Un nuevo orden para Venezuela

Anoche soñé que oía a Dios, gritándome: ¡Alerta!  Luego era Dios quien dormía, y yo gritaba: ¡Despierta! A: Machado. Proverbios y Cantares. XXX, P. 80, en Antología Poética, 1977

La Modernidad política del siglo XXI sigue arrastrando problemas y contingencias que minan su eficiencia en políticas públicas y afectan los derechos ciudadanos que predica en sus postulados. Nunca como ahora y sobre todo en Venezuela las palabras libertad, justicia, reparación a víctimas, derechos reales de la población, no exclusión, eficiencia y competencia de gobernabilidad habían estado tan vaciadas de contenido. Es decir que su sistema de representación social con el cual se explican en nuestras casas de estudio no cuenta a consecuencia de la contingencia emergente y el desorden producido como mecanismo de gobernanza desde los grupos de poder. El orden que se predica desde el ritual del voto con todo su tutelaje de los cuerpos represivos se diseña para legitimar un desorden reproductor de parcelas de poder. Remover todo el tejido institucional a los fines de hacerlo inútil y rellenarlo de papeles y burócratas es parte de ese desorden para imponer el nuevo orden de los privilegios, el abuso y la anomia como práctica política; tal y como lo hicieron los reyes y la iglesia en los albores de la rebelión de los burgueses (antes de la Modernidad) contra el señor feudal. Así, robo, corrupción, delincuencia, ausencia de lugares para la institucionalidad jurídica, agotamiento de la paciencia de la gente o si se quiere lo que por allí denominan <el me da la gana y qué> se hizo representación de la ingobernabilidad incluso desde el gobierno. Todo ocurre con asesorías bien pagadas y con la intención de imponer el <Todo vale en Venezuela como moral indeseable>. De esa manera caos y desorden no son una sensación, sino la nueva realidad política. Y entonces inseguridad, hambre, escasez, miseria, exclusión, represión o cualquier mecanismo punitivo-represivo se cubre con consignas del diversionismo ideológico donde los aparatos religioso-represivos de Estado son los invitados de honor. El objetivo no es otro que reproducir grupos de poder y en ello el ritual del voto lo que hace es justificar tal desorden.

En ese vértigo social estamos todos y por ello el voluntarismo o el tareísmo son ineficaces como contrapartidas para diseñar un nuevo orden democrático. De tal manera que recurrir al manual que nos dejaron los atenienses del siglo V antes de nuestra y que fue el Demos hay que revisarlo pues en ellos la ciudadanía era de un grupo selecto y las mujeres, esclavos y metecos, que eran la mayoría, no tenían derecho a ser ciudadanos, era esa una democracia asamblearia y directa.

Esto nos dice que no siempre por ser mayoría se practica la democracia como efecto de ciudadanía. Hasta ahora el presupuesto deseable de democracia contra tiranías, dictaduras y totalitarismos consiste en autonomía institucional, voto universal y secreto, existencia de un parlamento, una constitución política aprobada por mayoría y alternancia en la gobernabilidad. Sin embargo, pervirtiendo el ritual del voto y contaminando instituciones por no permitir desde el gobierno la entrada por concursos de mérito y credibilidad, los enemigos de la democracia han podido construir desde el desorden un orden que los reproduzca en el poder. Tal desorden llega incluso a la permisividad gubernamental de legitimar la represión y la delación por medio de grupos para policiales y para militares. En esta tarea los aparatos ideológicos y represivos de Estado, tal como L. Althuser en Francia los describió, cumplen un rol de control político y así la sociedad queda a merced de las contingencias y abusos de todo tipo. Generalmente esto se hace desde puestos de poder para crear una nueva élite política. Por ello el asalto institucional no es la sola modalidad, sino el conflicto permanente y el desorden a los fines de que nada funcione, salvo para esa élite. Repensar un nuevo orden democrático en Venezuela implica una nueva manera de educarnos y no esa forma cínica-perversa donde te dañan la vista y luego te crean una misión para regalarte los lentes. Saque sus conclusiones.

camiloperdomot@gmail.com

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