Mons. Aldo Giordano también comunicó a los presentes la cercanía y bendición del Santo Padre Francisco, a quien representa en Venezuela: “sientan la cercanía y el amor paternal del Papa, Pastor Universal de la Iglesia”
“¿Qué cosa significa aquí en Venezuela, hoy, esta palabra de Dios? ¿Qué significa amar como Cristo ha hecho sobre la cruz? ¿Cómo creer en el amor como la verdadera novedad? ¿Es posible perdonar y amar también a los propios enemigos? Estas difíciles preguntas me acompañan en mi servicio como Nuncio Apostólico en este muy querido País”.
Son las interrogantes que planteó el Nuncio Apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, en la celebración eucarística que presidió en el Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, durante su visita a la Diócesis de San Cristóbal el pasado 26 de marzo.
En la misa también concelebraron monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, el presbítero José Lucio León Duque, Rector del Seminario Diocesano, y los sacerdotes formadores.
“La Palabra de Dios nos indica hoy de hacer algo que muchas veces nos parece imposible: perdonar. La realidad que estamos viviendo en estos días aquí, en nuestra querida Venezuela, parece hacer esta palabra más dura y difícil a escuchar. Sin embargo, no podemos evitar confrontarnos hoy con esta palabra”, expresó el Nuncio.
Recordó a los seminaristas que “hay una relación, una circularidad, entre el recibir el perdón de Dios y el perdonar al prójimo: el uno es fuente del otro. Porque somos perdonados por Dios, debemos perdonar al hermano”, dijo.
El Nuncio exhortó a superar la violencia, la injusticia de la sociedad “contraponiendo un plus de amor, un plus de bondad. Este ‘plus’ es el perdón, es la misericordia que es la única que puede ‘desequilibrar’ el mundo del mal hacia el bien, a partir del pequeño y decisivo ‘mundo’ que es el corazón del hombre”.
Mons. Aldo Giordano también comunicó a los presentes la cercanía y bendición del Santo Padre Francisco, a quien representa en Venezuela: “sientan la cercanía y el amor paternal del Papa, Pastor Universal de la Iglesia”.
(Prensa DiócesisSC)