Por: Roberth Ramírez Torres (Roberto)
1.- Porque somos y queremos seguir siendo una ciudad con conciencia de pueblo y Alma de Comunidad. Con conciencia en expansión, conscientes y con participación en el destino colectivo, existiendo medios de comunicación social y organizaciones e instituciones, con sentido abierto y plurales; donde somos lugar cuya esencia de su nombre es, “donde nacería una ciudad que valdría”, por lo que nuestro Gentilicio debería ser Gente valerosa, hombres valerosos y mujeres valerosas.
2.- Porque contamos con excelente ubicación geográfica, de cruce caminos, y ambiente natural, bordeada de pueblitos con agradable clima y atractivos naturales, con tradiciones culturales, vocación agrícola, comercial, industrial y turística. El lugar que nos vio nacer, donde vivimos, fluimos y desarrollamos nuestro Ser. Donde, quienes conocemos la historia Valera, nos sentimos herederos de los Indios Escuqueyes, primeros pobladores de estas tierras, mucho antes que el encomendero Marcos Valera.
3.- Porque su modo de vida urbano, aún no es totalmente inhumano; y estamos a tiempo de poder mejorarlo, con la vocación agrícola y turística, comercial, cultural, histórica, financiera, de servicios e industrial; como también comunitaria, pedagógica y andragógica, que activa nuestros arquetipos mentales y la sensibilidad de nuestros genes, cuando esta tierra era parte de ese paraíso que Dios le doy a los Indios Escuqueyes para que moraran con la fauna y la flora natural, hasta que el conquistador español impuso, la idea de propiedad privada de lo que era natural, y trastoco la historia.
4.- Porque es una ciudad donde existen muy buenas oportunidades de estudio, en las diversas modalidades y niveles de educación; y cuenta con los enlaces en las tecnologías de información y comunicación, que pueden ser mejoradas y más rápidas; para el aprendizaje y el despliegue de las ideas de Valera para el mundo.
5.- Porque tiene las potencialidades humanas y naturales para ser una ciudad capaz de ofrecer vida digna y agradable a todos sus habitantes y a los visitantes; donde quien llega de fuera, si viene de turista también se integra y se queda porque adopta esta tierra y a esta Gente, el inmigrante aquí, también se hace Gente Valerosa.
6.- Porque su pujante vida comercial, en el Centro Occidente y puerta de entrada a Los Andes, le han hecho durante décadas “una ciudad dinámica y progresista de Venezuela”; que ya por 1.595, Siglo XVI, o sea, V Siglos atrás de su historia de pueblo, se decía que: “en estas tierras de cruces de caminos, nacería una ciudad que valdría”, de ahí Valera y la expresión Valera valerá o valdrá.
7.- Porque cuenta con instituciones públicas, privadas y comunitarias, con sentido de responsabilidad social y compromiso con el desarrollo de Valera, del estado Trujillo y del país; con vocación local, pero no localista anquilosada, sino vocación integracionista con los otros municipios de Trujillo y con las regiones del país, así también, con visión global antimperialista desde la lucha de la independencia, emancipadora e internacionalista.
8.- Por Ser una ciudad donde creemos en el diálogo entre todos los, con base a relaciones de conocimiento mutuo, respeto mutuo y apoyo mutuo, base de la cooperación entre la Gente de todos los sectores; y en las comunidades existen diversas experiencias de promoción comunitaria, organización y capacitación ciudadana con esencia popular; que de Parroquia de San Juan Bautista o Ciudad, tenemos 200 años, pero de pueblo tenemos Siglos inmemoriales, más, si nos sentimos herederos de Dios y de los Indios Escuqueyes.
9.- Porque sus niños, adolescentes y jóvenes, adultos y mayores; todos tenemos mucho que aportar a Trujillo y la Venezuela que Queremos, como al nuevo mundo posible, porque con las tecnologías de información y la educación virtual, Valera puede aportar al mundo nuevas ideas para transformar y hacer humana la humanidad: (Re) humanizar y (Re) encantar la vida.
10.- Porque cada uno y una de sus habitantes, son siempre capaces de seguir construyendo nuevas Razones. Valera y Trujillo tenemos con qué, y es motivo de regocijo Ser o Hacerse de Valera hijo.