Damasco, 17 dic (EFE).- La caída del régimen del presidente Bachar al Asad y el establecimiento de un nuevo gobierno interino en Siria ha movilizado a parte de la comunidad internacional, ya que algunos países han mantenido una primera reunión con las nuevas autoridades, otros han reabierto sus embajadas y algunos estudian levantarle las sanciones.
El derrocamiento de Al Asad abre la puerta a una transición política en Siria que ha generado una corriente optimista en el ámbito internacional, pero rodeada de muchos interrogantes, que la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Seguridad, Kaja Kallas, afirmó este martes que afronta con «cauto optimismo».
Durante un debate en el Parlamento Europeo, Kallas mostró su apoyo a una transición en Siria basada en «los principios clave» que respalda la UE, como «un proceso político inclusivo en manos de los sirios con el apoyo de las Naciones Unidas, respetuoso de todos los componentes de la sociedad», sin olvidar la lucha contra los yihadistas de Estado Islámico y la rendición de cuentas por los crímenes cometidos por el régimen de Al Asad.
Primer acercamiento diplomático
Los rápidos acontecimientos en Siria desencadenaron respuestas diplomáticas igual de aceleradas, sobre todo porque la propia Kallas ordenó ayer al principal diplomático de la UE viajar a la capital siria, Damasco, para entablar las primeras conversaciones con las nuevas autoridades tras el colapso de Al Asad; decisión que también tomó el Reino Unido.
Siguiendo esta estela, una delegación alemana viajó este martes a Damasco para mantener un primer encuentro con representantes del nuevo Gobierno del país árabe y abordar «un proceso de transición inclusivo, así como la protección de las minorías», según confirmó a EFE una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
Los pasos en el seno de los Veintisiete siguieron en esta jornada y Kallas anunció hoy que la Unión Europea reabrirá su delegación en Damasco, 13 años después de trasladarla a Beirut, en el Líbano, con el estallido de la guerra civil en 2011, si bien no es el primer organismo o país que anuncia esta medida.
Francia anunció también hoy la reapertura de su legación, donde ya ondea su bandera tricolor, mientras que este pasado domingo una delegación diplomática de Catar llegó a Siria con el fin de completar los trámites para abrir su embajada en el país y, un día después, el primer ministro libanés, Najib Mikati, ordenó también la reapertura de su oficina en Damasco.
Estudian levantar las sanciones
El cambio político conlleva también una revisión de las sanciones internacionales y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, afirmó este martes en Ankara que la UE considera levantar las sanciones impuestas a Siria durante el régimen de Al Asad, derrocado hace diez días, aunque «solo si hay una transición pacífica».
Asimismo, confirmó que la UE prevé transferir mil millones de euros a Turquía este año, como parte de su apoyo al país para atender a los millones de refugiados sirios en su territorio.
Por su parte, el nuevo líder de la administración siria, Ahmed al Sharaa, subrayó a la delegación británica que llegó anoche a Damasco la necesidad de restablecer las relaciones, rotas desde hace más de una década por su oposición al depuesto presidente Bachar al Asad, y levantar «todas las sanciones impuestas» a Siria para «construir un Estado de derecho e instituciones y de establecer la seguridad», informó este martes su oficina.
Sobre esta cuestión, Estados Unidos dijo ayer estar abierto a levantar las sanciones económicas en Siria si mejora la situación en el país.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, detalló que «las sanciones nunca están pensadas para ser permanentes», sino que son «para intentar inducir cambios de comportamiento» y levantarlas si se lleva a cabo.
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