Luisa Ortega Díaz, fiscal general de la República, afirmó que Nicolás Maduro debió renunciar cuando surgió el escándalo de los «narcosobrinos», pues considera que es «bochornoso» que el presidente y la primera dama de un país tengan familiares vinculados al narcotráfico.
En entrevista ofrecida a la periodista Maibort Petit, explicó que su despacho sí actuó en el caso de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas: en ese momento el Ministerio Público siguió los canales regulares para obtener la información del gobierno de Estados Unidos, pero el expediente remitido desde esa nación no llegó a tiempo a sus manos.
Indicó que los datos que tiene sobre el caso le llegaron por canales irregulares. «No tengo el expediente completo».
Sin embargo, dijo que con la información que posee logró abrir una investigación que está adelantando desde Bogotá. Esto incluye averiguaciones sobre funcionarios del gobierno venezolano y personas que aparecen involucradas en la conspiración de narcotráfico por la cual los sobrinos Flores resultaron detenidos.
Asimismo, denunció que fue sobornada varias veces por el oficialismo: «Muchas veces me han tratado de comprar, muchísimas veces a mí me ofrecieron dinero para que yo renunciara y me fuera. Así ocurrió en una primera oportunidad, y en una segunda me doblaron la cifra. En algún momento voy a decir el nombre, pero ellos saben quiénes son».
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