No me queda ningún tipo de dudas que ser periodista es la mejor profesión del mundo, no se gana dinero, pero es la mejor, ya lo decía el gran “Gabo” (“El periodismo es el mejor oficio del mundo”).
Dentro de esa vocación que nos corre por las venas hay un orgullo bárbaro, en varias facetas, un orgullo que pareciera ha quedado entre las paredes de NUESTRA CASA “Guillermo Montilla”. La vieja guardia ha quedado atrás, con una historia extraordinaria y ese gran regalo que nos dejó con NUESTRA CASA, y que hoy, pese a su descuido, aún se cuenta con ese espacio que debería ser el punto de concentración de una familia en el estado Trujillo que cada vez crece, pero el orgullo se tergiversa hacia otros escenarios, el propio que se encierra ante la mirada de su hogar, de NUESTRA CASA.
Estamos en deuda, y la culpa no es precisamente de los no graduados, de los no licenciados, de los no profesionales, la culpa es de todos que vivimos un presente en defensa de nuestra profesión, pero en Trujillo, agregamos la autocensura con NUESTRA CASA que no encuentra ese apoyo, un aliado, esa mano amiga, somos una comunidad de intención, de lucha, de sacrificio por lo que hacemos, lejos estamos mirando NUESTRA CASA de lo que nos regalaba el colega polaco Ryszard Kapuscinski “El verdadero periodismo es intencional, a saber: aquel que se fija un objetivo y que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible. Hablo, obviamente, del buen periodismo. Si leéis los escritos de los mejores periodistas comprobaréis que se trata siempre de periodismo intencional. Están luchando por algo”. Hoy día dejamos un vacío en defensa de NUESTRA CASA.
Y les dejo como reflexión, otra frase, esta vez del también colega Ernest Hemingway “Cuando uno termina de escribir, se siente tan vacío (y a la vez tan lleno) como cuando ha hecho el amor con alguien a quien ama”.
Hoy estamos llenos de grandes periodistas, los que se han convertido en leyendas, maestros, instituciones, los que han asumido el relevo y los que llegan con un ímpetu espectacular en la era de transición con la evolución tecnológica como bandera, pero los invito a conocer NUESTRA CASA, sentirán un vacío enorme y no me queda la menor duda que también sentirán el mejor de los sentimientos para recuperar ese pedacito hermoso con lo que contamos los periodistas trujillanos, NUESTRA CASA. Vamos mi gente que sí podemos, no importa quién tome la iniciativa, no importa cuántos se sumen, no importa cuántos trabajen, lo que importa es que en un futuro bastante cercano digamos con mucho orgullo, NUESTRA CASA es la mejor del estado Trujillo.