ningún político quiere resolver lo que enfrenta el país. Aseguró que no se le daña comida ahora compra el diario ya que el dinero no les alcanza.
«Es difícil porque no podemos esperar nada de nadie, ni los unos ni los otros, no tenemos quien se conduela del pueblo. El único que nos puede ayudar se llama Jesús de misericordia», acotó.
Las peluquerías también se han visto afectadas, pues se ven obligadas a cerrar cuando no tienen iluminación y no hay manera de atender a los clientes, al menos que cuenten con planta. «Esto es el caos total, hoy hay luz pero por lo general son 6, 7 o 13 horas en oscuras, ya no sabemos ni qué hacer. El fin de semana no se pudo trabajar, no había como prender el secador. Las pérdidas son incalculables, porque al saber que hay apagón la gente no sale ni a trabajar. Si sigue esto así habrá que buscar otras opciones, porque de qué se va a sobrevivir», expresó Guillermina Salcedo, peluquera.
Hizo un llamado a las autoridades para que busquen una solución a esta problemática, pues destacó que no es peluquería, es el comercio, la panadería, el que está trabajando en cualquier área. «Porque hay que salir adelante, si uno se queda en su casa es peor», agregó.