- El Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, forma parte de esos hombres que han hecho historia, fue el gran visionario de la Universidad de Los Andes, de la segunda mitad del siglo XX
El doctor Pedro Rincón Gutiérrez, estableció en el tiempo, un antes y un después, en la existencia de la Universidad de Los Andes, según reseñan infinidad de textos alusivos a su obra y legado.
Elvins Humberto González
Durante veintidós años y siete meses que ejerció el cargo de primera autoridad, entregó títulos a miles de graduandos. Rector de rectores, rector eterno, como lo llamaron en su larga y fecunda trayectoria académica. Dejó huella imborrable. Más que un rector, fue un excelente guía y un extraordinario compañero de ruta.
Después de la caída del dictador Marco Pérez Jiménez, el 4 de febrero de 1958, fue designado rector de la Universidad por un año. A partir de esa fecha lidera una excelente gestión administrativa e inicia con la realización de importantes inversiones inmobiliarias que son actualmente los mejores recursos patrimoniales de la Universidad Andina.
Desde aquel año 58 cuando asumió por vez primera el rectorado de la Universidad de Los Andes y hasta su fallecimiento, siempre se mantuvo atento a los desarrollos y necesidades de la institución. Fue protagonista de grandes luchas a favor de la Universidad y sus espacios. También lo fue como estudiante de la Facultad de Medicina, como profesor y como investigador.
Universitario ejemplar
Fue un universitario ejemplar en todas las tareas que desempeñó. Cultivó y mantuvo siempre los valores distintivos de la vida universitaria, fue una persona de notable lucidez intelectual, de altos niveles éticos, de agudo sentido crítico y, al mismo tiempo, de una gran sencillez. Sus prendas éticas y universitarias lo sitúan en lo más alto de la historia ulista y académica venezolana. Figura emblemática no solo para ULA, sino para la universidad pública en general. Defensor de la autonomía universitaria, por su lucha en favor del diálogo y en contra de la represión, que es lo opuesto a la razón que debe imperar en las universidades y en el trato hacia ellas.
Para él, la autonomía permite a las instituciones contar con procesos de decisión institucional más ágiles, con mayor flexibilidad para adaptarse a las necesidades y demandas sociales al margen de intereses de cualquier tipo. Sobre ese tema dejó una reflexión: “La autonomía hace posible la pluralidad que caracteriza las universidades públicas, pluralidad que nos brinda la riqueza de contar con ideas distintas, con modos diversos de ver la vida y la sociedad, con profesiones diferentes y métodos diversos encaminados a la misma misión: la búsqueda de la verdad, de la justicia y de la belleza”.
Becó al “Chino” Valera Mora
Ninguna autoridad universitaria se ha mantenido tanto tiempo como rector en una universidad autónoma. Estuvo estrechamente vinculado al arte, la poesía, a la bohemia, fue gran amigo del poeta valerano, “El Chino” Valera Mora, quien el año 1971, publica el libro ¨Amanecí de bala¨. El gobierno de turno consideró que el libro era más subversivo que los focos de guerrilla que quedaban en el país, y la DIM quería ponerle el guante; ante la posibilidad de caer preso, el poeta se va a Roma con una beca que le gestionó del Dr. Rincón.
Un gran visionario
Pedro Rincón Gutiérrez, forma parte de esos hombres que han hecho historia, fue el gran visionario de la Universidad de Los Andes, de la segunda mitad del siglo XX, médico obstetra, profesor universitario, rector, concejal, diputado, presidente de la Federación Médica de Venezuela, ministro de Sanidad, embajador en Rumania, presidente de la Asociación de Rectores Universitarios (Averu). Desde la universidad combatió la dictadura perezjimenista, acompañando los sectores progresistas, sin sectarismo. Defensor a ultranza de la autonomía universitaria. Destacó por su sencillez, honestidad, buscador del diálogo y el consenso, con un gran sentido humano y solidario.
Como dijo el poeta, «con vidas como las de «Perucho», la muerte pierde todo su señorío».
