Prensa Diócesis de Trujillo
El pasado lunes 01 de noviembre, solemnidad de todos los santos, se llevó a cabo la primera ordenación diaconal que preside Monseñor José Trinidad Fernández en su diócesis. En esta ocasión confirió el ministerio diaconal al seminarista Hendrie Espinoza durante una concurrida celebración eucarística en la parroquia Nuestra Señora de Coromoto en el sector La Sabanita de Boconó. También aprovechó la ocasión para notificar sobre una ordenación sacerdotal a realizarse el próximo 12 de noviembre. El prelado predicó señalando la perfecta relación que debe darse en cada cristiano llamado a vivir la santidad, con felicidad y alegría en el servicio. La televisora y emisoras locales trasmitieron el acto litúrgico en vivo.
Transcurrido un año desde que asumió la diócesis de Trujillo, Monseñor José Trinidad confirió la ordenación diaconal a Hendrie José Espinoza Domínguez, uno de los jóvenes trujillanos que ha venido preparándose para el sacerdocio. La ceremonia se llevó a cabo en el templo parroquial Nuestra Señora de Coromoto en Boconó, a las diez de la mañana, durante la celebración solemne de todos los santos. En la aquella misa el obispo confirió el ministerio del acolitado a otro joven candidato al sacerdocio, Jesús Manuel Mendoza Briceño. Casi 20 presbíteros concelebraron la solemnidad a la cual asistieron diáconos permanentes, seminaristas, familiares del ordenando, representantes de la parroquia de Isnotú, de donde es oriundo el nuevo diácono, y una nutrida delegación de la comunidad parroquial.
Santidad en alegría, caridad y servicio
Celebrándose la solemnidad de todos los santos Monseñor “Trino” explicó ampliamente el sentido de aquella fiesta cristiana indicando las implicaciones que tiene para cada cristiano y de modo particular para los que se consagran en el misterio sacerdotal. La santidad es nuestra gran esperanza que se centra en Jesucristo Muerto y Resucitado, es experimentar el amor de y a Dios pero que se refleja en hacer el bien a los demás. Es la llamada que Dios nos hace para vivir y servir con alegría al estilo que marcan las bienaventuranzas. El servicio a los hermanos es el fruto de la vida en santidad indicó el obispo.
Recalcó que estamos llamados a despertar el entusiasmo de la santidad con mucha esperanza, pues en la fe tenemos la certeza de que Dios es nuestra felicidad más plena. Y el Señor da a cada uno no solo la vocación, sino los dones y talentos conque puede vivir ese llamado personal, a pesar de nuestras ingratitudes y debilidades. Al respecto Monseñor Trino invitó a que cada uno cuide su propia vocación con alegría y esperanza.
Refiriéndose al ministerio que conferiría, el obispo explicó que la diaconía es un servicio para darse en gratitud, lanzándose hacia adelante a conseguir la meta de la salvación. “Desde hoy tu vida es para Dios por el sacramento del orden sagrado. Ya no te perteneces. Vive esta vida en permanente gratitud y alegría, en alabanza constante y no en tristeza” dijo el pastor diocesano refiriéndose a quien sería ordenado diácono. “Que podamos trasmitir la misma caridad que el Señor tiene para nosotros, y así llevarla a los demás” insistió.
Primera ordenación en su diócesis
Luego de indicarle una serie de consejos pastorales y espirituales al ordenando, Monseñor Trino procedió a conferir el ministerio del acolitado al seminarista Jesús Manuel Mendoza Briceño quien ya culminó sus estudios del seminario y está prestando servicios en la parroquia San Juan Bautista de Valera.
A continuación, procedió al solemne rito de ordenación diaconal, luego de escuchar de labios del ordenando, las promesas propias del ministerio. Se trata de momento muy especial y central durante el cual el obispo, después de cantadas las letanías a todos los santos, ora, impone las manos y entrega el evangeliario al candidato. Los padres y otros familiares del diácono le acompañaron durante toda la ceremonia y junto al párroco de la comunidad local, presbítero Argenis Torres, le impusieron los ornamentos litúrgicos diaconales. Después del efusivo abrazo fraternal conque el obispo recibió al ordenado, los diáconos presentes le dieron la bienvenida con idéntico gesto. Concluida esta parte de la ceremonia, el diácono Hendrie Espinoza se incorporó al servicio del altar mayor junto a los demás diáconos y presbíteros.
La eucaristía estuvo acompañada por la coral de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Boconó quienes entonaron armónicas piezas religiosas muy apropiadas para dar, junto a la actitud devota conque participó la asamblea litúrgica y los hermosos adornos florales, un ambiente solemne y festivo.
Después de la oración postcomunión los grupos de apostolado parroquiales expresaron sus felicitaciones y entregaron presentes al diácono quien por varios meses ha estado sirviendo con generosa entrega a la comunidad. El diácono Hendrie Espinoza por su parte manifestó emocionado sus agradecimientos y el deseo de servir con fidelidad al Señor en su Iglesia.
Nuevas ordenaciones
También Monseñor José Trinidad expresó su gratitud a los presentes haciendo especial alusión a los medios de comunicación allí presentes. Aprovechó para informar e invitar a la ordenación sacerdotal del diácono Jean Carlos Godoy, a efectuarse en la comunidad de Guaramacal, un amplio y apartado sector rural de Boconó que se destaca, entre otras, por su tradición católica. La ceremonia litúrgica se efectuará el sábado 12 de noviembre en horas de la mañana. Además, el obispo informó, entre plausos de la asamblea, que la ordenación sacerdotal del nuevo diácono será en su natal Isnotú, en aproximadamente seis meses, tiempo durante el cual seguirá prestado sus servicios en la parroquia Nuestra Señora de Coromoto.