Por: María Paola Puglia | Crónica Uno
Caracas. Con su camisa blanca, el bolso colgado en su espalda y una lonchera en su mano, Andrea* caminó a paso apresurado hasta su madre, quien la esperaba en la entrada de la Escuela Básica Nacional Amanda Schnell, en la parroquia la Vega, al oeste de Caracas.
Daniela*, madre de Andrea, sacó uno de los cuadernos de su hija y lo revisó. Está consciente de que la niña no está preparada para estar en tercer grado porque no sabe leer. La maestra considera que ella debería cursar primer grado.
“La maestra dice que es culpa mía y yo veo que no fue mi culpa ni de ella, diría que fue por las circunstancias. Ella es la que está asignada para enseñar, yo puedo reforzar en casa, pero la verdad es que no tengo el conocimiento para transmitírselo a mi hija”, admitió la madre.
Andrea inició las clases el 3 de octubre de 2022, al igual que otros estudiantes a escala nacional. La ministra de Educación, Yelitze Santaella, aseguró que más de ocho millones de niños, niñas, jóvenes y adultos están dentro del sistema educativo nacional.
Según el personal de la institución Amanda Schnell, las clases remotas, que se impartieron durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, se dieron con regularidad, como lo estipuló el Ministerio de Educación. También aseguraron que los estudiantes cumplieron con las evaluaciones, sin embargo, para algunos niños esto no fue suficiente.
La pandemia ocasionó una crisis sanitaria que dio lugar a la suspensión masiva de las actividades presenciales y al inicio de las clases virtuales. En 2021 se reabrieron las instituciones educativas. No obstante, se vivió un año escolar atípico con ciertas restricciones porque se mantuvieron la mayoría de las medidas para el riesgo al contagio.
Elsa Castillo, dirigente de la Federación Venezolana de Maestros, considera que el Estado venezolano debe admitir que durante la pandemia hubo un retroceso significativo de la educación. “El ejecutivo pertinente debe sentarse con los profesionales para buscar soluciones o alternativas”.
A su juicio, se necesita voluntad política, inversión y hacer uso de la radio, la televisión, los cine foros y las redes sociales para difundir consejos educativos que permitan avanzar y recuperar el tiempo perdido.
Educación desmejorada
La psicopedagoga Alma Rosa Caraballo explicó que los padres realizaron un gran esfuerzo para educar a sus hijos en casa. “La realidad es que no son docentes, no son especialistas e hicieron esfuerzos enormes para poder lograr que sus hijos aprobarán dos años escolares”.
Desde su punto de vista, en los planteles en este inicio de año escolar en los planteles se debe aplicar una prueba diagnóstica que permita medir el rendimiento académico de los niños. Luego, a partir de los resultados es necesario diseñar e implementar un programa de nivelación en materias como lengua y matemáticas.
Por su parte, Castillo aseguró que en el aspecto educacional los resultados de las pruebas diagnósticas no son alentadores, en su lugar son catastróficos, alertó, a pesar de que el gobierno de Nicolás Maduro diga que todo funciona de manera óptima.
“Lo que ellos llamaron cada hogar una escuela, no se puede considerar si no se conoce el nivel académico del padre o representante”.
En el informe de Hum Venezuela de marzo del 2022 se evidenció cómo las amplias brechas digitales desmejoraron la educación de la población infantil y adolescente. Al menos 3,8 millones de estudiantes y 310.000 docentes de educación básica no contaban con conexión regular a internet, de acuerdo con ese estudio.
Aún a la fecha el acceso a educación de calidad sigue con dificultades, debido al deterioro de las capacidades del sistema educativo.
De vuelta a clases
La llegada del nuevo año escolar 2022-2023 es de satisfacción para muchos niños, pero otros volvieron asustados. María*, personal de la Unidad Educativa Nacional Mercedes Limardo, ubicada en Antímano, expresó que los niños de segundo y tercer grado son los que no vivieron de manera presencial esa etapa fundamental para su desarrollo y adaptación, como lo es la del preescolar.
“Ese es un período de adaptación de normas y hábitos entonces se les ve como ansiosos e incluso diría que perdidos”.
La dirigente Castillo agregó que cuando un niño pasa mucho tiempo sin recibir clases hay una regresión en el conocimiento. Su recomendación es que este año se nivele a los estudiantes para tratar de recuperar lo básico y luego entrar en la materia que les corresponde.
“Esa recuperación va a depender del diagnóstico de cada profesor, debe existir autonomía”, aclaró.
María mencionó que con la reincorporación a las actividades escolares también inicia un proceso de nivelación socioemocional, una parte que también estuvo desatendida durante la pandemia.
“Porque aunque estuvieron en clases a ellos les hacía falta la parte instruccional, la socialización, la rutina de compartir y ser niños”, agregó.
La psicopedagoga Caraballo sostuvo que el juego es uno de los principales mecanismos de aprendizaje para que los niños normalicen sus rutinas. Resaltó que sería conveniente usar este primer momento de clases para generar herramientas de integración grupal.
Clases virtuales
En la Unidad Educativa Nacional Andrés Bello las clases continúan virtuales porque las reparaciones han sido lentas por falta de personal obrero. En esta institución estudian 1322 niños y niñas entre el turno de la mañana y la tarde.
El colegio ofrece educación desde preescolar hasta básica. A Karina*, personal de la escuela primaria, también le preocupan las fallas académicas de los estudiantes, por ello los maestros acordaron una estrategia para mermar el impacto a futuro y lograr una nivelación exitosa.
“Las maestras de primer grado tenían niños que académicamente estaban en primer nivel, las de tercer grado en realidad tenían niños de primer grado y así sucesivamente”.
En vista de las dimensiones de este problema, las docentes realizaron una planificación de adaptación y nivelación. En esa institución desde abril hasta julio se manejó ese esquema de trabajo.
“Este nuevo año escolar la estrategia que aplicamos es que la misma docente que tenía el niño en el segundo grado por ejemplo, lo sigue llevando al tercer grado y así sucesivamente para que ese refuerzo sea mucho más efectivo”, contó Karina.
Las maestras consultadas admitieron que si se les cambia de docente tendrían que volver a nivelar al niño. En cambio, la maestra que ya lo atendía en período pasado sabe los conocimientos qué limitaciones tiene y qué estrategia de aprendizaje será más efectiva.
Motivar el aprendizaje
Caraballo explicó que los alumnos no son un recipiente vacío que el docente debe llenar, pues bajo ese enfoque se desaprovecha el mayor recurso que tiene el niño, que es su cerebro.
La psicopedagoga dio cinco recomendaciones que deben tener en cuenta los docentes este nuevo año escolar:
- El maestro tiene que dar un paso más allá y permitir la discusión, que el alumno no cumpla un rol pasivo.
- Generar grupos de investigación para luego hacer presentaciones de lo que descubrieron y que las conclusiones puedan ser debatidas en el aula de clase. Esto hace que el cerebro se active.
- El método de educación individualizado, permite identificar a aquellos estudiantes que no son tan activos. Es labor del docente ver porque su aprendizaje es más lento, si tiene alguna dificultad de adaptación o en casa.
- El docente es un generador de oportunidades. El sistema lo obliga a ser un maestro tradicional, pero eso no es lo ideal, el alumno no debe cumplir un rol pasivo.
- Hay que aprovechar este primer momento que cierra en diciembre para la adaptación. Retomar los métodos de aprendizaje tradicionales, pero también integrar los métodos digitales para que los niños sean más autónomos y críticos
(*) Los nombres de las fuentes fueron modificados por medidas de protección.
Fuente: Crónica Uno
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