Adalid infatigable del progreso
HOY DÍA cuando ya el Nurr atraviesa por sus 46 años, hay que recordar y agradecer al Dr. Pedro Rincón Gutiérrez lo que hizo en aquellos momentos de turbulencia de los primeros años, en favor de una institución que contribuyó a su creación y crecimiento. El Dr. Rincón firma el 24 de julio de 1972 el decreto histórico, el cual oficializaba la apertura del Núcleo Universitario Trujillo (NUT), dependiente de la Universidad de Los Andes. Junto él estaba el doctor Antonio Luis Cárdenas, encargado de delinear toda lo referente a la estructura del principiante NUT, como se llamó originalmente. El rector magnífico, firmante del decreto de creación de la institución se convirtió en el gran protector de la obra y la defendió siempre, por su afán en favor de Núcleo le fue otorgado con honores la distinción de “Hijo Ilustre de Trujillo”.
FUE UN adalid infatigable del progreso y de las grandes causas y hecho por justicia hijo ilustre de esta tierra. El entusiasmo y la esperanza renacieron de la mano del Dr. Rincón Gutiérrez, fue el momento oportuno para elaborar el anteproyecto de una ciudad universitaria acorde con las aspiraciones de Trujillo y con los planes académicos concebidos por la Universidad, un anteproyecto hecho con visión de futuro y con la idea del esfuerzo mancomunado del Ministerio de Obras Públicas, del Ejecutivo del Estado y de la Universidad de Los Andes.
A MEDIADOS de 1976, la Facultad de Arquitectura de la ULA, a través del rector Rincón Gutiérrez entregó a la Gobernación del Estado Trujillo en la persona de Jesús Muchacho Bertoni como gobernador, un juego de planos relativos a las edificaciones universitarias de El Prado y El Cenizo. Tales planos -según dijo en su oportunidad el profesor Jorge Linares-, implicaban el diseño de una ciudad universitaria (y no «villa»), a desarrollarse en El Prado en una perspectiva de veinte años. La Gobernación a su vez hacía entrega formal de la hacienda El Prado a las autoridades del Núcleo, encabezadas por su vicerrector, Antonio Luis Cárdenas. Se preveían allí la estructura del ciclo inicial, del ciclo profesional, laboratorios, biblioteca, aula magna, canchas, etc. Se trataba de un proyecto ambicioso cuya característica principal consistía en dar lugar a unas instalaciones que no fueran a resultar caducas al cabo de un cierto número de años.
Fragmentos biográficos
- Pedro Rincón Gutiérrez nació en La Cañada, municipio La Cañada de Urdaneta, estado Zulia. Hijo de Fermín Rincón, un agricultor, y de Vitalia Gutiérrez, ama de casa. Nació el 27 de julio de 1923. Desde pequeño se le conoció como “Perucho”, apelativo familiar y cariñoso derivado del nombre Pedro. Su hermano Gonzalo, a quien estimó mucho, era diez años mayor que él.
- El 31 de octubre de 1941 comenzó sus estudios de Medicina en la ULA y se graduó en 1947. Desde su ingreso a la Facultad de Medicina demostró un gran espíritu emprendedor, reconocido por sus profesores al otorgarle el premio “Rafael Rangel”.
- La modernización de la máxima casa de estudios en Mérida es obra suya. También la ciudad universitaria y turística. Se preocupó por dotar a Mérida de un moderno hospital (HULA), para el cual aportó el terreno, o la participación en la fundación de urbanizaciones, residencias estudiantiles, complejos deportivos, así como los Núcleos de Trujillo y Táchira.
- Pedro Rincón Gutiérrez murió por causas naturales el 7 de julio de 2004, en Mérida -Venezuela, a los 80 años de una juventud acumulada. Por primera vez en la historia de la Universidad de Los Andes, el funeral fue dentro del Aula Magna.
Referencias: Archivos Prensa ULA. Testimonios del Periodismo Trujillano, Luis González. Trujillo, Sombra Iluminada, Luis González. Archivos Diarios Andes: de Jorge Linares DLA 1981; artículo Alí Medina Machado. El Tiempo 2010, Mario Valdés.